¿Cómo Puedes Permitirlo?

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Dimitry :

En contra de los deseos de la Unión Amír había sido absuelto de cualquier cargo y nombrado futuro segundo al mando de Alexa, él se quedaría en casa de los tíos Ash e Ivet junto con Alexa mientras trabajábamos en un plan para ir por Adria, saber que ellos estaban juntos bajo el mismo techo me carcomía, pero el ver como ella había luchado por él me dejó muy en claro que a partir de ese momento él sería parte de nuestras vidas.

—Habla con tu hijo porque te juro que voy a golpearlo— dijo mi padre muy furioso después de que entramos a casa —Y ni hablar de ti Zading, ¿Cómo te atreves a desobedecerme delante de todo el mundo?

—Deja tranquilos a los muchachos, últimamente las cosas han sido difíciles para todos, no es que ellos te lleven la contraria— mi madre intento tranquilizarlo.

—NO LOS JUSTIFIQUES—mi padre levanto la voz, solo lo hacía cuando realmente se sentía muy enfadado.

—No te desquites con ella— dije poniéndome delante suyo —Si tienes algo que decirme, está bien, hazlo, pero deja tranquila a mi madre, ella no tiene por qué tolerar que la trates de esta manera —

—¿Te atreves a hablarme de ese modo a mí, mientras que permites que un bastardo se robe a tu mujer delante de tus ojos?— su voz tenía cierto tono burlesco pero decidí ignorarlo— No eres el hijo que creí haber educado, no eres más que un maldito cobarde, ¿Cómo puedes permitirlo?—

—Eres la persona menos indicada para juzgarme padre, ¿O es que ya olvidaste a Estrella?— esto último lo susurre de manera que sólo él podría escucharme.

— Ve a tu habitación ahora mismo Dimitry— vi su quijada tensarse junto con las venas en su cuello.

—Si de cobardes hablamos, tú me llevas la delantera— al pasar a su lado le dije lo último que necesitaba para que él me dejará tranquilo—¿O es que quieres que Jasper sepa la verdad?—

Camine hasta las escaleras donde se encontraba mi madre y la tome del brazo para acompañarla a su habitación, detrás nuestro venía mi hermano quién me miraba con esa necesidad de la verdad, que sabía que yo podría darle, pero también era consciente de que no lo haría, no perdería mi única arma contra papá.

—No discutan con su padre, esta casa debe estar en armonía o seremos débiles hijos, deben entender que su padre solo quiere lo mejor para ustedes, él no tuvo la intención de ofenderte Dimitry, pero sabes que tiene algo de razón, ese muchacho traerá problemas a tu relación con Alexa, si no quieres hacerlo por tu padre, hazlo por el bienestar de su amor, debes deshacerte de él— en cuanto entramos a su habitación mi madre comenzó a hablar acerca de Amír.

—Quiero que prestes atención a lo que diré madre, porque no planeo repetirlo— tome sus manos entre las mías y las bese— Hasta ahora siempre he escuchado tus consejos y me he guiado con tu sabiduría, pero esta vez madre debes saber que no permitiré que vayas en contra de mi decisión,  nadie puede tocar a Amír a menos que Alexa ordene lo contrario, él es su familia y yo le prometí que siempre protegería a aquellos que ella ama, así que si ella lo ama, yo cuidaré de él—

—Hijo, escucha a tu madre por favor, yo quiero tu bienestar y él...— sus ojos estaban llenos de lágrimas y aun así tuve que interrumpirla.

—Te dije que no cambiaría de opinión, así que lo mejor es que dejes el tema madre, no quiero ir en tu contra— le solté las manos y ella con dolor asintió.

—Espero que sepas lo que haces, no es fácil aceptar que la persona que amas esté con alguien más y es aún más difícil aceptar el hecho de que le ame tanto o incluso más de lo que te ama, eso puede incluso matarte en vida— sabía de qué hablaba, ella lo había vivido en carne propia.

—Esto no es igual madre, verás que no es así— fue lo último que dije antes de abandonar la habitación.

Mi hermano se quedó con ella, como lo hacía cada vez que había peleas en casa, él odiaba dejarla sola, en cambio yo fui directo a mi estudio, necesitaba pintar, necesitaba sacar todo lo que me consumía por dentro y era la única manera que conocía de hacerlo, pero el entrar no me ayudo en nada, la habitación estaba llena de retratos suyos, lugares en los que habíamos estado, bocetos de pinturas que había hecho para ella, e incluso vestigios de la última vez que ella estuvo aquí, antes de que todo comenzará a ir mal, cuando aún éramos nosotros y nadie más.

—Hola—me giré en seguida a la puerta cuando escuche que alguien habló— Tranquilo, soy yo, solo vine a traer algunas cosas para tu padre—

—¿Qué quieres aquí Ashley?— limpie las lágrimas que no había notado antes estaban allí.

—Vine a ver como estabas, no hemos hablado desde lo que paso en el aeropuerto—

—No hay nada que hablar, fue un error y nada más que eso— la saque del estudio y cerré con llave.

—Sé que no debí besarte, pero no me arrepiento de nada, durante años te he amado, pero tú no has hecho más que ir tras ella, dime Dimitry, ¿Qué tiene ella que yo no pueda darte?— se aferró a mi brazo.

—Empezaré por decir que ella jamás haría algo como esto, ella jamás le rogaría a un hombre— dije alejándola de mí.

—Yo sé que no lo dices en serio, solo lo haces porque te sientes herido por ella, pero está bien, puedo soportarlo, mientras estés dispuesto a amarme— intento volver a tocarme pero me aleje— Si ella puede tener a alguien más, ¿Por qué tú no?— había reproche en su voz.

—Márchate Ashley, no hagas que pida que te echen de aquí— hable con el tono más gélido que había aprendido.

—No me menosprecies Dimitry, crecí con ustedes, conozco sus fortalezas y debilidades, una mujer dolida puede ser peligrosa— amenazo mientras limpiaba las lágrimas que corrían por sus mejillas.

—Y no olvides que un hombre enamorado lo es aún más— me acerque haciendo que ella retrocediera dos pasos— Si te atreves a tocarla o tan siquiera a respirar cerca suyo te juro que voy a hacerte desaparecer—

—La tía Amtoh jamás lo permitiría— se burló, pero note el miedo en su voz.

—¿Cuándo he detenido los deseos de alguno de mis hijos Ashley?— la voz de mi madre lleno el pasillo— Nunca te sobrepases, sabes muy bien que si Dimitry lo ordena tu madre ni siquiera tendrá un cuerpo al cual llorar—

—Señora Fleming...— la voz de Ashley tembló al darse cuenta de su situación— Yo..., lo sé, lo lamento—

—Ahora márchate niña— Ashley solo asintió y corrió lo más rápido que pudo para salir de este lugar.

—Lo que sea que hayas tenido con ella arréglalo, no mentía cuando dijo que una mujer despechada es la más peligrosa— mi madre advirtió antes de marcharse. 

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