Verdades a medias (1/3)

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Alexa:

Había pasado dos semanas en el hospital de hasta que me dieron el alta, ninguno de mis oadres me había visitado, mis hermanos no decían mucho pero sabía por el comportamiento de mis tíos que algo realmente malo había ocurrido.

—Todo esta listo cariño, podemos ir a casa— la tía Ivet me saco de mis pensamientos.

—Gracias tía — la abrace.

—No tienes nada que agradecerme — dejo un beso en mi frente y su sonrisa se ensancho cuando vio entrar a mi tío Ash.

—Listo gatita, ya podemos llevarnos a Alexa — dijo recogiendo mis maletas.

—Ash te he dicho que no me llames así delante de los niños— golpeó la frente de mi tío al pasar junto a él.

Cuando subimos al auto note que no era un conductor de mi familia, pero no me sorprendió, dados los hechos supuse que mi madre aún no estaba lista para verme, debía seguir molesta o incluso sentirse culpable.

—Alex— la tía Ivet me llamó.

—¿Qué pasa tía? — me acerque a su lado.

—Vas a quedarte por un tiempo con nosotros querida— eso significaba que mamá se negaba a verme.

—Ya veo, está bien — dije volviendo mi mirada al frente.

—Hija, se que no es nuestro derecho decidir este tipo de cosas, pero no queremos que Ainora se acerque a ti por ahora, sin embargo si así lo quieres ella puede ir a visitarte a casa — dijo el tío Ash.

—Dudo que quiera verme ahora — sentí un nudo en mi garganta y el dolor instalarse en mi pecho.

—No cariño, no quiero que tengas una idea equivocada— me dijo la tía Ivet — Tú madre sí quiere estar contigo, somos nosotros quienes no lo permitimos, no hasta que ella tome su tratamiento y se estabilice —

—Tía yo quiero a mi madre — sostuve su mano

—Yo lo sé cariño, yo sé lo mucho que la amas, sé que jamás la has querido lastimar — acarició mi mejilla.

—Señor, señora — el conductor llamó a mis tíos.

—¿Qué ocurre Julio? — mí tío abrió la ventanilla.

—Un carro se atravesó en el camino hay un joven fuera, parece que espera que bajemos — dijo sin detener el auto.

Asome mi rostro hacía la ventana del conductor y vi de quien hablaba, sentí que mi corazón se detenía y volvía a acelerar, era a quien menos esperaba ver en ese momento.

—No te detengas — dijo la tía Ivet y la vi buscar un arma.

—Para el auto por favor — le dije al hombre —Tía, yo lo conozco, no nos hará daño —

—Está bien — mi tía accedió y el auto se detuvo.

Baje con cuidado para no lastimarme y en cuanto me vio corrió a mí, iba a abrazarme pero lo detuve y luego me acerque con cuidado y lo rodee con mis brazos, me veía diminuta junto a él, sobre todo después del tiempo que pase en el hospital, aunque él también se veía cansado.

—Das asco, no puedo dejarte un par de semanas porque buscas que te maten — dijo sin soltarme.

—Estas hecho un desorden, solo mírate, parece que no te has rasurado en semanas — toque su barba y el solo me dio su sonrisa —Pero, ¿Qué haces aquí Amir? —

—Así que  ya no existe Lilianne— dijo tocando mi cabello que ahora llegaba a mis hombros

—Alexa o Liliane, no importa cuál sea, lo único que realmente importa es que para ambas eres igual de importante —

La Princesa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora