La Princesa.

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Amír :

-"Haz vuelto" - dije cuando la vi entrar a la casa.

Nuestra casa había quedado lista hace una semana y se veía tal y como la habíamos imaginado Liliane estaba muy feliz con eso y verla feliz me hacía muy feliz yo ya estaba trabajando en el hospital junto ella y Mariana había pasado su prueba ahora trabajaba a un ritmo bastante rápido junto a su hermano en el Mandela Center haciendo que funcionará cada vez mejor, había conseguido gente de confianza a la que Liliane se había ganado ayudándoles, pagó las deudas de una familia, el hospital de el hijo de un hombre, la escuela de algunos niños para que sus padres no se preocuparan, ofreció empleos a cambio de ojos y oídos ella comenzaba a ganarse a la gente y ahora confiaban tanto en ella que acudían su tenían problemas como la chica que ahora dormía en una de nsutras habitaciones con sus tres pequeños.

-"¿Cómo sigue?" - dijo quitándose los tacones.

-"Ya está más tranquila, aún le da miedo pero sabe que eso es lo que quiere por lo menos eso me dijo"

-"Pobre chica a su edad y ya tiene tres hijos" - dijo sentadose a mi lado - "Entiendo porque esta tomando esa decisión no puede tener más hijos si quiere darle uan vida digna a los que ya tiene"

-"Así es" - le ofrecí un poco de mi pasta.

-"Gracias...,muero de hambre y la verdad es que la comida del hospital es horrible"

-"Lo sé" - dije asqueado - "Lo bueno es que tienes a este gran cocinero"

-"Eres una bendición" - se recargo en mi hombro mientras comías.

-"Mariana dijo que ya encontró una casa adecuada no muy lejos de la zona donde la necesitas y que está viendo lo de los lugares en la escuela para los niños así como lo del divorcio"

-"Eso es muy bueno, esa chica es muy astuta me serviría bastante tenerla negociando en las calles sobre todo en las carreras clandestinas tiene bastante labia"

-"Así es, una vez que empieza a hablar es sorprendete" - dije recordando mis últimas pláticas con ella.

-"En días tan candados como este extraño nuestras vacaciones" - dijo dejando escapar un suspiro.

-"Después de la cirugía puedo llevarte a la cabaña a descansar unos días si quieres" - esta sonrió ante mi propuesta.

-"Me encanta la idea"

-"Por cierto, llegó este sobre a tu viejo nombre y no quise abrirlo" - tome los dos sobres que estaban junto a mi - "Y este otra esta a tu nombre Liliane"

-"Esta es de Patrick, reconocería su letra siempre" - dijo sonriendo - "Pero esta..."

Comenzó a abrirla y ambos nos quedamos en silencio bastentes serios y ella le dio vuelta a la foto que se encontraba dentro del sobre, lo que tenía escrito la hizo enfurecer...

"No debiste amenazarme 'Liliane' ahora está foto esta en manos de tu madre, no lo olvides crecimos juntas y también se jugar..."

-"Esa hija de..."-la vi tensar la mandíbula.

-"Tranquila estábamos muy lejos de aquí en una carretera desconocida es muy difícil que decifren algo solo con esa foto"

-"¿Y si no sólo fue la foto? ¿Qué pasará con todo nuestro esfuerzo?"

-"Lo resolveremos te lo prometo" - la abrace y ella aún estaba muy tensa.

-"Si este es el juego que quizo jugar le pagaré con la misma moneda" - dijo tomando su teléfono y saliendo de la casa.

-"Tan vengativa..." - deje escapar un suspiro y luego sonreí.

Mi teléfono sonó y era Mariana así que conteste en seguida.

-"El paquete que me diste ya fue entregado" - dijo en cuanto conteste.

-"Muy bien, si hay respuesta informame en seguida"

-"Mariana dile a la jefa que ya revise el avance en el terreno con el hospital y que van a buen ritmo así que si terminarán a tiempo que no debe preocuparse" - escuche la voz de su hermano.

-"¿Puedes darle el mensaje?" - me preguntó.

-"Claro yo se lo doy" - le dije para luego colgar.

Me acerque a la ventana y la vi en el columpio fuera de la casa hablando por teléfono así que espere a que terminará para salir y hablar con ella, mientras tanto termine de lavar los trastes y serví un poco más de comida para ella mientras que preparaba mi uniforme pues en unas horas comenzaban mis rondas a nuestros pacientes, escuche que la puerta se abrió así que me acerque rápidamente a ella.

-"Ya revisaron el avance de la construcción del hospital van a buan ritmo así que acabarán en la Fecha planeada"

-"Esas son noticias increíbles, es lo mejor tener nuestro propio hospital así no necesitamos dar explicaciones si hay heridos en algún momento" - dijo y yo asentí.

-"Así es, aparte de que no tendrás que soportar a ese idiota que hay como director en el hospital" - le dije y ella sonrió.

-"Vayamos a dormir, tenemos una cirugía programada muy temprano y tengo asuntos que resolver más tarde fuera del hospital"

-"¿No crees que te juzgaran por dejar que yo reluce la mayoría de los procedimientos todos los días?" - le dije burlon.

-"¿ Parezco alguien que se preocupa por la opinión de un montón de idiotas?" - dijo y yo negué - "Aparte de que serias una decepción para mi si no puede ras con operaciones tan simples"

-"¿Gracias?" - le puse una cara que la hizo reír.

-"¿Y qué es eso que debes hacer?"

-"Voy a encontrarme con algunos de los chicos que trabajan para mi en Nueva York" - me dijo mientras se sentaba en la isla de la cocina - "Les entregaré información confidencial sobre la persona que envió el sobre y entonces les daré instrucciones de como cuando y dónde entregarlo"

-"¿No sería mejor si dejaras que Mariana o su hermano hicieran eso?"

- "No, necesito encontrarme con ellos personalmente para recibir un informe sobre cómo van las cosas allá"

-"Esta bien, me dare prisa para acabar las cirugías a tiempo y verte para el desayuno"

-"Si, no te preocupes por cocinar has estado trabajando mucho últimamente yo me haré cargo de eso cuando vuelva, Mariana me enseñó a hacer una pasta y quiero probar, si no sale bien pediré algo para desayunar"

-"No  lo hagas, esta cocina en verdad me gusta mucho" - recargue mi rostro en la barra y ella sonrió.

-"Siempre puedo mandar a hacer otra igual" - dijo pero yo negué - "¿Por qué?"

-"Porque esta la hicimos tú y yo juntos  y ahora con el trabajo no podremos hacer lo mismo" - hice un puchero y ella soltó una risita por lo bajo.

-"He visto como miras a Mariana, ¿ella te gusta no es así?" - soltó de la nada.

-"No, la miró así porque me recuerda mucho a mi madre cuando era joven, el mismo color de ojos, cabello, complexión, todo..."- me quede en silencio y luego continúe - "La única diferencia es que ella tiene una mayor estabilidad mental que mi madre al parecer y siempre luce alegre, a diferencia de mamá que siempre estaba amargada con la vida"

-"Vaya..." - me miró sería y luego sonrió - "¿Acaso tienes un complejo de   madre e hijo del cual no me habías hablado?"

-"Aveces en verdad me haces pensar que tienes problemas mentales, ¿has ido con un psiquiatra?"

-"Si cuando tenía 12 años" - dijo y no hubo ironía en su voz.

-"¿Debo temer por mi vida?" - dije tallando mis ojos.

-"Tú dímelo" - dejó un beso en mi mejilla y lavo su plato - "Vayamos a descansar"