¿Qué puedes ofrecernos?

76 6 0
                                    

Amír:

Los siguientes días fueron difíciles, aunque intente ayudar en la estrategia de rescate me había resultado casi imposible hacerlo, todo el tiempo tenía a algún sirviente vigilando cada uno de mis movimientos, y a los líderes sometiéndome a constantes pruebas para demostrar que puedo cumplir con el papel que Alexa me había otorgado, sabía que solo buscaban torturarme, desgastarme, pero no lo lograrían, había crecido bajo el mando de Marco, educado por sus hombres, no conocía la lastima ni nada que se le pareciera, me habían vuelto un arma programada para seguir luchando aunque estuviese muriendo.

—Vamos, demuestra que tienes lo necesario para estar al lado de Alexa, no eres más que basura— un golpe más cayó sobre de mí, era de Noor, la hija de Paola Gallagher — Muévete bastardo— 

Esquive el golpe que lanzo y la tome por el brazo antes de lanzarla contra el piso, escuche el aire salir de sus pulmones cuando mi rodilla cayó sobre sus estómago, maldije para mis adentros, me había excedido, eso no le gustaba a Paola y le desagradaría aún más al tratarse de su propia hija, me quite de encima suyo para dejarla respirar y me aleje sin darle la espalda.  

—Te dije que no debías sobrepasar tus límites— Paola fue directo a mí, pero en ese momento a la sala entro la única persona a la que quizá quería ver menos que a la mujer delante mío. 

—Vamos Tía, no puedes culparlo por el hecho de que Noor este oxidada—  habló Dimitry.

—¿Qué haces aquí Dimitry?— le dijo la mujer.

—Vine por él, tengo unos temas que discutir y necesito que lo dejes libre de toda esta mierda— se acercó a ayudar a Noor a ponerse de pie din dejar de mirarme.

—¿Tus padres saben que estás aquí?— cuestiono Paola.

— Claro, ¿De qué otra manera me atrevería a venir hasta aquí y llevarme a su prisionero de esta tortura—la cara de la mujer cambio a una de molestia— Perdón, a su alumno de este entrenamiento—

—Por hoy está bien, mañana debe volver, ¿Quedó claro?— Dimitry asintió y yo hice lo mismo.

Tome la sudadera que había dejado en las bancas y me la coloque antes de seguir a Dimitry hasta la casa principal, caminamos en silencio hasta la habitación que me habían dado, él espero de pie ante la puerta, como si quisiese que yo lo ofreciera pasar, lo esquive y abrí, señalando con la mano que podía entrar.

—¿A qué debo el favor?— decidí hablar primero.

—Alexa— dijo sin mirarme, solo observaba lo que había alrededor suyo.

—¿Ella te lo pidió?— me saque la ropa para darme una ducha y me envolví en una toalla, entonces le pregunte antes de entrar al baño—¿Quiere verme?—

—No, solo que..., puedo notar su preocupación, siente que se están excediendo contigo— esta vez se giró y me observo detenidamente — No tienes vergüenza, ni decoro, ¿cierto?—

—¿Te molesta ver a un hombre desnudo?— me burle y solo pude escucharlo resoplar.

—Me pregunto, ¿Cómo puede gustarle alguien tan infantil como tú?— solo sonreí al girarme y cerrar la puerta.

—Yo me pregunto lo mismo— sabía que quizá me escuchaba pero realmente no me importo.

Termine de ducharme y me vestí dentro del baño, aún podía escuchar a mi visita indeseable en la habitación, realmente no importaba, quizá quería pedirme que me alejará de ella, quizá iba a amenazarme, esto era lo de menos, yo me marcharía una vez que cumpliera mi promesa, no antes, claro que no quería irme, pero mi presencia aquí dañaría el futuro de Alexa más de lo que la beneficiaría.

—Tardaste demasiado— un regaño, sorprendente, este tipo era agotador— Te dije que quería hablar contigo—

—No dijiste que tuvieras prisa— seguí secando mi cabello.

—Estaba implícito en el hecho de que te seguí hasta aquí—  parecía irritado, podía joderlo un poco más, pero realmente no tenía ánimos para discutir ahora.

—¿Qué es eso de lo que querías hablar?— cedí.

—Es sobre ella, sobre nosotros— parecía no encontrar las palabras para decirlo.

—No necesitas hacer esto, pedirme que me marche o me matarás, nada de eso es necesario— lo ayude un poco— el me miro hasta cierto punto ofendido y realmente no entendía el por qué.

—Carajo, no, yo no dije eso, y ni siquiera se te ocurra mencionar algo como eso delante de Alexa—se puso de pie y comenzó a caminar muy agitado por la habitación— Si ella cree que te amenace entonces se molestará conmigo y eso nos alejará más—

—Entonces, ¿Qué es lo que tratabas de decir?— insistí.

—No es nada, ni siquiera debería haber venido, puedes descansar o ir a buscar a Alexa y al resto, yo me largo de aquí— salió prácticamente corriendo de la habitación.

—Carajo, es como una adolescente que corre celosa— exhale estresado y solo fui tras de él, odiaba que la gente dejará todo a medias —¡Oye idiota!— le llame cuando lo vi acercarse a su auto.

—No vuelvas a llamarme idiota— dijo molesto antes de abrir la puerta del auto.

—Si dejo que te vayas ella va a matarme, ¿Lo sabes no?— me interpuse entre el auto y la salida.

—HAZTE A UN LADO CARAJO— se veía muy molesto.

—Sabes, podría rogarle a ella, pero no voy a hacer esto contigo, carajo, tú la tienes y lo sabes, ¿Por qué me jodes de esta manera?— golpee el capo del carro antes de darme la vuelta y largarme de ahí.

Él tendría toda una vida a su lado, probablemente envejecerían juntos mientras yo me quedaría en la casa donde mi madre murió, deseando que fuese a verme y conformándome con serle útil a la persona que amo, poder realmente servir por primera vez a alguien en quien creo, porque yo creo en ella, dentro de toda esta mierda ella puede ser la diferencia, ella puede cambiar algo.

—Amír— su voz, era capaz de darme tanta seguridad— Te estuve buscando—

—Hola Alexa— me giré para poder darle mi mejor sonrisa.

—¿Te lastimaron?— se acercó para revisarme y luego me abrazo—Lamento que estén siendo tan duros contigo—

—Tranquila, puedo con esto y más—hice una exageración en mi expresión estoica lo que arranco una sonrisa de sus labios— Te extrañaba— la envolví aún más en nuestro abrazo.

—Odio hacer resto ahora, pero apenas hemos tenido tiempo de hablar sobre ese tema y Patrick quiere saber ¿qué puedes ofrecernos?— deje escapar un suspiro y ella siguió— Necesitamos más información— 

—Claro, vayamos con él, tengo mucho por decirle— ella asintió y sin soltarme me llevó hasta sus hermanos, íbamos directo a los lobos hambrientos.

La Princesa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora