Parte 58: El asesino de la luna

62 6 1
                                    

El atardecer cayó sobre el Monte Targon, momento en que Taric optó por despedirse de Nautilus y Haley, quien dejó que se quedasen esa noche allí.

Por supuesto hubieron muchos ruegos de por medio por parte del aspecto. Algo realmente curioso y destacable bien pensado.

"Muchas gracias, Haley"

"Espero que sea la última vez, mi casa no es una posada ¿entiendes?"

"Lo sé, lo sé, es solo una excepción"

"Ya... claro..."

"Nautilus, no te metas en problemas, ni esta noche ni cuando estés abandonando estas tierras, ¿podrás hacer eso?"

"¡No puedo prometerte nada!"

"Nautilus..."

"¡Está bien! ¡No mataré a nadie! ¡¿Contento?!"

"Y nada de meterte en problemas"

"¡Vale! ¡Lo pillo!"

"Espero que así sea... y nada de darle problemas a Haley..."

"Para eso ya estás tú" - se quejó la mujer antes de regresar al interior de su casa - "¡Siempre eres tú!"

"¡Parece Noxiana!"

"Quizás de ahí venga el temperamento"

Tras algunos minutos el aspecto finalmente dejó esa zona, asegurándose de que el titán se quedaba sentado y descansando en el exterior.

Para el poco tiempo que iban a estar seguro no llamaría la atención ahí.

Con esto Taric caminó bastante calmado hasta que notó una presencia extraña... era como algo peligroso...

Aphelios... no lo hagas...

"........"

Es enorme, pero eso no significa que sea peligroso

"........"

¿Y qué vas a hacer? ¿Ir en mitad de la noche a preguntarle si es aliado o enemigo?

"........"

Vale, le viste con dos solaris, pero...

"........"

¿Adiós? Espera, no cortes la conversación... ni te atrevas a...

"Arrhf.f... guua... cof..."

El brebaje de flores nocturn que se tomó Aphelios finalmente perdió su efecto y se lo hizo notar de una forma algo dolorosa.

"Esto es..."

"¿Un suplicio?"

"¿Mmm?"

"¿Creíste que no notaria tu presencia?"

"........"

El joven de pelo negro se giró para ver a Taric, al cual se le notaba una gran tranquilidad en claro contraste con la situación.

Y es que Aphelios era conocido... por las muertes que provocaba...

De entre todos los lunari él era quien menos piedad mostraba, siendo a menudo reprochado por su hermana por ello.

"Aspecto del Protector..."

"El arma de los fieles... así te llaman, ¿no?"

"........"

"¿Dando un paseo o con algún plan en mente?"

"¿Qué te importa eso?"

"Me importa si pretendes hacer daño a alguien"

"Estoy buscando a Diana"

"Diana no se encuentra aquí"

"Lo sé... pero seguro que el titán sabe dónde está..."

"¿Hablas de Nautilus?"

"No es la primera vez que escucho ese nombre... sé que trata con la hija de la luna y puedo detectar magia lunar en él..."

"¿Y qué implica eso?"

"Que me dirá lo que quiero saber..."

"Quizás si fueses con buenas intenciones y no con esa arma en tu mano"

"........"

"¿Qué pretendes hacer con ella?"

"........."

"No pretendes preguntarle... quieres torturarlo, ¿no?"

El chico usó su Severum contra el aspecto, quien pudo fácilmente contrarrestarlos con su Bastión, que detuvo los proyectiles.

Tras esto lanzó sus armas como si de un chakram se tratase.

Taric volvió a detenerlos, momento en que el asesino generó un nuevo arma que empezó a generar un orbe oscuro.

"¿Has probado alguna vez mi Gravitum?"

"Aphelios..."

"Lo sabía..."

El aspecto esquivó el primer disparo, pero el segundo sí le impactó. Su velocidad se redujo enormemente, como si estuviese paralizado.

"Obtendré lo que quiero saber antes de que estés libre..."

"Aphel... ios..."

"No puedes protegerlo, aspecto"

"No... no..."

"Sabré qué es lo que le hizo a Diana..."

Taric intentaba hablar, pero incluso eso le costaba estando paralizado. No quería proteger a Nautilus... quería proteger a Aphelios de él...

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora