Parte 12: Obstinada

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Nuestros protagonistas se encontraban en Bandle para que Nami, Willump y Nunu pudieran descansar de forma adecuada mientras seguían con su camino.

Nautilus no necesitaba descansar, por lo que se quedó a las afueras del poblado observando las estrellas, esperando a que el tiempo pasara.

"Nautilus..."

"¡¿Mmmm?! ¡¿Quién ha hablado?!"

"Aquí abajo..."

Cerca de él se encontraba Nami, quien se suponía que estaba durmiendo.

"¡¿Qué haces aquí?! ¡Pensé que estarías con Nunu!"

"Quería venir, y Tristana dijo que le echaría un ojo" - dijo sonriente

"¡No deberías haber venido!"

"Pero siempre te hago compañía..."

"¡Bajo el agua no tienes frío! ¡En la superficie puedes resfriarte!"

"Tonterías, para eso te tengo a ti"

"¡Soy una placa de metal frío! ¡No emito calor!"

La sirenita avanzó hacia el hombro del titán y se acomodó lo mejor que pudo.

"¡Nami! ¡No hace falta que me hagas compañía!"

"¿Por qué lo dices? ¿No me quieres aquí?"

"¡No quiero que te quedes solo por lástima!"

"No es por lástima..."

"¡........!"

"Es por amoure"

La chica se acercó un poco más al rostro del monstruo abisal, con cuidado de no caerse en el proceso. Aunque su magia siempre evitaría que se cayera...

"¿Recuerdas cuando nos conocimos?"

"¡Sí! ¡De eso me acuerdo!"

"Me perdí en el mar y... dijiste que no te separarías de mi..."

"¡De eso también me acuerdo!"

"Desde entonces he procurado pasar cada noche a tu lado"

"......."

"Que estemos de viaje no va a impedírmelo"

"¡Eres muy obstinada!"

"Puede, pero al menos soy una obstinada contenta"

Ambos campeones se quedaron mirando el firmamento durante bastante tiempo.

Esto llamó la atención de Nami, pues se había percatado que eso le pasaba siempre que pasaba las noches al raso.

"Nauti... ¿tanto te gusta el universo?"

"¡El universo no! ¡Las estrellas!"

"¿Y eso? ¿Hay alguna con tu nombre?"

"¡Que yo sepa no!" - dijo firmemente - "¡Pero me permiten guardar un recuerdo!"

"Guardar un recuerdo... ¿cuál es?"

"¡Cuando era niño! ¡Mi padre decía que las estrellas te guiaban siempre!"

"Bueno, eso es cierto"

"¡Decía que no importaba cuanto se perdiera uno! ¡Las estrellas te llevarían a casa!"

"Nauti... nunca me has hablado de tu padre, es porque..."

"¡Es porque no lo recuerdo!"

"......."

"¡Solo recuerdo lo que dijo de las estrellas porque siempre hay estrellas!"

"Entonces... te pasa como a mi con la luna"

"¡La luna....!"

"Recuerdo que antes de encontrarnos... me pasó algo con la luna... pero no recuerdo el qué fue lo que pasó..."

"¡¿Por qué no preguntas a Diana?!"

"No... algo me dice que... no debería..."

"¡A veces puedes ser una chica muy misteriosa!"

"Pero eso es parte de mi encanto sexy y piscificado"

"¡Misteriosa y divertida!"

"¿Qué sería de la vida sin un poco de..."

"¡Eh! ¡Vosotros dos!"

Tristana apareció en mitad de la noche, bastante irritada para todo el cansancio que tenía encima. Avanzó hacia ellos rápidamente.

"Qué madrugadora eres Tristana"

"¡Ni madrugadora ni qué bala perdida! ¡Dejad de hablar!"

"¿No puedo hablar? ¿Por qué no?"

"¡Ninguna bruja le ha robado la voz! ¡No de nuevo!"

"El problema no es su voz... ¡es la tuya! ¡hablas demasiado alto!"

"Oh, supongo que nos habíamos olvidado de eso" - se rio un poco la vastaya

"A mi no me hace ninguna gracia, el único niño que parece dormir bien es Nunu... pero el resto se está desvelando"

"¡En algún momento tendrán que desvelarse!"

"Nauti... será mejor que dejemos la charla para otro día..."

"¡Eres una aguafiestas! ¡Tristana!"

Y a los pocos minutos de irse la yordle, Nami cayó dormida sobre las palmas de su guardián.

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora