Los Viajes de Nautilus

Parte 1: Bajo el lago

Cerca del Instituto de Guerra hay un prado, algunos jardines, montañas y también un lago. Es uno muy tranquilo, pero porque la gente no quiere acercarse...

Esa mañana el agua del lago empezaba a moverse, revelando a un enorme titán saliendo de las profundidades de este. A su lado le acompañaba una sirena.

"Se estaba muy agustito ahí abajo, aquí hace frío"

"¡Eso es porque tienes piel!"

"Seguramente sea por eso"

El gigante de metal era Nautilus, miembro de los llamados Emisarios del Mal y un sobrenatural ser cuyos propósitos variaban constantemente. 

"¡¿Con quién competirás hoy?!"

"Mmm... seguramente con Lulu"

"¡Entonces Veigar estará cerca también!"

"Quizás podríamos hacer doble pareja"

"¡O quizás podríamos convencerles para pegarnos entre nosotros!"

La sirena por su parte era Nami, una vastaya con poderes de manipulación del agua. Ella era una campeona del Instituto y pareja del titán.

"Oye, Nauti, ¿crees que estoy gorda?"

"¡Tu forma parece igual a ayer!"

"El otro día Taliyah me habló de los peces globos y empecé a pensar..."

"¡¿En qué?!"

"Yo... ¿soy un pez globo?"

"¡No! ¡No lo eres!"

"¿Cómo lo sabes? Igual soy una sirena pez globo"

"¡Si fueras un pez globo estarías hinchada y con espinas!"

"Bueno... no puedo escapar a esa lógica" - sonrió alegremente - "Aunque..."

"Eh, vosotros dos"

Tras la pareja se encontraba un invocador vestido de negro y con una máscara que ocultaba su rostro. Él se hacía llamar la Linterna.

"Nauti, ¿este jovencito no es el que ayuda a Viktor con el grupito de Taliyah?"

"¡Tu!" - pensó por un momento - "¡Kog'Maw! ¡¿Qué quieres?!"

"¡Linterna! ¡Soy la Linterna!"

"No, el Linternas es Thresh... tu serías el Mascarás..."

"¡¿No era Kog'Maw?!"

"No estoy para tantas tonterías" - dijo algo molesto - "Solo vengo a deciros que un niño preguntaba antes por vosotros"

"¿Un niño?"

"Sí, se trataba de..."

"¡Un niño! ¡Nauti! ¡Debe de ser la cigüeña!"

"¡¿Cigüeña?!" - se giró hacia el humano - "¡¿Era un vastaya?!"

"Por supuesto que no..."

"Tiene que serlo Nauti, seguro que es monisimo niño pez acorazado"

"¡¿Era un niño pez?!" - volvió a preguntar

"¡No! Era un niño normal y corriente, aunque estaba acompañado de..."

A la siguiente escena Nautilus se hallaba en los jardines del Instituto de Guerra junto a Nami, parecían estar buscando a alguien.

"¿Estás seguro de que debe de estar por aquí?"

"¡Estaba siendo acompañado por un yeti! ¡No creo que le gusten los espacios abiertos!"

"Oh, que listo eres... espera, entonces es como nosotros, ¿no?"

"¡¿Cómo nosotros?!"

"Sí, nos mantenemos juntitos bajo el mar para no molestar a nadie"

"¡Supongo!"

Realmente Nautilus dormía bajo las profundidades para que la gente no le molestase. Por otro lado él no tenía facultad para dormir y así protegía a Nami.

"¡Nauti! ¡Ahí delante!"

"¡¿Mmmm?! ¡¿El qué?!"

"¡Ese niño de aspecto andrógino!"

Bajo un árbol se hallaba un jovencito de pelo azul, acompañado por una criatura enorme de cuatro brazos y peluda. Parecía estar algo adormilado.

"¡Eh! ¡Niño! ¡Despierta!"

"¡¿Eh?! ¡¿Qué?! ¡¿Quién?!" - chilló el chico alarmado

"¡Grgrraaaahhh!"

"¡Nami! ¡Nami!" - gritaba la sirena

"¡Aaaahhh!"

"¡Nami! ¡¿Por qué gritas tu nombre?!"

"Todos gritabais algo, yo también quería"

El niño parecía estar algo agitado por los gritos.

"Arff... me habéis pegado un susto de muerte"

"¡No exageres! ¡¿Eres tú quien me estaba buscando?!"

"¿Buscan... ¡Tu eres Nautilus! ¡¿Verdad?!"

"¡Sí! ¡Soy Nautilus! ¡El Titán de las Profundidades! ¡Y esta es Nami!"

"Yo soy su waifu y compañera de fatigas"

"No te entiendo muy bien... ¡pero debes de ayudarme!"

"¿Ayudarte? ¿A qué debemos de ayudarte?"

"¡Necesito que me ayudéis a salvar la Navidad!"