Parte 102: Recuperación

46 4 0
                                    

El grupo de Nautilus finalmente había logrado desintoxicar a Nami, quien se andaba recuperando poco a poco mientras viajaban.

Habían estado hablando de a dónde ir a continuación, aunque a un ritmo menor para no sobreesforzar a la sirena.

Incluso pararon a mitad del día para descansar.

"¡¿Por qué no puedo?!"

"¡Wruuaaah!"

"Nunu... Nami tiene que estar descansando, espérate a mañana para hablar con ella..."

"¡Pero Nautilus puede!"

"Nautilus es un caso distinto..."

"¿Y qué hay de ese hombre medusa?" - preguntó Annie

"Él tiene... cosas que hablar con ella..."

"¡¿Él sí y nosotros no?!"

"¡Eso! ¡Eso!"

"Por favor, entended un poco que..."

"¡Eh! ¡Yuumi!"

La gata voló con el libro hasta el hombro de Nautilus, siendo que este se había separado un poco de la sirena.

"¡Nami se encuentra un poco mejor!"

"Me alegro de saberlo..."

"¡Tiene que hablar con el hombre medusa pero en cuanto termine podrán verle los niños!"

"¿De verdad?"

"¡Sí! ¡Siempre y cuando no haga movimientos bruscos!"

"Eso es genial"

"¡........!"

"¿Y no tienes interés en saber de que estarán hablando?"

"¡No! ¡No soy un cotilla como tu!"

"¡No soy una cotilla!"

Los niños escucharon lo que el titán dijo, sonrientes de que finalmente podrían hablar con la sirena de Bilgewater.

Esta por su parte estaba sentada sobre una piedra, con la espalda de cara a otra más grande. Simulaba estar sentada.

"¿Seguro que eso es cómodo?"

"Por supuesto, es como... un sillón hecho de piedras..."

"........"

"Pero... pero sin parecerse en absoluto a... un sillón"

"No deberías hablar tanto de seguido"

"Pero quiero hablar mucho..."

"Pues al menos intenta hablar lo menos posible"

"Vaaaaale"

"........"

"Entonces... ¿de qué querías hablar conmigo?"

"Nami, ¿realmente no me reconoces?"

La vastaya se le quedó mirando, pero no le sonaba en absoluto.

Y era un hombre medusa, algo que no veía todos los días. Desde luego de haberlo visto lo recordaría, o eso pensaba.

"Creo que no"

"........"

"Quizás por el nombre, ¿cómo te llamas?"

"Loto..."

"Loto... ¿como las plantas? ¿eres una planta? Porque conozco a varias plantas"

"No, yo... yo soy el guardián del pueblo de los merai..."

"Uhh... los marai..."

"........"

"........"

"No te suenan, ¿verdad?"

"Recuerdo que Diana los mencionó... Nautilus también... alguna vez..."

"Tu pueblo, Nami, los merai conforman tu pueblo"

"Oh, sí, hace muchos años que no voy por allí..."

"........"

"¿Cómo están?"

"Bien gracias a ti, pero..."

"Pero..."

"¿Por qué no vuelves?"

"¿Volver?"

"Sé que tu madre ya no está, pero es tu pueblo y debes volver"

"¿Por qué?"

"Por... ¿por qué? ¿cómo que por qué?"

"Salvé el lugar y ahora están en paz... y si no tenía familia... ¿qué más da que regrese o no? ¿no puedo vivir en otro lado?"

"Pero..."

"Conozco a un noxiano que vive en las Islas de las Sombras..."

"........"

"Una shurimena que vive en Zaun"

"Pero... ¿por qué no quieres regresar? ¿por qué no regresaste?"

"Oh, me perdí"

"Te... ¿te perdiste?"

"Sep, me perdí, di con Nautilus y ahí empezó mi gran aventura por toda Runeterra"

"Pero ya no estás perdida, puedo llevarte allí"

"Eso sería genial, hacerles una visita, pero yo ya estoy viajando con Nautilus"

"¿Prefieres viajar con él antes de regresar a tu hogar?"

"Nautilus ya es mi hogar"

Esas palabras, aunque dichas de forma muy liviana, parecieron golpear con fuerza al guardián abisal de los merai.

¿Era inevitable que ella no regresase? ¿Era por la perdida de memoria únicamente? ¿Por qué hablaba de forma tan extraña?

Y además... ¿no quería a su pueblo?

"¿Necesitas algo más?"

"Yo..."

"Porque quiero ir a ver a los niños, o que Nauti les traiga"

"Esos niños..."

"Son un ricura, ¿verdad?" - comentó antes de mirarles - "Los adoro"

"Sí... entiendo..."

Esa sonrisa de felicidad era una que Loto no veía desde hace años, pero sobretodo era un gesto lleno de sinceridad.

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora