Los Viajes de Nautilus

Parte 86: Profeta

Puedo... puedo escucharla... maestra... vuelvo a escucharla otra vez... hacía mucho tiempo, pero... su profeta nunca perdió su fe...

Yuumi recién acababa de entrar en la cabaña donde se encontraban Rumble y Zoe. El yordle sí parecía conocer a esa gata extraña.

"Bien, hagamos corta las presentaciones..."

"Por favor... hoy he conocido como a cinco personas distintas..."

"Zoe... esta gata y su libro malrollero son... una gata y un libro malrollero, pero mágicos"

"Vale..."

"¡Yo no doy mal rollo!"

"Yuumi... esta es Zoe, aspecto targoniano del Crepúsculo, amiga del comatoso de aquí y sobretodo una niña hiperactiva"

"¡Yo no soy hiperactiva!"

"Discrepo mucho..."

"Y el problema es..."

"El señor Malzahar está teniendo una visión, pero no parece poder librarse de ella... si al menos supiésemos qué ve..."

"Oh, eso podemos hacerlo"

El libro se abrió frente a Yuumi y Zoe, deslizando sus páginas hasta llegar a un apartado en donde hablaba de la visiones.

"Con el hechizo adecuado podrías conectarte a él"

"¡Guau! ¡¿De verdad puedo?!"

"En principio sí..."

"¡Hagamoslo! ¡Hagamoslo!"

El yordle observó cómo Yuumi narraba una serie de palabras algo raras, haciendo que los ojos de Zoe se iluminasen.

Cuando la niña parpadeó descubrió que estaba afuera de la cabaña, sin ninguno de los campeones alrededor suya.

"No ha funcionado... he vuelto a viajar en el tiempo..."

"¿Viajar en el tiempo?"

"Sí, algo que según la física de los colores del cielo puede... darse..."

"........"

"........"

"Emm... hola..."

Delante de ella se encontraba un muchacho vestido de ropas celestes y de pelo castaño. La miraba un tanto extrañado.

"Ho... hola..."

"Tienes un pelo muy raro... ¿eres extranjera?"

"Soy del Monte Targon, aunque del Monte Targon de hace muchos años"

"Targon... no me suena..."

"¿Sabes a dónde han ido todos los que estaban aquí?"

"Aquí no vive casi nadie salvo yo"

"¡Eso no es cierto! ¡Yo conozco al dueño de esta cabaña perfectamente y no eres tú!"

"Esta es mi cabaña..."

"Tu... ¿tu cabaña?"

"Bueno, era de mis padres, pero... fallecieron..."

El color de sus ropas, su forma de hablar, el pelo, la cabaña... Malzahar no estaba atrapado en una visión cualquiera...

Estaba atrapado en una visión sobre su pasado, y Zoe se había metido en ella.

"Tu eres Malzahar"

"Emm... sí, soy yo..."

"¡Me habías engañado porque no llevabas ropas moradas!"

"¿Moradas?" - se extrañó antes de intentar racionalizarlo - "¿Acaso vienes para que te ayude con alguna visión?"

"Con... ¿con una visión?"

"Antaño ofrecía mi don de la clarividencia como ayuda..."

"Eso es algo bastante genial"

"Bueno, era, ya no lo hago"

"¿No? ¿Por qué no?"

"Porque no merece la pena... quienes escuchan algo malo se enfadarán... quienes escuchan algo bueno se confiarán..."

"........"

"El ser humano simplemente cae en la desesperación y oscuridad aún si intento ayudarles..."

"Esa es una visión muy negativa de la vida"

"No, esa es la vi... vi..."

"¿Joven Malzahar?"

"¡Aaaahhhh!"

"¡Joven Malzahar!"

Sé que puedes oírme... joven... sé que puedes escucharme... y sé que puedes ver... puedes ver lo que quiero que veas...

"¡No! ¡No! ¡No me muestres más!"

"Jov... Señor Malzahar... ¿qué le ocurre?"

"Esa voz la sigo oyendo... nunca... nunca despierto..."

"Señor Malz..."

"Las oyes... ¿tú también las oyes?" - preguntó con lagrimas en los ojos - "Dime que las oyes... por favor, dime que tú también la oyes..."

"¿Oírla? ¿A quién?"

Malzahar... es hora de que te muestre más...

"¡No! ¡No me muestres más!"

"¡¿A quién le estás hablando?!"

Y la mente del profeta se llevaron nuevamente de imágenes sobre el Vacío, destruyendo, devorando y corrompiendo todo cuanto tocaba.

Y solo un nombre resonaba tras toda aquel dolor que veía.

"Al Vacío..."