Parte 139: ¿Quién fue el Kaiser?

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Había pasado una hora desde que Mordekaiser se había encontrado con el grupo Nautilus. Ahora estaba en la casa de la llamada Cronista de la Ruina.

Minerva, la Cronista, le mantuvo esperando mientras continuaba revisando los muchos manuscritos que poseía.

"Nada... no hay nada..."

"Tu habilidad es una mentira entonces"

"Mi poder ha sido comprobado por la familia real de Camavor en persona... puedo conocer toda la historia de las almas de estas islas..."

"¿Entonces por qué no puedes ver la mía?"

"No lo sé..."

"¿Puedes ver la historia de los recién llegados?"

"Por supuesto... Annie de Noxus, Nautilus de Bilgewater, Nami de Bilgewater, Nunu y Willump de Freljord, Yuumi de Bandle..."

"........"

"No tengo toda la información recopilada, pero pronto..."

"¡¿Y por qué no tienes nada sobre mi?!"

"No... lo sé..."

"¡Se supone que en algún punto fui un rey afligido por la tragedia! ¡¿Por qué soy el único que puede recordarlo?!"

"Puede que..."

"........"

"Fuese algo tan antiguo que mi magia..."

"Fui un necio en confiar en la magia de un espectro menor como tú"

"No subestimes mis poderes, Mordekaiser"

"¿De verdad quieres que no te subestime?" - le dijo con un tono amenazante - "Porque para conseguir eso deberás averiguar..."

"¿Esa es tu forma de pedir las cosas?"

"........"

"Dejaste tu posición como Jinete de las Sombras para encontrar algo que hubiese sobrevivido a tu reinado..."

"........"

"Incluso estuviste ausente cuando todos los espectros intentamos que la reina Isolde regresase, ¿y aún así te pones exigente?"

"........"

"Debería darte vergüenza..."

Sus palabras fueron interrumpidas por un ágil movimiento del titán de hierro.

Con su mazo destruyó una de las estanterías de Minerva. Estanterías que se suponía eran irrompibles por su propia magia.

"Sabes la historia de esa tal Yuumi... ¿cierto?"

"La... la mayor parte..."

"¿Y qué hay del libro?"

"¿El Libro? Si tiene un alma... puedo leer su historia también..."

"Pues empieza... ya..."

Mientras esto ocurría el Rey Arruinado se encontraba en la sala del trono, acompañado por su consejero Karthus y su hija Gwendoline.

"Te he dicho que no"

"Pero papá, no será la primera vez que voy al Bosque Retorcido"

"Sola sí..."

"Pero tú mismo has dicho que habría que pedir explicaciones a los visitantes, y yo conozco a uno de ellos"

"Al llamado..."

"¡A Nautilus! ¡Me rescató una vez! ¡Es buena persona!"

"Eso es algo tremendamente discutible..."

"Majestad, si me permite..." - habló el liche - "Nautilus es uno de los más antiguos aliados del carcelero, y por extensión suya nuestros"

"El carcelero no es precisamente de quien más me fie..."

"Pero sus aliados, han resultado ser más o menos fiables"

"¿Y qué hay de la lunari?"

"Una excepción bastante comprensible teniendo en cuenta la invasión..."

"No sé..."

"Recuerde que de todos esos individuos tres de ellos se vieron afectados por la niebla negra, y no parecen guardar rencor"

"Dudo incluso que se acuerden de ello..."

"Papá, por favor, será como... intervenir en nombre de la realeza..."

"No..."

"Como princesa tengo que empezar a actuar como tal frente a los visitantes, ¿no?"

"No..."

"Karthus, dile algo"

"Señor, tiene cierto punto... aunque dependería de qué visitantes..."

"Karthus..."

"Sé que la Reina Sangrienta está ocupada, pero ¿por qué deja que vaya en compañía de otro espectro?"

"Iría yo mismo, pero me interesa saber los movimientos de..."

"Papá, ¿qué me dices de Sémola?"

"Mandar a dos niñas es la peor idea del mundo"

"Dos niñas..." - se paró a pensar el liche por un momento - "Señor, creo que existe el ente indicado para cuidarla..."

"Bien... tráelo..."

"Entonces, ¿eso es un sí?"

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora