Parte 127: Tierra viva

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Pasar por las tierras de Ixaocan habían supuesto un inconveniente mayor al que Yuumi pensaba, principalmente porque revelar algo sobre ellos suponía consecuencias.

Qiyana obligó a Nunu y Willump a luchar contra un dragón de nube, al cual derrotaron gracias a que Ravassa lo escogió.

"Ravassa..."

"¿Sí? Reina Qiyana"

"La derrota de ese dragón ha sido muy... sencilla..."

"Nunu y Willump son campeones"

"Pero quizás un dragón de fuego hubiese supuesto mayor desafío, ¿no?"

"Reina Qiyana, usted es entre otras cosas conocida por..."

"¿Sí?"

"Por... ser una santa en cuanto a la piedad se refiere... y siendo campeones al igual que usted, es un gesto..."

"........"

"Humilde"

"Buen intento..."

Era evidente que no se había tragado ese cuento, pero también esperaba simplemente entretenerse un poco y seguir el protocolo real.

Se preguntaba dónde estaba el resto de su séquito, mientras que Nami y Yuumi se reunían con el victorioso Nunu. Y Willump.

"¡Bien hecho! Estoy orgullosa de ti, Nunu"

"Solo era un dragón de nube"

"Wrruraaah"

"Willump y yo solo hemos hecho lo mismo que en la grieta..."

"¿Tan peligrosa es esa grieta?" - preguntó la gata

"Es... largo de explicar... ¿y Annie?"

"Es la siguiente en combatir... la reina Qlona ha dicho que después podremos descansar..."

"Dormir en un lugar seguro, genial"

"¡Eh! ¡Dormir cerca mía es medianamente seguro!" - gritó Nautilus

"Hablando de seguridad... ¿a Annie también le ha tocado un dragón de nube?"

"Pues..."

La pequeña se encontraba sonriendo con malicia ante su oponente, un agresivo dragón de montaña.

Su piel era de color marrón, cubierto de rocas y con ojos amarillos.

"¡Ttttrrraaaahhh!"

"Uuuhhh... un dragón marrón..."

"Trtttrrr..."

"¿Tu no escupes nada? Qué aburrido"

"Trttrrr..."

"A Tibbers y a mi no nos gusta que nos aburran..."

"¡Trrraaahahhh!"

El dragón agitó su cola contra unas gigantescas rocas que había en el área, destruyéndolas y lanzando varios pedruscos a la niña.

Annie se rodeó de unas fuertes llamas con su Escudo Fundido, luego las usó para lanzar distintas bolas de fuego que reventasen las piedras.

Acertar y dar a los "proyectiles" parecía divertir a la niña.

"¡Eso ha sido divertido!"

"Trtrtrrr..."

"Pero no es justo que yo sea la única en divertirme..."

"¿Trrrttt?"

A los pies del dragón se encontraba un osito de peluche, el cual había lanzado Annie junto con la ráfaga de bolas de fuego.

"Dragón de Montaña, ese es Tibbers..."

"Trttrrr..."

"Tibbers, este es el Dragón de Montaña..."

"Tttrrr...

Una explosión de llamas cegó al dragón cuando este se inclinó para ver al muñeco.

En cuestión de segundos tenía delante a una especie de oso muy agresivo y en llamas. Aún sorprendido no vio venir un zarpazo por parte de este.

"¡Trttraaaaaahh!"

"¡Grgrzz... grgrzzz..!"

"Tibbers, creo que no quiere jugar..."

"Grgrrzzz..."

"Rosticémoslo..."

Annie desplegó su Incinerar justo frente del dragón, impidiéndole tener una buena visión del oso endemoniado.

Tibbers por su parte aprovechó que no estaba volando para lanzarse a su cuello.

El dragón se retorcía por todas las llamas que el oso aplicaba a su cuello, así como los poderosos zarpazos que le propinaba.

"¡Tibbers! ¡No seas delicado!"

"¡Ggrgraaahhzzz!"

"¡La reina nos ha dado permiso para romperlo si hace falta!"

"¿Romperlo?" - se extrañó Yuumi - "¿A qué se refiere con..."

"¡Grgrraaahhazzz!"

Y tras agarrar apropiadamente la cabeza en llamas de la criatura Tibbers la giró bruscamente, quebrándola sin darse cuenta.

Realmente el oso no esperaba que se rompería tan fácilmente.

"Lo siento, Tibbers, parece que no era tan bueno..."

"Grgrrzzz..."

"Ravassa..."

"¿Sí? Reina Qiyana..."

"Sabes... la primera vez que maté a alguien fue quebrándole el cuello, usé mis piernas..."

"........"

"Me agrada la niña, que le sirvan algo de comer ¿vale?"

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora