Parte 45: Aquella noche...

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Mientras Nautilus y el resto de campeones atendían al enfermo Nunu, la lunari conocida como Diana logró llegar a Kalamanda.

Al contrario que los otros campeones, ella atravesó Aurma y los mares en una sola noche, sin dar rodeos o parones forzosos.

"Deberíamos encontrar a Nautilus en breve..."

"Seguro que estawá cerca"

"Tu convicción siempre es agradable, Shelly"

"Mi tropa me dice eso mucho"

"Me lo imagino..."

"Diana, quewia saber, ¿de qué conoces a Nautilus?"

"¿A Nautilus? Pues somos compañeros de equipo..."

"Compañewos de equipo..."

"Sí, aunque ya le conocí antes de eso, hace años..."

Esto llamó la atención de la nortuga, que parecía algo intrigada por la relación que esta guerrera albina tenía con el titán de hierro.

"¿Qué ocuwió para que os conocieseis?"

"¿Qué ocurrió?"

"Sí, ¿qué ocuwió?"

"Pues..."

"........"

"Como todo encuentro con Nautilus... fue caótico..."

La mujer recordó aquella noche... la noche después de que se descontrolara y usase su poder contra los Solari... la noche de su matanza...

Había acabado en el mar más cercano de Targon, donde se bañó para quitarse de encima la sangre... fue cuando volvió a la orilla que lo vio...

"Una luz... ¿vendrán en mi búsqueda?"

"¡........!"

"No... son dos luces... espera..."

"¡He visto algo brillar! ¡Algo plateado!" - gritó una fuerte voz

"¿Qué demonios es eso?"

"¡Yo soy Nautilus!"

A unos metros de ella apareció un gigante de hierro, cubierto de algas y un oxido muy remarcado. Pero sobretodo sus brillantes ojos.

"Nau... ¿Nautilus?"

"¡El Terror de las Profundidades!"

"Creí que eras... una leyenda..."

"¡Las leyendas suelen ser verdad!"

"Te entiendo..." - dijo mirando a la luna

"¡¿No me tienes miedo?! ¡Tu reacción no parece demasiado normal!"

"Hoy... hoy he pasado por mucho..."

"¡Vosotros los humanos siempre metiéndoos en problemas!"

"Hablando de problemas... ¿qué haces en Targon?"

"¡Me ha llamado la atención un resplandor plateado!"

"Esa sería yo..."

"¡No! ¡Tu solo eres una mujer desnuda con una espada!"

"No es una espada..." - dijo algo ofendida

La mujer procedió a recoger sus ropas y a vestirse, mientras que Nautilus miraba alrededor en busca de aquel brillo que vio.

"¿Sigues buscando?" - preguntó ya vestida

"¡Esa luz! ¡Quiero saber de dónde venía!"

"Te he dicho que era yo..."

"¡¿Tu?! ¡Demuéstramelo!"

"¿Eso es una provocación o una petición?"

"¡¿Acaso importa eso?!"

Diana agarró con fuerza su arma y se arrodilló, rodeándose lentamente de una misteriosa energía plateada que fue rodeando su cuerpo.

Se levantó y sus ojos se veían completamente inmersos en una luz similar.

"¡Eres como un faro!"

"Dijo el tipo de ojos brillantes..."

"¡¿Tu también estás maldita?!"

"Mal... ¿maldita?"

"¡Sí! ¡Por la oscuridad o por alguna maldición!"

"........"

"¡O como en mi caso ambas!"

La energía que rodeaba a la mujer se fue apagando a medida que ella reflexionaba sobre esa pregunta que le hizo.

"Según la sociedad y la historia sí... estoy maldita..."

"¡¿Según la historia?!"

"No lo entenderías..."

"¡Podría entenderlo! ¡Pero podría no recordarlo!"

"¿Cómo dices?"

La escena regresa al presente, donde Diana y Shelly continúan su camino.

"Tiempo después descubrí sus problemas de memoria..."

"Ese Nawtilus siempre tan curioso de todo"

"Tras ese intercambio de palabras nos peleamos"

"¡¿Pelear?! ¡¿Por qué te peleaste con Nawtilus?!"

"Es irónico... pero no recuerdo eso en concreto, fue por alguna tontería..."

"¡¿Y le ganaste?! Porque estás viva..."

"Digamos que fue un empate muy poco amistoso y..."

Una especie de misil mágico fue contra ellas, siendo repelido por el arma de Diana, que reaccionó justo a tiempo.

"¡¿Qué ha sido eso?!"

"Diría que fuego enemigo..."

"¡Prepawaré mi cañón de burbujas!"

"¡Miaaauuuuu!"

"¿Miau?"

Frente a ellas apareció una especie de gato posado sobre un libro volador. Aunque a estas alturas a la lunari no le parecía tan raro.

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora