Parte 123: Enredosas intenciones

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La selva de Ixtal se había vuelto bastante agitada desde que la tropa de Nautilus llegó. Zyra ahora tenía enfrente a dos campeones un tanto hostiles.

Rengar, que planeaba cazarles sin piedad alguna. Y Shaco, que parecía querer rebanarle el cuello a la pequeña Annie.

"Entonces... ¿a qué viene la pelea?"

"Zyra, no te entrometas en mi caza"

"Me entrometeré en lo que me interese... ¿Shaco?"

"El gato albino dijo que le molestaba en su caza, así que hicimos lo lógico"

"¿Pelearos con intención de matar?"

"Exacto, jejeje..."

"¿Y qué hacías aquí exactamente? Shaco"

"La reina me pidió que le llevase a los forasteros... no le importaba demasiado si la niñita de fuego llegaba viva o no"

"¿Qiyana te dijo algo así?"

"Palabra más, palabra menos"

A Zyra le resultaba extraño que Qiyana mandase a matar a una niña como Annie. Era peligrosa, pero Nautilus también lo era.

"¿Puedo continuar matándola?"

"Es una niña..."

"Conozco niñas que han sido asesinadas, la muerte nos llama a todos"

"Qiyana te ordenó llevarles a Ixaocan, ¿no?"

"No exactamente... dijo a la base de... de... emm..."

"........"

"No recuerdo el resto, a veces habla mucho"

"Mira que eres..."

Mientras ambos hablaban Rengar aprovechó para sacar de uno de sus bolsillos una pequeña bomba ignífuga.

La había creado a través de algunas de las piñas explosivas de la selva.

"Dijiste que era una base, ¿era la de la centinela?"

"Sí, creo recordar que dijo que iría a buscarla o algo por el estilo"

"Mira, por lo general me da igual lo que hagas..."

"El Rey Arruinado suele decir lo mismo"

"Pero en esta ocasión hay que tratar el asunto con algo de tacto"

"¿Tacto con o sin sangre?"

"Sin sangre"

"¿Incluida la del gato?"

Fue ahí que Rengar hizo estallar su pequeña bomba incendiaria, logrando agarrar su machete en el proceso y cortando las enredaderas.

Zyra le lanzó algunas espinas, pero el cazador las repelió para luego volver a su estado de invisibilidad.

Se marchó, mostrando poco interés en perder más tiempo del necesario.

"Maldición..."

"Se te has escapado de una forma muy original"

"Al contrario que tú"

"Podría haberme escapado" - se rió el payaso - "Pero es divertido ver al cazador hacer cosas con ese cuchillo grande"

"Mira que eres rarito"

"Jajajaja"

"Será mejor que regresemos a Ixaocan antes de que Qiyana condene a esos tipos a cadena perpetua... o peor..."

"¿Peor en qué sentido?"

"Ese Nautilus puede llegar a ser muy destructivo..."

Además de que contaba con fuertes aliados, si en algún momento llegaban a enfadarle más de la cuenta podría suponer un riesgo mayor.

"¿Por qué te preocupa tanto ese grupo?"

"No me preocupan a nivel personal..."

"No mientas, estás demostrando sentimientos"

"Cállate Shaco"

"Pero es ciertoooo, Zyra la plaaaaaanta está siendo buena con alguien"

La enredadera que sujetaba al bufón se agitó salvajemente, golpeándole contra algunos árboles antes de dejarlo caer al suelo.

"¿Quieres que continúe?"

"No te lo recomiendo... jeje..."

"........"

"De lo contrario podría matarte..."

"Qué encantador" - afirmó antes de tocar la tierra - "Ese Rengar debe de haberse alejado usando los árboles, sabe cubrir su rastro de mi"

"El señor gato está enfadado todo el día"

"........"

"¿Crees que él podría matar a la niña?"

"Si le damos tiempo quizás podría matarlos a todos"

"Jejejeje..."

"Solo necesita tiempo, un poco de su ingenio y muchas ganas..."

"Entonces, ¿vamos a por él?"

"No, no vamos a ir a por nadie"

"¿Por qué?"

"Porque no pienso meterme en más problemas de los que me conviene"

Realmente detuvo la pelea porque no entendía del todo la batalla que estaban teniendo. Su postura frente a lo que hiciesen era neutral.

Aunque... si podía evitar que al menos uno de ellos matase a la mocosa...

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora