Los Viajes de Nautilus

Parte 179: Sudaro

Quedan 36 días para salvar la Navidad...

Nautilus y compañía finalmente habían llegado a la isla de Sudaro, donde el Emisario del Mal podría reunirse con su amigo Thresh.

Antes de la llegada del espectro el grupo decidió en ponerse un poco al día acerca de cuales serían sus actividades.

"Bien, entonces... Nautilus y Nilah estaréis en Sudaro..."

"¡No mataremos a nadie! ¡Pero sí pegaremos a la gente!"

"Así se habla" - se alegró Nilah - "Qué ganas de poder combatir con centinelas"

"Eso no me inspira confianza..."

"¡Apareceremos! ¡Pelearemos! ¡Nos separaremos! ¡Siempre ocurre igual!"

"Tu reacción ante posibles problemas me perturban..."

"¡Exageras!" 

"Bien, en cuanto al resto de nosotros..."

"Te acompañaremos a visitar el Templo de Palla, y que Nautilus se reúna con nosotros cuando haya terminado..."

"¿Estás bien con eso? Nunu"

"No es que pueda detenerle de alguna manera"

"Wrruuaaah"

"Qué triste realidad..."

"Deja de ser tan triste, Yuumi" - le dijo Nilah - "Sobretodo cuando hablamos de explorar lugares nuevos"

"O meternos en más líos..."

Mientras hablaban sobre sus comportamientos y discrepancias, la pequeña Annie estaba sentada en una piedra escuchándoles. 

No hablaba, pero parecía muy poco entusiasta con dichos planes.

"Annie, ¿ocurre algo?"

"No, no es nada..."

"Annie..."

"........"

"¿No tienes ganas de ir a ese templo?"

"No..."

"¿Por qué? ¿Te sientes mal?"

"Quiero terminar cuanto antes el viaje..."

"Solo es un templo, algo aburrido pero..."

"No estoy hablando del templo"

"........"

Una niña pequeña podía hacer lo que pocos enemigos habían logrado, desvanecer poco a poco la sonrisa de la sirena.

Entendía que se refería al viaje hacia el Freljord, así que ¿por qué de la noche a la mañana quería dejarles? ¿era por su culpa?

Sus dudas tendrían que esperar, pues un resplandor verde anunció la llegada de Thresh.

"Demasiada gente aquí..."

"¡Hola! ¡Thresh! ¡¿Qué tal todo?!"

"Mal... como de costumbre..."

"¡Te quejas demasiado!"

"Ya... referente a tu pequeño grupo de acampada..."

"¡Todo está hablado!"

"........"

"¡No se involucrarán en nuestras actividades delictivas!"

"¿Seguro?"

"¡Para ellos esos centinelas son buenas personas! ¡No quieren o deben pelearse solo porque yo tenga un conflicto con ellos!"

"Curiosa reflexión"

"Sí, justo lo contrario que la tuya"

"¿Mmm?"

"Debería darte vergüenza" - le dijo Yuumi - "Arrastrarlo a una masacre hacia un grupo de héroes que le ha ayudado"

"¿Quién es la gata esta?"

"¡Yuumi! ¡Es maga!"

"Noto algo extraño en ella... como si una extraña magia... saliese de ese libro..."

"¡Libro está prohibido para los espectros!" - gritó alarmada

"Deja de chillar..."

"........"

"Si tuviese orejas me las arrancaría..."

"Disculpa, Thresh"

"Nami... saludos..."

"Saludos, verás... durante nuestro viaje nos hemos encontrado a algunos Centinelas que han sido muy buenos con nosotros..."

"Me alegro... no, en verdad no"

"Entonces, aunque tienes una venganza contra ellos..."

"........"

"¿Podrías intentar que sufran en lugar de que mueran?"

"No prometo nada"

"Pero Nauti va a ayudarte a que te dejen en paz"

"Sí, y también dijo... sin demasiados problemas... que me ayudaría a matarlos..."

"Pero la muerte es... demasiado definitivo ¿no?"

"Para las almas atrapadas en mi linterna nada es definitivo..."

"¿Nauti? ¿Me echas una mano?"

"¡Realmente prometí ayudarle a matarlos!"

"Nauti..."

"¡Son enemigos de Thresh! ¡Eso les hace enemigos míos!"

"Además, ellos ven a Nautilus de la misma forma que a mi... como una aberración que se libró de la muerte..."

"¿No es una descripción algo exagerada?"

"No... me han llamado de to..."

Al voltearse el espectro notó que había una mujer de ropas amarillas en el hombro de Nautilus, sentada, muy tranquilamente.

"Nautilus..."

"¡¿Qué ocurre?!"

"¿Quién es esa?"

"Soy Nilah del Séptimo Velo" - dijo mientras se colocaba frente a él de un salto - "Lista para hacer frente a los Centinelas"

"Emm... ¿qué?"

"¡Es una larga historia!"

"Contigo todo es una larga historia..."