Parte 142: Lazos retorcidos

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Gwendoline, princesa de Camavor, había salido al encuentro de Nautilus y su grupo de aleatorios campeones.

Junto a ella se encontraba también la llamada Matrona Espectral, Morella, quien parecía haber... bueno... tenido una idea rara sobre Nami...

"Mi... mi mamá era una marai... creo"

"Estoy seguro de ello"

"Y tú dices que también eres mi mamá..."

"Así es, lo soy"

Confundida, la sirena se giró hacia la princesa, quien la saludó agitando la mano.

"Disculpe, su alteza..."

"¿Qué ocurre? Señorita sirena"

"Esta mujer dice que es mi madre, ¿es eso cierto?"

"Bueno... es complicado..."

"¿Complicado?"

"Según la señorita Zorina... Morella se considera madre de todas las almas que pueden necesitar de una o carecen de figura materna..."

"........"

"¿Lo ha entendido?"

"........"

"........"

El cerebro de Nami no terminó de entender a qué se refería exactamente... pero bajo la propia y peligrosa lógica de la sirena... parecía una afirmación.

Corrió a abrazar al ente, que cariñosamente le devolvió el abrazo.

"¡Mamá!"

"Nami, mi niña..."

"Mamá, tengo que contarte un montón de cosas"

"Eso es genial... y tenemos tiempo para ponernos al día"

"Sí, te tengo que contar sobre mis amigos... y sobre la Navidad, y sobre..."

"Despacio, Nami..."

"¡Ese de ahí es Nautilus! Es mi alma gemela"

"¿Alma gemela?"

"¡Un gusto conocerla! ¡Señora!" - alzó la mano Nautilus - "¡Creí que era un pez que había muerto! ¡Pero si ella dice que es su madre será verdad!"

"¿Tu eres la pareja de mi niña?"

"Sí, mamá, los dos nos cuidamos el uno al otro en nuestros viajes"

"Oh, espero que me cuentes cómo os conocisteis, quiero saber los detalles"

"Es una historia muy bonita y..."

"¡Nami!"

"Perdón... mamá, esta es Yuumi, es una gata con la que viajamos"

"Saludos, Yuumi" 

"Ho... hola..." - saludó algo atemorizada antes de dirigirse a la marai - "Nami... ¿qué estás haciendo?"

"Estoy hablando con mi madre, ¿acaso no lo ves?"

"¡Pero no es tu madre!"

"Claro que es mi madre"

"¡No! ¡No lo es!"

"Claro que lo soy"

"Ha dicho que es la madre de las almas sin madres, yo tengo un alma pero no tengo madre, así que es mi madre"

"Pero..."

"O al menos así lo he entendido"

"¡Pero esa es la lógica más estúpida que he oído!"

"Bueno, hay que tener en cuenta que hay más factores para que la considere su hija" - admitió Gwen

"Oh, ¿en serio? ¿cuáles son?"

"Pues... yo..."

"........"

"No me acuerdo..."

El día en que la Reina Sangrienta le explicó eso estaba algo distraída jugando con uno de los cerditos fantasmales.

Por su parte Nunu se acercó con Willump a la princesa.

"Prin... princesa Gwendoline..."

"¿Sí? ¿Qué puedo hacer por ti? Nunu"

"Quie... ¿quieres ver nieve de Freljord?"

"¿Nieve de Freljord?" 

"Sí..."

"¡Claro! ¡Me encantaría!"

"¿De verdad?"

"Una vez estuve en Freljord y me maravilló ver toda la nieve que había allí, estoy segura de que será muy genial"

"Tibbers y yo podemos derretirla luego"

"¿Qué? ¿Por qué quieres derretirla?" - se quejó el niño

"Porque es el ciclo natural de la nieve... y quiero quemar algo..."

"¡Wrruuuaahh!"

Todo parecía ser una situación bastante caótica mirase donde mirase Yuumi, por lo que se le acercó el Escriba del Pesar.

"¿Estás bien?"

"No puedo soportar todo esto..."

"No serías la primera que pierde la cordura aquí"

"¿De verdad esa tal Morella no le hará nada a Nami? ¿No le succionará su alma?"

"No, en principio es buena..."

"¿En principio?"

"Digamos que... puede ser algo agresiva... sangrienta... letal... sobreprotectora... no creo que pase nada..."

"No me dejas nada tranquila"

"Es más seguro con ella aquí"

"Y nosotros que solo buscábamos a Thresh..."

"¿Thresh?" - repitió Gwen sorprendida - "¿El carcelero?"

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora