Parte 153: Fuerzas oscuras

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Al Rey Viego no le gustaba demasiado que hubiese mucho jaleo en sus islas. Y que Mordekaiser intentase desatar el caos en Runeterra estaba incluido.

No obstante, el problema estaba más o menos solventado por el momento.

"Karthus..."

"¿Sí? Su majestad"

"¿Has guardado el alma de Mordekaiser tal y como te dije?"

"La he colocado en la cripta... junto a las almas que podrían servirnos en un futuro..."

"Nunca se sabe si podría ser útil"

"Señor, ¿realmente va a mantenerlo ahí eternamente?"

"........"

"Podría simplemente destruir su alma y se acabarían los problemas..."

"........"

"Sería un buen tributo a la muerte, teniendo en cuenta sus acciones pasadas"

"No me conviene destruirlo"

"¿Cómo dice?"

"Actualmente estamos intentando que nuestro reino sea de cara al exterior eso mismo, un reino, más que un infierno"

"¿Y qué tiene que ver Mordekaiser con ello?"

"Si el Instituto de Guerra lo reclamase en algún momento... y causan algún desastre..."

"Usted podría detenerlo"

"Exacto..."

"No es mala idea... es una buena carta que jugar..."

"Hablando de juegos, ¿cómo lleva la Reina Sangrienta su investigación?"

"Todavía no ha dado con ellos..."

"Bueno, tiempo al tiempo"

Mientras esta conversación tenía lugar, el equipo de Nautilus finalmente estaba a punto de salir a las Islas de las Sombras.

Para salir debían de encontrarse con el barquero errante...

"¡Señor Niven! ¡Saludos!"

"Hola, amigos, os veo bastante animados... para venir de las Islas de la Sombras..."

"Nos lo hemos pasado en grande"

"¿De verdad?"

"Sí, quitando que han intentado aniquilarnos" - admitió Nunu

"Wrruaaahh"

"Nunu, eso es parte de la vida" - le dijo la sirena - "Como enamorarte o resucitar de entre los muertos"

"No creo que eso último sea tan fácil..."

"Bueno... ¿a dónde pongo rumbo?"

"Necesitaríamos ir a Bilgewater" - dijo Yuumi - "Por favor, vaya directo y sin detenernos en islas innecesarias..."

"Gata hipócrita"

"¿A quién llamas hipócrita?"

"A la gata que se pasa el día bajo un árbol con el escritor fantasma"

"No inventes cosas"

"Yuumi y el fantasma, sentados bajo un árbol..."

"¡Annie! ¡Cállate!"

"¡¿Podemos irnos ya?!" - preguntó Nautilus - "¡Tengo ganas de destrozar algún barco!"

"Nauti, delante de los niños no"

"¡Pero deben de aprender a cómo destrozar vidas ajenas!"

"Nooo, está mal"

Niven, el barquero, sacó de las aguas sus tentáculos. Estos sujetaron a los niños, el yeti y a la gata, para colocarlos bien en su barca.

Nami se metió en el agua, apoyando sus manos en el borde. Nautilus por su parte les iría siguiendo de cerca.

Viajando con Niven llegarían en menos tiempo que si fuesen con el titán.

"Oh, entonces habéis conocido a la matrona espectral..."

"Sí, ha sido genial encontrarme con ella"

"Es una tipa rara, a veces se le va un poco la olla"

"Nah, está perfectamente cuerda"

"Que tú digas eso no lo convierte en el mejor testimonio"

"Yuumi, ¿por qué no puedes dejarme ser feliz?"

"Porque... ¿porque esa relación madre e hija la tienes con un ente que está mentalmente inestable y que mata gente?"

"A todo le tienes que ver el lado malo"

"El problema es que no le veo lado bueno"

Nunu y Willump no participaron en la conversación, ya que estaban haciendo origami con unos folios que trajeron consigo.

"¿Es una grulla?" - preguntó Annie

"No es un ave..."

"Es... ¿un pez?"

"Puede ser..."

"¿Es un pez volador?"

"Wrruaaah"

"No, Willump, los peces voladores no cuentan como aves"

"Wruuaaah"

"No, no tienen alas, tienen... aletas raras..."

"Nami" - le habló la niña - "Peces voladores, ¿tienen alas o no tienen alas?"

"No, tienen aletas..."

"........"

"Oye, Nauti, los peces... ¿Nauti?"

Cuando se dieron la vuelta Nautilus había desaparecido... se había quedado atrás...

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora