Parte 41: Alcanzándoles

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Nautilus y compañía ya se encontraban abandonando la Isla de Aurma, nadando sobre las aguas a su siguiente destino en las cercanías del Monte Targon.

Diana por su parte había llegado a Aurma en compañía de la Nortuga Shelly.

"Y de un dispawo acabé con esos truwanes"

"Qué interesante historia..." - dijo con sarcasmo

"Oye, ¿todavía no les alcanzamos?"

"Sé que están por esta zona, pero no..."

"¿Qué ocuwe?"

"Será mejor que te adelantes hasta la costa, ¿de acuerdo?"

"¿Pow qué?"

"Porque necesitamos que una de las dos emplee su excelente reconocimiento de terreno"

"Mmm... ¿y no quieres acompañarme?"

"Tu hazlo, Almiwante Shelly"

La nortuga sacó pecho y avanzó tal y como la lunari le dijo. La mujer por su parte adoptó una actitud más rígida y miró a un lado.

"Te aconsejo salir antes de que me enfades..."

"......."

"¿Qué ocurre? ¿Tienes miedo?"

"No tengo miedo..."

Un hombre salió de detrás de uno de los arboles, rondaría los cuarenta y tantos.

"¿Por qué nos observabas?"

"El demonio... has domado al demonio..."

"¿Demonio? ¿Te refieres a la tortuga?"

"Mi pueblo... extermina... extermina demonios... pero nuestro sacerdote..."

"........"

"Fue asesinado por uno de ellos...."

"¿Por un demonio? ¿Qué tipo de demonio?"

"Un gigante de hierro que portaba un ancla..."

La mujer alzó la ceja cuando se dio cuenta de que halaba de Nautilus. El resto de demonios seguramente se trataban de Nami... espera...

"Oye, ¿has dicho que matáis demonios?"

"Sí... el Padre Demian... él..."

"¿Quienes eran los otros demonios?"

"Una niña en llamas... un monstruo de las nieves... una sirena..."

"¿Y cómo dices que falleció ese tal Demian?"

"El titan de hierro resistió la magia que él..."

"Suficiente..."

"Ya... claro..." - dijo dándose la vuelta

"Espera... tengo un par de dudas..."

"........"

"Primero... ¿sabéis a dónde ha ido ese demonio del hierro?"

"No lo sabemos... pero hoy un isleño vio lo que parecía ser un... un ojo..."

"¿Un ojo? ¿Cómo que un ojo?"

"Un ojo gigante y ensangretado... en el mar... fue horrible..."

Si localizaba el ojo seguramente sabría por qué ruta cogió su compañero. En una playa no sería muy difícil de ver.

"Solo una cosa más... veo que me estás obedeciendo muy cortésmente..."

"........"

"Casi como si me tuviese miedo..."

"........"

"Enumérame la lista de lo que tu gente considera demonios..."

"Gigantes, Darkins, fantasmas, entes de las Islas de las Sombras, hombres bestias, seres del inframundo, practicantes de magia negra..."

"Algo me dice que ocultas algo..."

"Los niños que estén poseídos por el mal..."

"Con que niños..." - dijo con rudeza

"Y... y también..."

"Prometo no enfadarme"

"Y las que llevan el cabello de plata..."

Diana se asqueó y por un solo segundo pensó en rebanarle ahí mismo la cabeza.

Sin embargo recordó las palabras de Leona acerca de controlarse. Simplemente se giró y marchó hacia la playa... pero el hombre...

"Uff... ¡de nada eh!" - gritó envalentonado

"........"

"¡También acabamos con aberraciones marinas!"

"........"

"Y con desviados..." 

"¿Cómo has dicho?"

"Desviados... los que caen en el pecado carnal de su mismo sex..."

No dijo nada más, pues en un solo segundo un destello plateado cruzó por su mirada. Antes de que su cabeza abandonase su cuerpo.

Diana limpió el filo de su arma, deshaciéndose de la poca sangre que había y marchó.

"Por fin llegas, eres una tardona"

"Me encontré con un aldeano..."

"¿Y? ¿Algún pwoblema?"

"Simplemente discrepamos en algo... ¿has encontrado algo interesante?"

"Pues..."

La nortuga señaló un ojo que iba a la deriva en las aguas del mar que llevaban a Targon.

"Muy buen trabajo, Almiwante Shelly..."

"¡Shelly siempre cumpliendo!"

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora