Parte 26: Mapa mágico

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Quedan 67 días para salvar la Navidad...

Tras pasar la noche en un islote, Nunu y su equipo se despertó dispuesto a seguir su viaje marítimo. Lo primero que hizo fue ir donde estaba Nami.

En los pocos días que llevaban de viaje el niño demostró llevarse especialmente bien con la sirena y viceversa.

"Annie, Willump y yo vamos a desayunar, ¿venís?"

"¿Tenéis pescado?" - preguntó Yuumi

"Hola"

"Tu no, Nami, uno que pueda quemarse"

"¡Nami puede quemarse si no tiene cuidado!"

"Yo... déjalo..."

"Ahora vamos, Nunu, primero tenemos que mirar el mapa"

"De acuerdo, vamos Willump"

"Grrruaaaahhh"

Nada más irse la gata se acercó a la sirena para que pudiese ver mejor el libro, que estaba mostrando un mapa de la zona más cercana.

"Tendremos que cruzar el mar hasta llegar a Aurma..."

"¡¿Podemos llegar hoy mismo?!"

"¿Hoy? Pues... en condiciones normales tardaríamos dos días..."

"Pero Nauti es bastante rápido, no habría ningún problema"

"Nautilus es grande, pero dudo que pueda tocar fondo con Nunu y Annie..."

"¡En ese caso puedo nadar!"

"¿Nadas? ¿Miau?"

"Nauti es muy fuerte, por lo que puede nadar moviendo muy poco sus piernas... así se mantendría a flote..."

"¿Miau? Tu lógica no me funciona demasiado bien..."

"¡Realmente puedo mantenerme a flote sin mucha dificultad!"

"Y eso es..."

"¡Razones sobrenaturales!"

Yuumi le miró extrañado. Quizás fuese por su condición de ser un submarinista maldito o quizás algo que escapara a su concepción de la física.

"Si tu lo dices... saliendo por la mañana igual llegamos..."

"¡Bien! ¡Nos ahorramos un día de camino!"

"¡Qué poca fe tienes en mí! ¡Gata parlante!"

"No es falta de fe, es que no comprendo del todo tus habilidades"

"¡Soy el Terror de las Profundidades! ¡Sé todo sobre el mar!"

"El mar... eso miau hace recordar..."

Las páginas del libro fueron pasando mientras la gata buscaba algo.

"¡Nautilus! ¡Nautilus!"

"¡La pequeña Annie me está llamando!"

"Será mejor que vayas, yo me quedaré con Yuumi y el libro, ¿de acuerdo?"

"¡Bueno! ¡Si es algo importante me lo contáis!"

"Descuida, y trata con cariño a los niños"

El gigante de hierro se marchó a ver qué querían los niños, mientras que Nami se quedaba con la pareja mágica. Finalmente la gata encontró algo.

"Aquí está... Nami, mira esto..."

"Oh, es el dibujo de un mar"

"No es un mar normal y corriente"

"Déjame ver..."

El dibujo era realmente bonito, pero no estaba coloreado, cosa que le molestaba mucho a la sirena y le hacía querer pintarrajear en el libro.

Pero una señorita no debe pintarrajear libros, o eso le dijo Ryze...

"Este mar me suena bastante..."

"Nami, este mar es tu hogar"

"¿Mi hogar? ¿A qué te refieres?"

"Este mar es donde habitan los Marai, ¿cómo es posible que no lo sepas?"

"La verdad es que... tengo muy pocos recuerdos de mi vida allí..." - dijo sonriendo

"¿Tienes el mismo síndrome que Nautilus?"

"Emm no, yo retengo mi memoria"

"¿Entonces cuál es el problema?"

"Pues... yo... yo no... no..."

Por un momento hizo un intento, pero solo se recordaba a sí misma nadando a la deriva por aquel mar. Boca arriba y cegada por el sol.

Con su cuerpo arrastrado por las olas hasta que...

"Lo siento, pero como ya te he dicho... recuerdo poco de mi tribu..."

"Eso es bastante intrigante..."

"Ya está, ¿qué te parece si te cuento una historia?"

"¿Que me cuentes una historia?" - se extrañó la gata

"Sep, una bella historia a la que me gusta llamar... la sirena y el marinero..."

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora