Parte 125: Ixaocan

43 4 0
                                    

Qiyana, una de las princesas de Ixaocan, había tenido finalmente su encuentro con el grupo de Nautilus. Y no, no se esperaba su recibimiento.

Tanto Annie como Nami estaban impresionadas con sus habilidades mágicas... y por sus rasgos no tan mágicos...

"¿Lo ves? Annie"

"Me es imposible no verlo"

"Ese es el trasero de una auténtica reina..."

"Oohh..."

"Vosotros dos" - les advirtió Ravassa - "No os recomiendo hablar así en voz alta"

"Pero estamos cuchicheando en voz baja"

"Reza porque no te haya oído"

"Ra... Ravassa..."

"Yuumi..."

"Siento haberles traído, es solo que..."

"........"

"Sé que te dije que no traería a nadie, pero... teníamos problemas..."

"¿Problemas?"

"Zyra... Rengar... Shaco... un montón de amenazas que desconocía..."

"Pues te advertí de ellas la última vez que estuviste"

"Lo... lo siento, no era mi intención venir..."

"........"

"Fue todo sobre la marcha... y... y luego..."

"Ahorra tus explicaciones para la reina..."

La gran mayoría se adentró en la base de los Centinelas, que contaba con una gran mesa redonda alrededor de la cual sentarse.

Nautilus no entraba por la puerta, pero veía desde la ventana.

"Entonces..."

"........"

"A ver que me explique... pasasteis por Shurima y se os ocurría atravesar mis dominios..."

"No eran conscientes"

"En Freljord ni siquiera conocemos el nombre de este..."

"¡Claro que no debes conocer la existencia del reino de Ixaocan!"

"Era... era necesario... ¿gritar?"

"¿Wrrruaaaah?"

"Es que es algo lógico, ¿por qué crees que se llama el reino perdido de Ixaocan?"

"Es que... nunca había oído hablar de él..."

"Me estáis resultando molestos..."

"Ma... majestad Qiyana... nosotros..."

Yuumi prosiguió contando todos los acontecimientos, mencionando en concreto lo ocurrido con Annie muy muy por encima.

Pero incluso si no lo hubiese dicho...

"Oh, así que provocando incendios..."

"Fue... fue un accidente..."

"Provoqué el fuego porque estaba intentando quemar al demonio" - explicó Annie - "Tibbers apoyó mi gran idea"

"¿Demonio?"

"Sí, un demonio que tomó la forma de Annie"

"Entiendo..."

"¿La reina Qiyana sabe de demonios?"

"Más o menos... ¡Neeko! ¡sal ahora mismo!"

Por la puerta asomó una especie de mujer lagarto de pelo morado, mirándoles con un poco de miedo e incertidumbre. 

"Reina Qiyana, agradecemos mucho esta comida de emergencias que nos ofrece..."

"Nami, no es un regalo"

"Ah, ¿no lo es?" - dudó antes de verla - "Bueno, está muy esmirriada"

"¿En qué puede Neeko ayudar a la reina Qiyana?"

"Mirad... esta es la demonio que visteis..."

"¿Esta? Pero si no es Annie"

"Neeko, haz lo tuyo..."

"........"

"Neeko..."

"¿Y si me atacan?"

"Si te atacan delante mía les mataré como castigo"

Neeko empezó a cambiar su color de cuerpo, pelo y tamaño, convirtiéndose en Annie. Aunque lo que no cambiaba era su voz.

"Hooola"

"Tu voz no se parece a la mía"

"Aún tengo que practicar un poco... pero soy igualita..."

"¿Puedes transformarte en Nauti?"

"¡Sí! ¡Yo quiero verlo! ¡Quiero verlo!"

"Déjame intentarlo..."

Neeko intentó repetir el proceso, pero únicamente le salió convertirse en un Nautilus del tamaño de Neeko.

"Oh, es un mini Nauti, qué decepción"

"Ha... hago lo que puedo..."

"Wrrruaaah"

"Cierto, ¿fuiste tú quién imitó a Willump?"

"Sí... quería saber que se siente agarrar naranjas con cuatro manos a la vez..."

"Estoy rodeado de necios..."

"Reina Qiyana... nuevamente... no queríamos arriesgar el estado de la selva o causar problemas a su reino... de verdad..."

"Noto el miedo en ti, gatito"

"Soy una gata... miau..."

"Por un lado no parecéis tener intenciones malignas... de hecho la mitad parecéis sumamente incompetentes..."

"Nami, ¿qué significa incompetente?" - preguntó Annie

"Es algo malo, pero si te lo dice una reina es que debe de ser algo bueno"

"Ravassa... ¿crees que podrían superar el desafío?"

"Quizás es algo duro para ellos..."

"De... ¿desafío?"

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora