Los Viajes de Nautilus

Parte 137: Sombras escritas

Nautilus y compañía habían llegado a las famosas (y temibles, sobretodo temibles) Islas de las Sombras, a pesar de lo reticente que fue Yuumi...

Aunque ahora mismo la gata parecía bastante tranquila, pues se había pasado bastante rato hablando con el ente conocido como Sarrow.

"¿Escriba del Pesar?"

"Creo que no es mal apodo..."

"Algo dramático"

"Sí, a veces añado ese toque de dramatismo... aunque es sin querer..."

"Te entiendo, una vez el libro y yo competimos por escribir un poema"

"Oh, ¿quién ganó?"

"Según él yo perdí porque el pescado no es un elemento típico de poemas"

"Bueno... eso es... discutible, supongo"

Mientras ambos hablaban el resto de sus acompañantes estaban unos cuantos pasos por detrás, intentando no molestar.

"Wrruaaaah"

"Nami, Willump quiere saber por qué nos mantenemos a cierta distancia"

"Simplemente les dejamos un poco de tiempo a solas"

"¿Es eso lo que tú sueles llamar tener química?" - preguntó Annie

"Aprendes rápido"

"Wrrruaaah"

"Willump también se queja del paisaje"

"¿Por qué? ¿No te gusta?"

"Bueno... es todo muy gris... las plantas están marchitas... las piedras por alguna razón parecen flotar... y el ambiente blanco y negro..."

"¡Tú piensa que es meramente atmosférico!"

"¿Y por qué estamos yendo al Bosque Aullador?"

"¡Porque Sollozos dice que allí se encuentra Thresh!"

"Yo dije que quizás estuviese allí" - se volteó el ente - "Y me... me llamo Sarrow..."

"¡Perdón! ¡Sorrón!"

"Es... más cercano, supongo..."

"Entonces, ¿dices que no todos los entes de por aquí son malignos?"

"La mayoría son muy peligrosos si quieren, pero hay algunos de carácter más... benévolo... como nuestra princesa..."

"Prin..."

"¿Cesa?"

Annie y Nami avanzaron emocionadas hasta el ente, con una sonrisa en su rostro.

"¿Has dicho princesa? ¿Tenéis una princesa?" - preguntó la niña

"Sí... tenemos una..."

"¿Cómo se llama? ¿Vive en un castillo? ¿Es bonita? ¿Utiliza esos trajecitos tan cucos que aparecen en los mangas?"

"Emm... pues..."

"Nami, no le atosigas a preguntas"

"Pero Yuumi, no todos los días conozco a una princesa"

"Eso no es verdad, conocimos a Qiyana hace muy poco tiempo"

"No llames a la reina culona como princesa o se enfadará, si te llega a oír..."

"Eso no tiene sentido..."

Ambas comenzaron a discutir mientras Sarrow observaba. Para él era bastante peculiar encontrar a humanos vivos como ellos...

Annie se le quedó mirando, provocándole el infantil miedo de si quería quemarlo.

"¿Pasa algo?"

"Pareces llevarte bien con Yuumi, ¿tienes muchas amigas involucradas con los libros?"

"Emm... ¿cómo?"

"Amigas que lean, amigas que escriban..."

"Oh... eso es una... curiosa y extraña pregunta ¿no?"

"También podemos hablar sobre cómo arde el papel y..."

"Una vez tuve una amiga que era escritora"

"Oh, ¿de verdad?"

"Sí, pero... ella... murió..."

"¿Murió?"

"Era humana, no un espectro... la defendí una vez de un espectro... sin duda alguna estuve aterrorizado cuando lo hice..."

"¿Y qué le pasó?"

"A veces... los humanos también pueden ser monstruos..."

"Lo sien..."

Annie sintió cómo su magia ígnea la cubría de fuego sin siquiera haberlo querido.

Esto asustó por un momento al escritor, que retrocedió un par de pasos por temor a quemarse. El resto de campeones lo notaron.

"Annie, ¿estás bien?"

"Es Tibbers, parece un poco nervioso"

"¿Nervioso? ¿Qué pondría nervioso a un osito de peluche?"

"¡Veo a alguien acercarse en la distancia!"

"Nauti, ¿de quién se trata?"

"¡Me suena! ¡Pero su nombre es demasiado largo!"

"Tibbers dice que tengamos cuidado"

"Ya estás empezando a oír como..."

Pero Nami se cayó en cuanto Sarrow le tapó la boca, algo tembloroso.

Y era normal que hasta un espectro como él temblase, pues de entre la niebla emergió ante ellos el llamado Mordekaiser.

"¿Nautilus? ¿Nami? ¿Annie? ¿Nunu?" - se extrañó al verles - "Vaya... sorpresa..."