Los Viajes de Nautilus

Parte 53: La sirena y el marinero

Nunu se encontraba en la orilla del mar, con una Nami algo adormecida a su lado. Finalmente estaba lo suficientemente recuperado como para estar despierto.

Aún le dolían un poco las articulaciones por no haberse movido en mucho tiempo, pero ya no tenía los calores de la fiebre.

"Uaaahh... qué buena siesta..."

"¿Te sentó bien? Nami"

"Sí, sobretodo en este clima tan cálido"

"........"

"¿Y tú? ¿Funcionó mi magia marina?"

"Bastante bien... ya me siento mejor..."

"En unas horitas nos pondremos de viaje, sino no llegaremos nunca a Targon"

"Ya... nos hemos retrasado por mi culpa..."

"Nunu, no es culpa tuya que seas visiblemente andrógino"

"Lo digo por la fiebre"

"Ah, no, tampoco es culpa tuya... es algo normal, hasta yo tengo a veces fiebre..."

"¿De verdad? ¿Y quién te cuida?"

"Nauti, por supuesto" - dijo muy sonriente

Mientras esta tierna conversación estaba teniendo lugar había justo otra que involucraba al buzo fantasma y otros campeones...

"¡Wrruaaahh!"

"¿Ves? Willump también me apoya"

"¡El voto de ese mono de cuatro brazos no cuenta!"

"Wrrruaaah"

"Pero Nautilus, querías pasar por Targon para visitar a Diana... ¿qué sentido tiene ir allí ahora que la has visto?"

"¡Verla de nuevo!"

"¡No! ¡Se ha ido en la dirección opuesta!"

"¡Da igual! ¡Podemos hacer un poco de turismo o ver las deformaciones del terreno!"

"Uuhh... deformaciones..."

"Annie, no empieces tú también"

"Pero Nautilus tiene un punto... ya estamos muy cerca de Targon..."

"¿Y después qué? ¿Damos otro rodeo?"

"¡Después podemos coger por Shurima!"

"Por Shurima..."

La gata se acercó al libro para ver un mapa, comprobando que cada vez se estaban alejando más del punto de llegada, Freljord.

"Nautilus..."

"¡Vamos a ritmo rápido y en poco tiempo!"

"Pero..."

"¡¿Por qué no puedes disfrutar un poco de tu muerte?!"

"Estoy viva"

"¡¿Por qué no puedes disfrutar un poco de su vida?!"

"Annie..." - le rogó a la niña - "Por favor, te lo pido, hazle entrar en razón..."

"Yuumi, quizás tiene razón"

"¿Tú también?"

"Estamos en un viaje para ser los salvadores de la navidad... pero eso no implica que no podamos divertirnos en el transcurso, ¿no?"

"¡Así se habla! ¡Pequeña Annie!"

"Además, Targon es un sitio raro, ¿no?"

"Sí... más motivo para no..."

"¿Y si Norra se encuentra allí?"

"........"

"........"

"¡........!"

"Eso cambia un poco la perspectiva..."

"¡La perspectiva del mal triunfa!"

"¡Bieeeen!"

"¡He dicho que cambia! ¡No que vaya a cambiar de opinión por completo!"

Willump ya se cansó de ese nefasto intento de político y optó por acercarse a su amigo Nunu, que ya estaba mejor.

"Hey, Willump"

"¡Wrrruaaah!"

"Sí, ya tengo mejor cara, jeje..."

"Wrruaahh..."

"Nami, ¿me he perdido mucho mientras estuve malo?"

"¿No recuerdas nada?"

"Solo alguna que otra vez que abrí los ojos..."

"Pues... ¿empiezo por la tortuga parlante con armas disparadora de aguas o con la monja doctora y su escorpión morado?"

"........"

"........"

"¿Estás segura de que no te pegué la fiebre?"

"Oh, qué gracioso"

"Lo digo en serio"

"También reviví algunas cosas agradables... como recordar el día en que conocí a Nautilus..."

"Eso suena a un recuerdo bonito"

"Uno que atesoraré toda mi vida"

"........"

Nunu recordó por un momento cuando conoció a su fantástico amigo Willump, preguntándose qué hubiera pasado si no hubiese tenido lugar ese encuentro.

Más aún. ¿Y si Nami nunca hubiese conocido a Nautilus?

"Nami... ¿qué es Nautilus realmente?"

"¿A qué te refieres?"

"No es un fantasma... no es humano... no es de otra raza vastaya... ¿qué es?"

Quizás mientras estuvo febril se había perdido aquel gran detalle.

"Un marinero"

"¿Un marinero?"

"En vida fue un marinero..."

¿Cómo te llamas?

¡¿Yo?! ¡Mi nombre es Nautilus!

"Y para mí lo sigue siendo... el marinero y la sirena... no suena mal, ¿verdad?"