Parte 129: Abismos

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Nami y compañía habían estado enfrentando a los colosales y peligrosos dragones de Ixaocan, los cuales servían de desafío para quienes se consideraban visitantes peligrosos.

Aún así estaban pasando con relativa facilidad, lo cual no pareció impresionar a la princesa de Ixaocan, Qiyana... o reina Qiyana para vosotros, lectores.

"Ravassa..."

"¿Sí? Majestad"

"Recordaré esto para el futuro..."

"¿A qué se refiere? Su majestad"

"El dragón de fuego debería haber enfrentado al niño de hielo, el de agua contra la niña, el de aire contra Nami y el de montaña..."

"Pensé que quizás variando..."

"Ravassa... eres tan mala mintiendo..."

"Lo siento, pero... un dragón me parecía una amenaza demasiado grande para unos niños y... un par de individuos que parecen..."

"¿Padecer de problemas mentales?"

"Sí, más o menos"

"Esas marcas que dejó la niebla negra en tu piel..."

"........"

"Si no hubieses mantenido esa misma humildad no las tendrías ahora"

"........"

"Pero lo hecho, hecho está"

"Si... mi reina..."

"¿Tus otros superiores no han encontrado cura?"

"Dudo que la tenga..."

Ravassa se había vuelto cercana a la reina tras haber ayudado al reino contra la niebla negra. Aunque el exceso de confianza a menudo duele.

Algunos de los comentarios que le hacía dolían, aunque en este caso se lo merecía por haber amañado las pruebas.

"¡Reina Qiyana! ¡Reina Qiyana!"

"Hablando de demencia..."

"Neeko siente molestarla, reina Qiyana"

"¿Qué quieres? Estoy vien... ¿por qué el dragón no se mueve?"

"Eso mismo iba a decirle Neeko... Neeko estaba observando la pelea a escondidas cuando..."

"Le ha... ¿le ha roto el cuello?"

"¡Eh!" - les habló Nautilus - "¡Este dragón azul no se mueve! ¡¿Seguro que no me habéis dado uno roto por equivocación!"

"Nauti, creo que está muerto"

"¡¿Muerto?! ¡Pero los seres marinos tienen cuello flexible!"

"Que sea un dragón de mar no implica que eso se aplique"

"¿Has escuchado bien a la gata? Nauti"

"¡Oh! ¡Ahora me siento mal con la pobre criatura!"

"Intentó matarte"

"Yuumi, ¿quieres dejar ya el pasado?"

Toda esta escena era sumamente decepcionante para la princesa. Si el resto de sus hermanas la vieran seguro que no lo olvidarían fácilmente.

En el parco de Qiyana también hizo su aparición Shaco, que parecía algo magullado.

"¿Y tú dónde estabas?"

"Zyra y yo estábamos buscando a Rengar"

"¿Y? ¿Qué pasó?"

"Encontré a Rengar"

"Escúchame, bufón no muerto, cuenta todo lo que tengas que contar"

"Mi vida empezó en..."

"Sobre Rengar"

"Lo encontré, peleamos, casi nos matamos... me había separado de la enredadera esa, así que ella volvió a buscarle..."

"........"

"Volvió a buscarle porque después de casi matarnos le perdí la pista..."

"........"

"Aunque podría haberle indicado dónde estaba, porque podía oler su sangre..."

"Bufón..."

"¿Sí? Dígame"

"¿Eras igual de inútil cuando servías al Rey Arruinado?"

"Técnicamente aún le sirvo"

"¿Y sigues siendo igual de inútil para él?"

"No sé" - se encogió de hombros - "Yo solo voy a sitios y mato gente"

"Majestad..." - le habló la centinela - "¿Ofrecerá nuevamente hospedaje a los campeones?"

"Ni soñarlo..."

"¿Por qué?"

"Porque no somos un hotel de vacaciones, sino un reino perdido"

"........"

"Para eso que se hubiesen quedado en el instituto de guerra..."

"Al menos tendrá unas palabras con ellos ¿no?"

"Por supuesto, una reina siempre reconoce el mérito a sus adversarios"

"........"

"Aunque su victoria halla sido amañada"

El grupo de Nautilus por su parte se reunieron al completo afuera del estadio, celebrando que todos habían logrado su objetivo.

Aunque Nami le echaba en cara a Yuumi que ella no había hecho nada.

Casi parecían ignorar que en las profundidades de la selva alguien esperaba por ellos.

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora