Parte 116: Las ruinas

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Nautilus y compañía habían decidido prolongar su estancia en la selva de Ixtal con tal de que Nami estuviese totalmente recuperada.

Aquí tenían el inconveniente de que Rengar quería cazarles... motivo por el que optaron por ir al reino de Paretha (unas ruinas) para establecerse.

"Nunu, ¿de verdad no te importa?"

"Día más, día menos..."

"Wrrruaaaah"

"Lo importante es que lleguemos al Freljord antes de Navidad"

"Pero me siento un poco mal retrasando tanto"

"Tú cuidaste de mi cuando estaba malo..."

"Bueno, pero..."

"Lo mínimo es que Willump y yo te cuidemos, al fin de al cabo estamos viajando juntos"

"¡Wrruaaaah!"

"Supongo que no puedo objetar nada frente a eso"

"Wrruaaah"

"Además, Nautilus ha retrasado el viaje en más ocasiones ¿no?"

"¡Lo justo y necesario!"

"Eso no es verdad" - le riñó Yuumi - "Sino, hubieseis llegado antes al,.."

"Si no hubiesen seguido este camino no te habrían conocido"

"Pero..."

"¡Y probablemente hubieses acabado siendo comida para Nami!"

"No logro ver cómo es eso posible"

La chica pelirroja miró de un lado a otro las muchas ruinas que había por los alrededores, encontrando unos extraño dibujos.

"Yuumi, ¿qué es eso de ahí?"

"Serán jeroglíficos o dibujos del anterior reino"

"¿Podemos verla? Quiero ver cómo son los dibujitos que pintaban"

"No creo que sean muy interesantes"

"¡Pero Tibbers y yo queremos verlos!"

"Bueno... no habrá problema si echamos un vistazo..."

Ambas marcharon en compañía del libro, mirando unos murales que estaban algo alejados del trío de campeones.

Nunu también notó algo extraño, pero no era exactamente un mural o una piedra.

"Willump, mira eso de ahí"

"Wrruaaah"

"Ya, no parece del todo normal"

"Nunu, ¿ocurre algo?"

"He visto algo raro en esas plantas que hay ahí"

"Algo... ¿raro?"

Te digo la verdad, había otra Annie delante mía, era un demonio...

"¿Por qué no me enseñas esas plantas?"

"Claro... vamos, Willump"

Tras lo ocurrido la pasada noche Nami estaba algo escéptica con qué podría tratarse.

Quizás lo que Annie vio eran algún tipo de plantas en vez de un demonio. O quizás allí habitaba un demonio como ella decía.

Nautilus les observaba, aunque no creía que corriesen problemas en un sitio así.

"Esto... son enredaderas, creo"

"Me pareció que se habían estado moviendo"

"Las plantas no se mueven solas"

"Tienen pinchos..."

"Sí, lo mejor será que no nos acerquemos demasiado"

"Nami... ¿por qué hay enredaderas aquí?"

"Pues que porque serán su lugar de nacimiento, ¿por qué preguntas algo así?"

"En estas ruinas hay muchas plantas..."

"Sí, eso puedo verlo"

"Pero solo aquí hay enredaderas, no hay más de ellas"

"Eso es..." - ojeó de un lado a otro para comprobarlo - "Vaya, eso es cierto"

"¡Wrrruuaaah!"

"¿Willu..."

Antes de que pudiesen hacer nada las enredaderas se lanzaron a rodearles, envolviéndose alrededor de ellos e inmovilizándolos. 

Willump gritó de la sorpresa, alertando a Nautilus. El titán llegó justo a tiempo para ver cómo las enredaderas los elevaron a gran altura.

"¡Nami! ¡¿Desde cuándo manipulas a las plantas?!"

"No he sido yo, Nauti"

"¡¿Y cómo habéis acabado en esa situación?!"

"Me temo que esa... he sido yo..."

Una mujer de pelo rojo y con la mitad de su cuerpo compuestos por plantas apareció caminando entre las ruinas.

Era Zyra, una campeona conocida como la Dama de las Espinas.

"¡Zorif!"

"Es Zyra..."

"¡Zyra! ¡Suelta inmediatamente a Nami y Nunu!"

"No tan rápido grandullón... ahora mismo soy yo quien tiene los pececillos por el mango... es una forma de hablar..."

"¡No me gustan los proverbios!" 

"Primero dime qué hacéis en..."

"¿Zyra?"

Annie había regresado junto con Yuumi tras escuchar la voz de Nautilus, que no era precisamente una que se escuchaba bajo.

"¿Annie? ¿Qué haces tú aquí con ellos?"

Los Viajes de NautilusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora