Solo tuya (Wanda Maximoff)***

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Prólogo: Wanda se pone celosa al verte hablando con un chico en la tienda (en este oneshot tienes los mismo poderes que Pietro, aunque a diferencia de él, sí sabes esquivar balas. Solo como dato curioso).

Advertencia: oral-smut, fingering, celos.

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Wanda y tú habían ido a hacer las compras para la casa al supermercado como siempre lo hacían. Pero en un momento, ella se fue a otra área de la tienda para buscar algo, y cuando volvió donde estabas tú, te encontró charlando alegremente con un chico.

–¿Todo bien?–Preguntó Wanda acercándose a donde ustedes estaban, con el ceño fruncido ligeramente, dejando lo que había ido a buscar en el carrito.

–Hola querida, todo bien. Jake solo estaba ayudándome a escoger cual detergente era mejor para la ropa, nada más.–Le respondiste con una sonrisa.

–Gusto en conerlas a ambas, ahora debo irme. Espero haberte ayudado a escoger T/N.–Sé despidió el chico, para luego desaparecer por ahí.

La sonrisa aún no se borraba de tu rostro, y cuando te volteaste en dirección a tú novia, no se veía para nada feliz.

–¿Estás bien linda?

–¿Así que ahora le pides ayuda a chicos en el supermercado para "elegir el mejor detergente"?–Te preguntó molesta, para luego comenzar a caminar lejos de ti.

–¡Ay por favor Wanda!–Exclamaste caminando hasta su lado empujando el carrito.–Solo me estaba ayudando, no estábamos coqueteando. Te lo aseguro.–

Wanda rodó los ojos, y siguió caminando hasta poder pagar por sus productos e irse a casa lo más pronto posible.

(.....)

Durante el viaje en auto, ni si quiera te dirigió la mirada, e ignoraba cada una de tus preguntas o cuando hablabas.

Ya en casa, bajó todas las bolsas ella sola con ayuda de sus poderes, mientras tú le seguías por detrás, pensando en alguna forma de cómo hacer que ya no estuviera enojada contigo.

Dejó las cosas en la cocina, y luego se fue hasta el baño para darse una ducha. Y fue ahí que se te ocurrió una genial idea.

Dejaste que pasara un poco de tiempo para asegurarte que ya estuviera dentro, y te escabulliste sigilosamente hasta el baño, para quitarte la ropa y entrar con ella en la ducha.

–¡¿T/N pero qué estás haciendo?!–Exclamó molesta, dándose vuelta para quedar frente a ti.

Sin pensártelo dos veces, le tomaste por la nuca, y estrellaste tus labios con los de ella, envolviéndolas en un desordenado beso.

Wanda comenzó a luchar para zafarse, aunque no pareciera que quisiera separarse realmente, ya que fácilmente podría haber usado sus poderes, y no lo hizo.

Lamiste su labio inferior, pidiendo permiso para introducir tu lengua en su boca, pero comenzó a hacerse la difícil. Así que sin más vueltas, la tomaste en tus brazos, enrollando sus piernas en tu cintura, y la pegaste contra la pared, robándole un jadeo y aprovechando la oportunidad para explorar su boca.

Después de unos segundos, se separaron, respirando agitadas a centímetros del rostro de la otra, con los labios ligeramente rojos y un poco hinchados debido a la intensidad del beso.

–Déjame demostrarte que eres tú a la única quien yo quiero.–Susurraste en cerca de su boca, sus labios rozando al hablar.

Sin darle la oportunidad de decir nada, inteodujiste dos de tus dedos directamente en ella, jugando con su clitoris y robándole un gran gemido, dejando caer su cabeza hacia atrás mientras con sus manos, apretaba tus hombros.

Mientras besabas su cuello dejando marcas, comenzaste a mover tus dedos con más fuerza, haciendo también uso de tú super velocidad para hacerlos vibrar ligeramente dentro de ella, haciéndole gritar ante la acción.

–Mírame a los ojos.–Le ordenaste apartándote un poco para verle a la cara.

Wanda hizo lo que le pediste, gimiendo descontroladamente, enterrando sus uñas en tus hombros, dejando marcas que admirarías más tarde.

–Soy solo tuya, y tu eres solo mía, ¿comprendes? Eres la única persona con quien disfruto hacer esto.–Le dijiste con una sonrisa llena de amor, a pesar de la situación en la que se encontraban.

En un segundo, llevaste a Wanda hasta su habitación, recostándola en la cama, para bajar tu cabeza hasta llegar a su parte baja, dejando besos en la parte interna de sus muslos. Antes de abrirle las piernas y lamer directamente su clitoris, haciéndole gritar tu nombre y arquear la espalda.

Llevó una de sus manos a tu cabello, guiándote hasta donde te necesitaba, mientras su otra mano apretaba con fuerza uno de sus pechos para aumentar el placer.

Llevaste una de tus manos hasta su otro pecho para darle atención, a la vez que la otra restante la llevaste hasta su intimidad, para introducir dos dedos en ella, trayéndole aún más placer del que estaba sintiendo.

Wanda era un completo lío de gemidos y gritos, su garganta ardiendo cada vez más, pero no podía importarle menos.

Sus paredes comenzaron a apretarte, dando indicios de que su orgasmo se aproximaba, por lo que comenzaste a ir aún más rápido de lo que una persona normal puede llegar a ser, dándole todo el placer que quería.

El orgasmo arrasó con ella con ferocidad, haciéndole poner los ojos blancos y arquear la espalda, gritando tu nombre y tirando de tu cabello con ambas de sus manos.

Una vez tragaste todo lo que tenía por soltar, comenzaste a dejar un camino de besos por su cuerpo, hasta llegar a su boca y dejarle explorar la tuya con su lengua.

Cuando se quedaron sin aire, se separaron y te recostaste junto a ella, atrayéndola hacia ti para abrazarla, Wanda escondiendo su rostro en tú cuello, abrazándote de vuelta.

–¿Te quedó claro ahora que eres la única en mi vida?–Le preguntaste después de un rato, acariciando con una mano su espalda y con la otra su cabello.

–Sí...–Rió ligeramente, antes de separse un poco para verte a los ojos con una sonrisa coqueta.–¿Por qué no me dejas a mi demostrarte que también eres la única en mi vida?–Te preguntó posicionándose sobre ti.

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Hola besties, aquí les traigo otro pedido más. Lamento la tardanza por cierto.

Espero lo hayan disfrutado.
Cuídense mucho, bye.

Avengers OneShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora