Avengers OneShots

La carta (Natasha Romanoff)

Prólogo: Nat no sabe sí tú también sientes lo mismo por ella, por lo que decide pedirle ayuda a Clint.

Advertencia: Ninguna.

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–Yo creo que solo deberías ir directamente y preguntarle a ella.–Le dijo Clint mientras masticaba los doritos que tenía en la boca, recostado en la cama de su amiga en su habitación, mientras ella caminaba en círculos mordiéndose las uñas nerviosamente.

–¿Y cómo sé sí le gustan las mujeres?–Preguntó como sí fuese la cosa más obvia del planeta.

–Ay por favor, es más que obvio Nat. ¿O acaso no la viste el otro día en la fiesta coquetear con la enfermera rubia?–Señaló mientras seguía comiendo.

–¿Qué pasa sí le gustan las rubias y no las pelirrojas?–Preguntó sonando preocupada de pronto Nat a su amigo mientras se sentaba en la cama a sus pies.

–¿Por qué simplemente no vas y le preguntas a Wanda?–Cuestionó de vuelta.–Ya que ella lee mentes, tal vez sea de ayuda.

–Ella es su mejor amiga, obviamente que no va a decirme nada.–Respondió recostándose a su lado.

–¿Loki? De igual manera lee mentes.

–También es su mejor amigo.

Después de unos minutos de silencio, una idea cruzó la cabeza de Clint.–Okey. Esto es lo que vamos a hacer. Vas a escribirle una carta, expresándole todo lo que sientes, y vas a entregársela.

–Que vergüenza.–Fue lo único que le respondió.

–Se va hoy por la noche a una misión con Bucky y Pietro, y no van a volver dentro de una semana, déjasela en su bolso, y la leerá en el camino o no sé. No va a decirte nada de inmediato porque no puede comunicarse con nadie que no sea Fury.–Le explicó mientras se sentaba para ver a su amiga.

Nat soltó un suspiro largo, para luego responderle.–Okey, sí... voy a escribir la carta.–Dijo resignada mientras se levantaba y caminaba hacia su escritorio.

Mientras estabas en la habitación de Wanda, Nat se escabulló hasta tú cuarto y metió la carta en un lugar del bolso donde pudieras verla.

Ya después cuando te despediste de todos, Nat se veía nerviosa, pero decidiste dejarlo pasar.

En el hotel, ya estando en tú habitación, y después de darte una ducha, te dirigiste a tú bolso para sacar tú ropa, y fue ahí cuando viste el sobre que decía, "Para T/N". Lo abriste mientras te sentabas en la cama aún envuelta en la toalla y comenzaste a leerla.

"T/N...

Sé que te estarás preguntando de quien será esta carta, y por qué estaba en tú bolso, lo cual aún no puedo decir. Pero te escribí esto porque honestamente no sé cómo decírtelo en persona. No sé cómo expresarte todo lo que siento por ti en palabras, por eso mismo he decidido hacerlo en letras.

Y a pesar de que trato, no sé como para expresar toda la admiración que siento hacia ti. Ni mucho menos para expresar el amor que siento por ti.

Desde que llegaste al equipo, y a mi vida... te volviste una de las personas más importantes y especiales que jamás hayan llegado a realmente dejar una marca en mi.
Entraste en mi corazón y te alojaste allí. Te adueñaste de él sin saberlo.

Todas las noches antes de dormir me imagino como sería despertar a tú lado, sentir tús labios en los míos, a qué saben. Como se sentiría caminar contigo tomada de la mano por la calle, abrazarte mucho más que como a una amiga. Como se sentiría el besar cada parte de tú cuerpo, y admirar cada cicatriz que escondes bajo todas esas ropas holgadas.

Me encantaría, y desearía poder hacerte ver cuan perfecta eres ante mis ojos. Lo hermosas que son tús cicatrices, y poder pasar mis dedos por ellas, y besarlas con mis labios, todas y cada una de ellas que adornan tú cuerpo demostrando una vez más lo valiente y fuerte que eres.

Oírte reír y ver tú sonrisa inmediatamente hacen mi día mucho mejor, y las veces que me hablas, o diriges tú atención hacia mí, no sabes cuanto lo aprecio. Ni mucho menos cuanto aceleran mi corazón.

Sería un privilegio que tú rostro fuese lo último que vea al quedarme dormida, y que sea lo primero que vea al despertar.

Lamento mucho no tener la valentía suficiente para decírtelo en persona, solo espero puedas corresponder a mis sentimientos.

Nat"

La carta te conmovió bastante, e incluso unas pequeñas lágrimas te cayeron de los ojos.

Obviamente que sí correspondías a sus sentimientos.
Desde que llegaste al equipo, Nat llamó tú atención, y no pudiste evitar comenzar a tener sentimientos por ella. Pero decidiste hacerlos a un lado ya que no sabías sí sentía lo mismo.

Cuanto deseabas poder llamarla ahora mismo, y hacerle saber, y darle la tranquilidad de que sus sentimientos sí eran correspondidos. Pero solo podías limitarte a esperar una semana entera.

La misión terminó tres días antes de los previsto, por lo que llegaron a la Torre de sorpresa.

Lo primero que hiciste, fue preguntarle a FRIDAY donde se encontraba Nat, y te dirigiste a su cuarto, lo más rápido que pudiste.

Como era aún temprano por la mañana, al tocar la puerta se demoró un poco en abrirla.

–¿Que...—Preguntó Nat abriendo la puerta, mientras pasaba su mano por su ojo, pero fue interrumpida por un beso en los labios.

Al principio se sorprendió muchísimo, y estaba a punto de golpearte, pero al darse cuenta de que eras tú, te besó de vuelta, y cerraron la puerta tras de ustedes.

Caminaste hacia la cama aún besándola sin dejar sus labios en ningún segundo, y ambas cayeron en ella aún besándose.

Ya cuando se separaron por falta de aire, tú le sonreíste muy feliz, a lo cual ella respondió con el mismo gesto.

–Leí tú carta...–Le dijiste aún intentando recuperar el aire.

–¿Supongo que esto significa que sientes lo mismo por mí...?–Preguntó mientras te acariciaba el rostro.

A lo que tú se le respondiste asintiendo con la cabeza, para después volver a conectar sus labios, en un más largo y profundo beso.