Avengers OneShots

Cuidado (Eddie Brock/Venom)

Prólogo: Eddie y Venom se preocupan mucho por ti.
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–Conduce con cuidado, ¿Quieres? Ve despacio y no aceleres en ningún momento.–Te iba diciendo Eddie, mientras terminaba de acomodar la chaqueta que llevabas puesta.

–Sí nos necesitas, solo llama.–Te dijo Venom desde donde había salido en la espalda de Eddie.

–Exacto, tú llámanos y nosotros estaremos ahí de inmediato.–Te dijo Eddie, ahora arreglando tu cabello.

–Chicos, de verdad agradezco su preocupación, pero solo voy a trabajar, nada más.–Les dijiste riendo suavemente.

–Afuera está todo nevado, no queremos que tengas un accidente pequeña humana.

–Así es. Es por eso que debes conducir despacio, no aceleres y—Iba hablado Eddie, cuando le interrumpiste besando sus labios, y él poniendo sus manos en tú cintura.

–Ya debo irme, se me está haciendo tarde.–Les dijiste una vez que se separaron, tomando tú bolso y abriendo la puerta. Dejándole un beso en la mejilla a cada uno, para luego irte.

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Horas más tarde, ya cuando era tu horario de salida, Eddie y Venom comenzaron a preocuparse al ver que no llegabas a casa a la hora de siempre. Sabían que te tardarías más de lo habitual debido a la nieve, pero ya habían pasado dos horas, y aún no sabían nada de ti.

–No contesta su teléfono.–Dijo Eddie después de haberte intentado llamar unas cinco veces.

–¿Y si la vamos a buscar?–Le preguntó Venom, justo antes de que el teléfono sonara.

–¿Hola?–Respondió Eddie.

–Buenas noches. ¿Es usted Eddie Brock, esposo de T/N T/S/N Brock?–Le preguntó la señorita.

–Sí así es, soy yo. Ella es mi esposa.

–Señor Brock, lamento informarle que su esposa tuvo un accidente en su auto debido a la nieve. Ahora mismo se encuentra en cirugía.

–¿Q-qué...?–Preguntó asustado sin comprender completamente lo que estaba sucediendo.

–¿Qué es lo que te dice?–Le preguntó Venom ya desesperándose.

–S-si... voy... voy en camino. Muchas gracias, buenas noches.–Una vez que colgó el teléfono, fue a por su chaqueta y llaves, y salió rápido del departamento, Venom escondiéndose en su espalda.

–Eddie ya habla.–Le exigió el simbionte aún escondido.

–T/N tuvo un accidente y ahora está en el hospital.–Le dijo tratando de contener las lágrimas.

Fueron hasta el techo del edificio donde vivían, y Venom tomó el control para así llegar mucho más rápido al hospital.

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Una vez allí, le informaron sobre lo ocurrido, y ahora no les quedaba nada más que esperar a que salieras de la cirugía.

Llevaban ahí por lo menos unas tres horas, y los dos parecían leones enjaulados con lo desesperados que estaban al no saber nada sobre tú estado.

–¿¡Familia de T/N Brock?!–Preguntó un doctor llegando a la sala de espera.

–¡Soy yo!–Exclamó Eddie acercándose.–¿Cómo está mi esposa?

–Me alegra decirle, Señor Brock, que su esposa se encuentra en muy buen estado. Resistió la cirugía a la perfección, a pesar de tener que hacerle una transfusión de sangre debido a la gran pérdida que tuvo.

Aún así, debe quedarse esta noche en el hospital para ver como evoluciona, y probablemente un par de días más después, pero usted puede quedarse con ella si así lo desea. Ahora acompáñeme, lo voy a llevar a su habitación.–Le explicó, para luego comenzar a caminar hasta tu cuarto.

Una vez allí, el doctor dejó entrar a Eddie, y cerró la puerta para que tuvieran privacidad, Venom saliendo de su espalda.

–Hey...–Los saludaste débilmente y con una pequeña sonrisa.

Eddie se abalanzó sobre ti, y te abrazó cuidadoso de no aplastarte, ya sin poder contener las lágrimas.

–Ni se te ocurra volver a hacer eso T/N. Casi nos matas del susto.–Te regañó Venom, aunque sabías que lo hacía porque estaba preocupado por ti, aunque no se le notara mucho.

–Lo lamento chicos.–Te disculpaste, acariciando la cabeza de tu esposo.

–Creí que te había perdido.–Susurró levantando la cabeza, y dejando su frente pegada a la tuya.–De verdad creí que te perdería.

–Estoy bien, se los aseguro. No se van a deshacer de mi tan fácil.–Les dijiste con una sonrisa, antes de besar delicadamente los labios de tu esposo.

Eddie se recostó contigo en la cama del hospital, abrazándote y dejando tu cabeza bajo su barbilla, mientras acariciaba tu cabello y tu dormías.

No pudo dormir en toda la noche, temiendo que al despertar, estarías muerta, o que desaparecieras en cualquier momento. Tenía muchísimo miedo de perderte, y de tan solo pensarlo, le provocaba unas ganas de llorar incontrolables.

Eras todo para él, como él para ti.