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Sorpresa de cumpleaños (Yelena Belova)

Prólogo: Yelena te sorprende en tú cumpleaños.

Aquí una petición que me hicieron. Pueden escribir las suyas en los comentarios o por privado.

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Ya iban a cumplirse dos meses desde que no veías a tú novia Yelena. Con todo esto de que estaba buscando Widows del Red Room para liberarlas del control mental, debía de viajar alrededor del mundo, lo que significaba que no podían pasar tanto tiempo como les gustaría.

Hoy no era diferente, pero para tú mala suerte, mañana era tú cumpleaños, y no ibas a poder verla como te gustaría.

–¿Estás segura de que no puedes venir?–Le preguntaste algo triste por el teléfono.

–Lo siento bonita. De verdad que me encantaría poder estar ahí, pero ahora mismo es imposible.–Respondió desde desde el otro lado de la línea.–Prometo que te lo voy a compensar cuando nos veamos. Será más pronto de lo crees.–Dijo con voz dulce y coqueta a la vez.

–Okey.–Contestaste soltando una pequeña risita.–Te quiero, y cuídate por favor.–Le dijiste preocupada.

–Lo haré... sabes qué siempre voy a volver a ti preciosa. Te quiero.–Dijo antes de colgar.

Era difícil vivir así, pero el amor que sentían por la otra era tan fuerte, que esperarías hasta el fin del mundo por ella de ser necesario. Y Yelena haría lo mismo por ti.

Ambas se conocieron cuando ella había ido a matar a Clint en Nueva York. Kate es tú hermana menor, y Yelena y tú se conocieron en la fiesta que tú madre organizó. Después de eso, Yelena volvió a contactarte y desde entonces han permanecido juntas a pesar de todo.

–Mejor me voy a dormir...–Hablaste para ti misma después de terminar tú tercera copa de vino. Sentada sola en mitad de la sala de estar.

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Eran exactamente las 7:55am cuando Yelena llegó al departamento que compartían.

Haciendo uso de sus habilidades como espía, entró sigilosamente y comenzó a preparar el desayuno en la cocina. Sabía que siempre te levantabas relativamente temprano, más o menos como a las 9am, por lo que tenía que ser rápida.

Decoró con unas cuantas guirnaldas la sala de estar, todos los obsequios que te trajo los acomodó en una esquina, y dejó el desayuno que preparó en la mesita de café que había. Ya cuando tuvo todo listo, fue y se dio una muy rápida ducha para esperarte sentada en el sofá.

Justo como lo calculó, a las 9am en punto te escuchó moverte en su habitación hacia la puerta. Al abrirla, lo primero que viste fue el desayuno en la mesita y luego a Yelena.

–¡Feliz cumpleaños preciosa!–Gritó lanzando confeti y soltando los globos que tenía en la mano, los cuales quedaron flotando en el techo.

–¡¿Yelena?!–Exclamaste con una gran sonrisa en el rostro, para después correr a sus brazos y abrazarla muy fuerte.–No puedo creer que estés aquí...–Le susurraste en el oído, mientras pequeñas lágrimas de felicidad corrían por tús mejillas.

–Te dije que nos veríamos pronto.–Dijo apartándose un poco, para tomar tú rostro en sus manos, y acercarlo al suyo para darte un apasionado beso en los labios.

–Te amo tanto.–Le dijiste una vez que se separaron, con una gran sonrisa en el rostro.

–Yo también te amo prekrasnyy.–(hermosa) te dijo con una gran sonrisa, limpiándose las lágrimas que se le habían escapado.–Bueno, ¿vamos a comer o qué? ¡Oh! También te traje muchísimos obsequios.–Anunció emocionada mientras se sentaba en el suelo y te tiraba de la mano para sentarte junto a ella.

–Así veo.–Respondiste soltando una risita al ver la pila de obsequios que había frente a la mesita.

–Lo mejor de lo mejor para ti.–Aseguró dejando un tierno beso en tús labios, para después comenzar a comer.