Avengers OneShots

El hombre de tús sueños (Clint Barton)

Prólogo: Clint insiste en que escapes con él de tú abusivo esposo.
[Solo para aclarar, Clint en este oneshot no está casado, ni mucho menos tiene hijos]

Esta es una petición que me hicieron por privado, detallándome un poco el contexto que quería. Sí les gustaría también hacer una petición a su gusto, pueden escribirme por privado dando detalles de lo que les gustaría, o simplemente el personaje o contexto para comenzar por algo.
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Era tarde por la noche cuando por fin llegaste al departamento que compartías con tú esposo. Abriste la puerta sin encender las luces aún, quitándote los zapatos y chaqueta que estaban empapados, dejándolos tirados en el suelo sin ánimos realmente de llevarlos hasta el baño.

Caminaste hacia la cocina, aún a oscuras, escuchando como la lluvia golpeaba la ventana, resiviendo un poco de luz de la luna y los faroles de la calle.

–Deberías de secarte un poco, no quiero que te enfermes.–Escuchaste una voz por detrás, la cual te hizo dar un salto y tomar un cuchillo de la cocina.

–Tranquila querida, soy yo.–Dijo Clint acercándose cada vez más, hasta que pudiste distinguir su rostro con la tenue luz de fuera.

–Diablos Clint.–Soltaste el aire que estabas aguantando.–Me asustaste.–Dijiste dejando el cuchillo a un lado.

–Lo siento.–Soltó una pequeña risita, mientras comenzabas a hervir agua para prepararte un té caliente.–¿Cómo estuvo tú día en el trabajo?–Te preguntó afectuosamente.

–¿Qué estás haciendo aquí?–Le cuestionaste con tono de voz triste y abatido, ignorando su pregunta. Apoyándote en el mesón de la cocina, mirando hacia abajo y jugando con tus manos nerviosa.–Creí haber sido clara la última vez que nos vimos que lo mejor sería alejarnos y cortar con nuestra amistad... más aún después de lo que pasó entre nosotros...

–Bueno quería verte, saber como estuvo tú día.–Respondió con la misma dulzura de antes, reclinándose hacia atrás, descansando su espalda en la isla de la cocina.–Recuerdo bien lo que dijiste, pero no puedes pedirme que me aleje de ti. No es fácil, ¿sabes?

–No puedes aparecerte así como así.–Le reprochaste mientras buscabas una taza en los gabinetes.–¿Qué hubiese pasado sí él te descubría?–Le preguntaste sin ánimos.

–Pero no lo hizo.–Respondió de vuelta, observando cada uno de tús delicados movimientos.–Me aseguré de que no estuviese aquí antes de venir.

–Aún puede llegar, no falta mucho para que salga de su trabajo.–Argumentaste de vuelta preparando tú té, evitando su mirada.

–Sé que está en un viaje de negocios cariño, no tienes por qué mentirme.–Te dijo posicionándose frente a ti, tomando tú rostro en ambas de sus manos, inspeccionándolo con cuidado con la luz que le brindaban los faroles de fuera.

–¿Cuándo te hizo esto?–Preguntó suavemente al remover fácilmente el maquillaje de tu ojo derecho gracias al agua en tú rostro, pasando su mano delicadamente por la zona morada.

–Me caí de las escaleras Clint. Puedo ser torpe a veces también, ¿Sabes?–Le dijiste apartando sus manos, tomando tú taza para dejarla a un lado y ordenar un poco el desorden en la isla de la cocina.

–Eres la persona más cuidadosa que conozco, T/N.–Dijo de vuelta no creyendo lo que acababas de decirle.–No hay necesidad de mentirme, querida. Sabes que estoy aquí para ti.