Avengers OneShots

Amigas con beneficios (Yelena Belova)

Prólogo: Lo que tienes con Yelena te está confundiendo demasiado.
Este fue un pedido que me hicieron, inspirado en la canción "Mienteme" de Tini y María Becerra. Espero les guste, y cualquier cosa me escriben aquí en los comentarios o por privado.

Advertencia: Menciones de desnudez y sexo.

○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●

–Eres mía preciosa, de nadie más.–Te dijo Yelena con una gran sonrisa, mientras te acariciaba el rostro con una mano, y la otra la tenía entrelazada con la tuya. Ambas recostadas en la cama, desnudas después de un apasionado momento compartido en la oscuridad de la noche en tú habitación de la Torre.

Todo había comenzado en una fiesta de Tony, en la cual ambas bebieron de más, y terminaron teniendo sexo en tú habitación. A la mañana siguiente, ninguna de las dos recordaba nada, y acordaron nunca hablar de lo sucedido al verse desnudas. Pero una cosa llevó a la otra, y dos días después terminaron en la misma situación, solo que esta vez más sobrias que nunca.

Nadie sabía de esto, bueno a excepción de Wanda.

Yelena y tú decidieron formar una "amistad con derechos", de la cual ninguna de las dos debería de enamorarse... lástima que a ti ya te pasaban cosas con la rubia desde hace mucho antes de que todo esto ocurriera.

Sabías perfectamente que las cosas que Yelena te decía eran una completa mentira, pero dios... deseabas con todas tús fuerzas y alma que fueran reales.

Se veían muy tarde en las noches cuando todos dormían, o de vez en cuando en el día sí es que no había nadie más. Y esto poco a poco estaba comenzando a consumirte.

Querías ser mucho más que solo un juguete para darle placer por un par de horas, y después actuar como que nunca ha pasado nada frente a sus amigos. Al fin y al cabo, se conocían más desnudas que con ropa fuera de la habitación.

–Yelena, ¿Podemos hablar?–Le preguntaste entrando a su habitación un día por la tarde.

–¿Hablar hablar, o...?–Te preguntó de manera seductiva, mirándote de arriba abajo mordiéndose el labio inferior.

–Sí. Hablar hablar.–Le dijiste seriamente, acercándote a ella para sentarte frente a frente en su cama.

–Okey...–Respondió de vuelta, algo desilusionada y sorprendida que no fuese para tener relaciones.

–¿Qué soy yo para ti?–Le preguntaste sin pensarlo dos veces.

–¿A qué te refieres con eso?–Preguntó devuelta totalmente confundida la rubia.

–B-bueno... me refiero a qué significa lo que tenemos para ti.–Le dijiste mirándole a los ojos.

–Significa que somos solo amigas con beneficios, que solo se ven para—Iba hablando cuando le interrumpiste.

–¡Sí! Sí sé lo que son los amigos con beneficios.–Exclamaste antes de que pudiera terminar.–Pero más allá de todo eso... ¿No me ves como nada más?–Le preguntaste con cierto tono de dolor.

–Bueno... también te veo como una amiga...–Respondió de vuelta como si fuera lo más normal del mundo.

–Una amiga...–Dijiste soltando una risa amarga, levantándote de la cama, para poner una de tús manos en tú barbilla, y la otra en tú cadera.

–¿Todo bien T/N?–Te preguntó la rubia.

–¡No nada está bien!–Exclamaste con voz temblorosa.

–Okey... ¿Por qué mejor no respiras y—Iba hablando Yelena, levantándose de la cama, para acercarse a ti y posar sus manos en tús brazos, pero las apartaste, y le interrumpiste.

–¡No me pidas que me calme, Yelena!

–¿No entiendo cual es el problema, qué es lo qué te pasa?

–¡El problema, Yelena! ¡Es que solo me ves como una amiga, y un juguete con el que puedes tener sexo cuando se te antoje!–Exclamaste molesta y herida.–Y tal vez es mi culpa... es mi culpa que aún sabiendo el como me sentía por ti, decidí seguirte el juego de todas maneras para tener aunque fuese por un rato tú atención. Pero solo lo hizo peor.

–¿A qué te refieres?–Te preguntó confundida.

–Yelena... mucho antes de que comenzáramos con esta 'amistad'... yo ya sentía cosas por ti.–Le dijiste, dejando que las lágrimas corrieran libremente por tús mejillas.–Pero tú nunca me viste de esa manera.

Siempre me viste como a una amiga. Y después cuando comenzamos a tener sexo, solo dirigías tú atención hacia mí cuando lo necesitabas, no porque de verdad yo te interesara...

Ahora necesito que me digas, ¿acaso sientes algo por mí, aunque sea un poco?–Le preguntaste, deteniéndote frente a ella, mirándole a los ojos, esperando por una respuesta. Pero no hubo. Solo bajó la mirada y comenzó a jugar con sus manos, lo cual te dejó muy claro a lo que se refería.

–Por su puesto...–Dijiste soltando una amarga risa.–¿Cómo alguna vez pude imaginar que podrías llegar a sentir algo por mí?–Dejaste la pregunta flotando en el aire.

Te diste media vuelta para salir de la habitación, cuando Yelena te tomó del brazo y te dio vuelta, estrellando sus labios en los tuyos, dándote un beso tierno y gentil, tomando tú rostro en ambas de sus manos, limpiando tus lágrimas al mismo tiempo.

Era un beso completamente diferente a cualquier otro que te haya dado. Los anteriores siempre fueron desesperados y necesitados, ¿Este? Este era totalmente distinto. Era lento, tierno, gentil, y lleno de amor.

Luego de un par de segundos, ambas se separaron, para mirarse a los ojos.

–¿Y eso por qué fue?–Le preguntaste más calmada y confundida, esperando lo peor.

–Porque no sabía cómo poner en palabras lo que quería decirte linda.–Te dijo con una gran sonrisa, la cual tú le devolviste antes de volver a besarle en los labios, con mucho amor y felicidad. Ambas sonriendo en el beso.