Wanda Maximoff (Sugar mommy AU)***

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Prólogo: Wanda es tu sugar mommy y se pone celosa al ver a tu amigo coqueteando contigo.

BlackOsorio
Prólogo: oral-smut, fingering, celos.
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Wanda ya llevaba un par de meses siendo tú sugar mommy. Y mientras más pasaban los meses, más celosa te dabas cuenta que era.

Una vez te vio charlando con un amigo tuyo, que estaba visiblemente coqueteando contigo, solo que tu le rechazabas y no le tomabas importancia. Pero Wanda no lo veía de esa manera.

Así que se acercó a ustedes y te hizo una escena de celos, completamente innecesaria a tu parecer.

El camino a casa en el auto fue un silencio total. Ella intentó entablar una conversación contigo, pero era imposible ya que no le respondías.

Una vez llegaron al gran departamento que compartían, volvió a intentar hablar contigo.

–T/N por favor escúchame.–Te dijo seriamente mientras te seguía hasta la cocina.

–¡Wanda ya basta! ¡No puedes armar escenas de celos así como así! ¡Yo también tengo derecho de tener amigos al igual que tú!

–¡Él te estaba coqueteando! ¡No quiere ser tu amigo! Él solo quiere tenerte para él.–Te dijo seriamente, viéndote a los ojos.

–¡¿Y tú crees que yo no soy capaz de rechazarlo?!–Preguntaste evidentemente molesta.

Wanda se acercó a ti ya con expresión más suave, e intentó besarte a modo de disculpa, pero la apartaste.

–Lo siento linda...–Se disculpó tomando tú rostro con ambas manos, acercándose a tus labios, pero te hiciste un paso atrás.

Sabías que lo que habías hecho estaba mal, porque ahora su lado dominante saldría a la luz.

Al apartarte, la pelirroja arqueó una ceja, y se acercó lentamente a ti. Mientras tu la veías nerviosa, intentando ocultar tus manos temblorosas.

–¿Así que ahora me niegas también?–Te preguntó seriamente.

–Yo—

–Shhh...–Te interrumpió posando su dedo índice en tú boca, a la vez que se acercaba a ti, hasta el punto en que sus labios rozaban.–Voy a tener que enseñarte a ser una buena niña... ven conmigo.–

Te tomó de la mano y te llevó hasta la habitación que compartían.

–Quítate toda la ropa y recuestate en la cama.–Te ordenó seriamente, alejándose un poco de ti para ver como obedecías sin decir nada a su mandado.

Una vez terminaste de quitarte la ropa, te recostaste boca arriba en la cama, tal y como te lo pidió, para que luego Wanda te atara las manos al respaldo.

–Vas a aprender a obedecer.–Te dijo posicionándose sobre ti, a la vez que empezaba a pasar sus manos por todo tu cuerpo, a la vez que besaba tu cuello.

–Wanda... por favor...–Le suplicaste al sentir como pasaba sus dedos por tú intimidad, simplemente acariciando pero sin hacer nada más. Torturandote lenta y dolorosamente.

–Este es tu castigo, linda.–Te dijo viéndote a los ojos con una pequeña sonrisa.–Aunque hoy me siento más flexible que otras veces. Así que voy a darte lo que deseas, solo porque has sido una buena chica para mi en este rato.–Susurró en tu oído, mientras soltaba tus manos del respaldo de la cama.

Insertó dos dedos en ti, masajeando tu clitoris, haciéndote gemir fuertemente. A la vez que comenzaba a besar tus labios lento, pero apasionada, gimiendo en su boca.

Dejó un rastro de besos húmedos por tu cuerpo, dándole especial atención a cada uno de tus pechos hasta dejar tus pezones erectos. Una vez satisfecha, siguió bajando por tu abdomen, hasta llegar a la parte interna de tus muslos, besando delicadamente la zona.

Removió sus dedos de tu interior, y abrió tus piernas con fuerza, trazando una larga línea recta en tu intimidad, haciéndote gemir fuertemente y apretando con una mano su cabello, mientras la otra tomaba con fuerza las sábanas.

Wanda comenzó a devorarte con su boca, volviendo a insertar un dedo en ti, mientras con la otra apretaba tu muslo.

En un momento, se separó por un momento de tu femineidad, para hablarte mirándote a los ojos.

–Tócate.–Te dijo con seriedad, sin dejar de mover sus dedo dentro de ti.–Quiero que te toques con dos dedos, mientras yo sigo dándote ese placer que tanto te gusta.–

Tal y como te lo pidió, comenzaste a masturbarte a ti misma, a la vez que Wanda movía su dedo dentro de ti, y te devoraba con su lengua.

–¡Wanda ya no puedo—Hablaste agitada, antes de que un gemido te interrumpiera, tirando de su cabello con la otra mano.

–Adelante. Hazlo antes de que me arrepienta.–Habló en tu intimidad, enviándote vibraciones por todo el cuerpo.

Ya sin poder aguantar más, te corriste en su boca y en tus dedos, gimiendo y respirando con fuerza.

Wanda se alejó de tu femineidad, lamiando su dedo y dejando húmedos besos por tu cuerpo, hasta llegar a tu boca y darte un apasionado beso.

Tomó la muñeca de tu mano con la que te tocaste a ti misma, introduciéndola en su boca para limpiar tus dedos y soltar un gemido de satisfacción, para luego dejar un beso en tu frente y recostarse a tu lado en la cama, abrazándote con cariño.

Ninguna de las dos dijo nada por varios minutos. Simplemente disfrutaban de la compañía de la otra, hasta que fuiste tu quien habló.

–¿Por qué te molestaste tanto hoy? Sé que él estaba coqueteando conmigo, pero era evidente que le rechacé en varias ocasiones.–Le dijiste con suavidad, alejándote un poco para verle a los ojos.

–Porque te amo, T/N. Y la simple idea de poder llegar a perderte me aterra.–Te confesó con sinceridad, viéndote a los ojos y acariciando tú rostro con su mano.

Una pequeña sonrisa se dibujó en tu boca, a la vez que llevabas ambas de tus manos a sus mejillas, para acercarte y dejarle un tierno beso en los labios.

–Yo también te amo, Wanda Maximoff.

Avengers OneShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora