Hogwarts no se espera lo que está por llegar.

14. Quidditch.

Capítulo 14, Quidditch. 

Pov's Ivy:

A principios de noviembre, el tiempo comenzó a volverse frío, los alumnos comenzaban a usar guantes y bufandas con el estampado de sus Casas. Las montañas cercanas a Hogwarts se volvieron grises y blancas. Cada mañana el patio parecía estar cubierto por escarcha. Por las ventanas de arriba se veía a Hagrid descongelando las escobas en el campo de Quidditch, enfundado en un enorme abrigo, guantes y enormes botas. 

Estaba por comenzar la temporada de Quidditch. Aquel sábado, Harry jugaría su primer partido, después de semanas de entrenamiento. Gryffindor jugaría contra Slytherin. Casi nadie había visto jugar a Harry ya que Wood lo quería como su arma secreta. Era un secreto a voces ya que se había filtrado que Harry jugaría como Buscador. Hermione consiguió cuadrar los horarios de todos para reunirnos durante mínimo una hora para hacer los deberes y no retrasarnos en las entregas de los trabajos. Hermione se volvió un poco más flexible respecto a lo de quebrantar las normas. 

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El viernes estábamos sentados en uno de los patios, aprovechando el rato libre que teníamos. Hermione hizo aparecer un fuego azul en un tarro de mermelada y lo usamos para mantener el calor. Estaba jugando con la nieve que había en mi lado del banquito. Cuando Harry nos avisó de que Snape estaba caminando de forma extraña, lo miré y parecía estar herido. Mis tres amigos se apiñaron para tapar el fuego, ya que no sabían si estaba permitido, mientras que en sus caras se formó una expresión de culpabilidad. Lo que hizo a Snape detenerse y mirarnos fijamente, salude al profesor a la distancia y se acercó a nosotros buscando algo con lo que reñirnos, ya que no había visto el fuego. 

-Prof. Snape- ¿Qué tienes ahí Potter? -Harry le enseñó su libro sobre Quidditch.- Los libros de la biblioteca no pueden salir del castillo. Dámelo. Cinco puntos menos para Gryffindor. -Se iba a marchar pero se dio la vuelta.- 
¿Qué haces con ellos Hunter? Si te veo con alguno de ellos en las próximas veinticuatro horas le quitaré a Gryffindor treinta puntos. -Se quedó esperando a que me alejara de mis amigos.- Vamos. 

Me levanté, me despedí de mis amigos, (quienes veían al profesor con indignación) y caminé junto a Snape hacia la biblioteca donde me ordenó dejar el libro. Luego de eso me mandó a leer tres libros enormes sobre pociones y plantas medicinales. Y le pidió a la Señora Pince que se asegurara que no me marchara sin leer los libros. De esta manera estaría alejada de mis amigos durante gran parte de la tarde. 

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Cuando terminé de leerme esos libros ya era hora de la cena, en realidad los libros fueron de mucha ayuda, ahora conocía unas cuantas plantas medicinales que podría usar para curar a mis criaturas si era necesario. Me dirigí al Gran Comedor y me senté en la otra punta de mi mesa, alejada de Hermione, Ron y Harry. Los gemelos vinieron a preguntar si nos habíamos peleado de nuevo, pero yo les conté lo que pasó con Snape. Me felicitaron por mi fuerza de voluntad al leer esos libros  yo solo me encogí de hombros. Los gemelos fueron hasta donde estaban Hermione y los otros dos, para decirles que el profesor me había obligado a leer libros toda la tarde. Terminé de cenar junto a Alayssa y el resto de mis amigas, les conté lo que pasó en la tarde y se confundieron, no sabían que pensar sobre el extraño castigo. Juntas fuimos al dormitorio evitando a mi otro grupo de amigos para que no nos restaran puntos. La Sala Común estaba muy animada esa noche, vi a los chicos cerca de una de las ventanas y ellos me vieron a mi. Les dediqué un saludo antes de subir a los dormitorios para darme una ducha y poder irme a dormir. Dentro de unas horas podría volver a juntarme con mis amigos, según lo que me dijo el profesor Snape. 

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A la mañana siguiente me desperté tranquilamente, me aseé, preparé y bajé a la Sala Común, había un par de alumnos pintándose la cara con los colores de la Casa. El resto ya había bajado para animar al equipo incluso antes de que empezara el partido. Bajé al Gran Comedor donde había más alumnos con los colores de los equipos que apoyaban pintados en la cara. Estaba por entrar cuando el profesor Snape pasó por mi lado, caminé junto a él rápidamente y le agradecí por "recomendarme" (obligarme a leer) esos libros. El profesor solo me dedicó una cara molesta para seguir su camino, en ese momento Ron tiró de mi para que me sentara con ellos. Debían contarme algo.