Capítulo 3, Luna Lovegood.
Anteriormente:
"- Te voy a encontrar. Y cuando lo haga recordarás porque no se debe enfadar a los Hunter."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
Me desperté a la mañana siguiente por los gritos de la señora Weasley, estaba histérica pensando que perderíamos el tren. Me preparé rápidamente y baúl y jaula de Hypo en mano me asomé a las escaleras. Fred y George habían encantado sus baúles para que bajaran la escalera volando, y éstos habían golpeado a Ginny y la habían hecho bajar dos tramos de escalones rodando hasta el vestíbulo; la señora Black y la señora Weasley gritaban a voz en grito.
-Sra. Weasley- ¡... PODRÍAIS HABERLE HECHO DAÑO DE VERDAD, IDIOTAS!
-Sra. Black- ¡... MESTIZOS PODRIDOS, MANCILLANDO LA CASA DE MIS PADRES!
Hermione entró corriendo en la habitación, de Harry y Ron con Hedwig en su hombro y cargando a Crookshanks. Bajé la escaleras rápidamente, dejando las cosas en la entrada y ayudando a tapar el cuadro de la anciana. Ginny- estaba bien, con un raspón en las rodillas, pero bien, la señora Weasley la curó de inmediato. Ojoloco llegó diciendo que no podíamos irnos hasta que llegara Podmore porque en la guardia falta un miembro.
-Harry- ¿La guardia? ¿Necesitamos una guardia para ir a King's Cross?
- Tú necesitas una guardia para ir a King's Cross.
-Harry- ¿Por qué? Tenía entendido que Voldemort intentaba pasar desapercibido, así que no irás a decirme que piensa saltar desde detrás de un cubo de basura para matarme, ¿verdad?
-Hermione- No lo sé, eso es lo que ha dicho Ojoloco. -Miró su reloj.- Pero si no nos vamos pronto, perderemos el tren, eso seguro...
-Sra. Weasley- ¿Queréis daros prisa, por favor?
Cuando todos estuvimos abajo el retrato de la señora Black lanzaba unos furiosos aullidos, pero nadie se molestó en cerrar las cortinas de nuevo; de todos modos, el ruido que había en el vestíbulo la habría despertado otra vez.
-Sra. Weasley- Harry, tú vienes conmigo y con Tonks. Deja tu baúl y tu lechuza; Alastor se encargará del equipaje... ¡Oh, por favor, Sirius! ¡Dumbledore dijo que no!
Un perro negro había aparecido junto a nosotros mientras esquivábamos los baúles para llegar donde estaba la señora Weasley.
-Sra. Weasley- En serio... ¡Está bien, pero allá tú!
Luego abrió la puerta de la calle de un fuerte tirón y salió a la débil luz del día otoñal. Harry y el perro la siguieron. La puerta se cerró tras ellos.
Estuvimos esperando hasta que Ojoloco nos dio permiso y pudimos salir nosotros. El señor Weasley nos acompañaría hasta la estación a Hermione, Ron y a mi, Lupin iría con los gemelos y con Ginny, y Ojoloco se encargaría del equipaje.
{...}
Llegamos a la estación media hora después, ya que le habíamos dado diez minutos de ventaja al primer grupo. Atravesamos disimuladamente la barrera y nos acercamos al grupo, luego ayudamos a Ojoloco a descargar el equipaje y unos instantes después llegaron Fred, George y Ginny con Lupin.
-Ojoloco- ¿Algún problema?
-Lupin- Ninguno.
-Ojoloco- De todos modos, informaré a Dumbledore de lo de Sturgis. Es la segunda vez que no se presenta en una semana. Está volviéndose tan informal como Mundungus.
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
Fiksi PenggemarUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?