Capítulo 10, Oclumancia.
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"Lockhart: ¡Eh, no he aprendido a escribir con letra cursiva para nada!"
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Pov's Ivy:
Resultó que Kreacher estaba escondido en el desván. Sirius lo había encontrado allí, sin duda buscando más reliquias para llevarse a su armario. Tras su reaparición, Kreacher parecía de mejor humor; sus amargas murmuraciones habían cesado un tanto, y cumplía las órdenes que le daban con más docilidad de lo habitual, aunque en un par de ocasiones el elfo observaba a Harry.
A medida que se acercaba la fecha del regreso a Hogwarts, Sirius se mostraba más propenso a lo que la señora Weasley llamaba "ataques de melancolía", durante los cuales se ponía taciturno y gruñón, y muchas veces se retiraba al cuarto de Buckbeak. Su malhumor se extendía por la casa y se filtraba por debajo de las puertas como un gas tóxico, de modo que los demás se contagiaban de él.
{...}
Ninguno queríamos volver a Hogwarts. Volver al colegio significaría colocarse una vez más bajo la tiranía de Umbridge, que sin duda se las habría ingeniado para que aprobaran otra docena de decretos; con toda probabilidad, nos iban a cargar de deberes ahora que se acercaban los exámenes. Entonces, el último día de las vacaciones, pasó algo que nos hizo sentir terror de regresar al colegio.
-Sra. Weasley- Harry, cariño. Ivy. -Estábamos todos en el dormitorio viendo jugar ajedrez mágico a Ron y Harry.- ¿Podéis bajar un momento a la cocina? El profesor Snape quiere hablar con vosotros.
Me quedé estupefacta, pero Harry no se había dado ni cuenta porque estaba pendiente de la partida.
-Harry- Machácalo, ¡machácalo! ¡Sólo es un peón, idiota! Lo siento, señora Weasley, ¿qué decía?
-Sra. Weasley- El profesor Snape, cariño. Os espera a ti y a Ivy en la cocina. Quiere hablar con vosotros.
Ahora todos se quedaron igual de estupefactos que yo hace unos segundos.
-Harry- ¿Snape?
-Sra. Weasley- El profesor Snape, querido. Bajad, dice que tiene prisa.
-Ron- ¿De qué querrá hablar con vosotros? -Preguntó cuando su madre salió de la habitación.- No habéis hecho nada, ¿verdad?
- ¡Claro que no!
Un par de minutos más tarde, abrimos la puerta de la cocina y encontramos a Sirius y a Snape sentados, cada uno con la vista fija en una dirección diferente. El silencio que reinaba en la habitación delataba la antipatía que sentían el uno por el otro. Sirius tenía una carta abierta delante, sobre la mesa. Harry carraspeó, y Snape giró la cabeza.
-Prof. Snape- Sentaos, Potter, Hunter.
-Sirius- Mira. -Se mecía sobre las patas traseras de la silla y hablaba mirando al techo.- Preferiría que aquí no dieras órdenes, Snape. Ésta es mi casa, ¿sabes?
Harry se sentó en una silla al lado de Sirius, frente a Snape y yo tuve que sentarme al lado de él.
-Prof. Snape- En realidad teníamos que vernos a solas, pero Black...
-Sirius- Soy su padrino. -Señaló a Harry con la cabeza.-
-Prof. Snape- He venido por orden de Dumbledore, pero quédate, Black, quédate. Ya sé que te gusta sentirte... implicado.
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanficUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?