Hogwarts no se espera lo que está por llegar.

4. El Howler.

Capítulo 4, El Howler.

Anteriormente:

"Cuando terminamos de organizar nuestras cosas y nos cambiamos fuimos a dormir, una vez tumbada en mi cama quedé pensando en lo que tendríamos que hacer durante el curso. Pero sobre todo traté de mentalizarme en que las clases de D.C.A.O. serían con Lockhart como profesor."

En la actualidad:

Pov's Ivy:

Al día siguiente todo fue de mal en peor desde la hora del desayuno, el día había empezado nublado y con un triste color gris. Todas las mesas estaban repletas de estudiantes, los cuales estábamos sentados empezando el desayuno y con él el día. Estaba sentada junto a Hermione, ella no apartaba la vista de uno de los libros de Gilderoy Lockhart, yo tenía mi ejemplar en la mesa y me centré más en el desayuno, todo resultaba más interesante que ese idiota, aunque casi todo Hogwarts estaba en desacuerdo conmigo. Mis amigas hablaban de Lockhart y debatían cual de sus libros era el mejor, Parvati, Lavender y sus amigas debatían en cual foto salía mejor, y los chicos discutían sobre cual de sus aventuras era la mejor. Yo puse los ojos en blanco y desconecté para no tener que escucharlos.  

Harry y Ron llegaron minutos después y se sentaron frente a nosotras, dándome la oportunidad de volver a prestar atención a mi alrededor. Hermione les dio los buenos días fríamente. Parecía que aún estaba decepcionada con su forma de llegar al colegio, yo les hice un gesto como saludo y Neville, sentado al otro lado los saludó alegremente. 

-Neville- El correo llegará en cualquier momento; supongo que mi abuela me mandará las cosas que me he olvidado. 

- Si necesitas algún material yo tengo de sobra.

-Neville- Gracias por el ofrecimiento Ivy, pero creo que tengo todos los materiales.    

Harry y Ron estaban por empezar a desayunar cuando las lechuzas llegaron con el correo haciendo un gran escándalo, volaron sobre nuestras cabezas, dando vueltas por el Comedor y dejando caer las cartas junto a sus destinatarios. Un gran paquete con forma irregular rebotó sobre la cabeza de Neville, y un segundo después, una cosa gris cayó en la taza de Hermione, salpicando de leche y plumas. 

-Ron- ¡Errol! -Sacó por las patas a la empapada lechuza. Errol se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico.- ¡No! 

-Hermione- No te preocupes, no está muerto. 

- Ese sería el menor de sus problemas en este momento.

-Ron- Es por esto. -Señaló el sobre rojo con temor.-

-Harry- ¿Qué pasa? 

-Ron- Me han enviado un "Howler". 

-Neville- Será mejor que lo abras, Ron. Si no lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me mandó uno, pero no lo abrí y... -Tragó saliva.- Fue algo terrible. 

-Harry- ¿Qué es un "Howler"?

- Si Ron la abre pronto lo sabrás. 

-Neville- Ábrela, será cuestión de unos segundos. 

Ron alargó la mano tembloroso, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió. Neville se tapó los oídos y yo nos cubrí a ambos con el libro de Lockhart por precaución. Harry nos miró sin comprendernos hasta una fracción de segundo después. Pareció como el sobre había estallado; en el salón se oyó un bramido tan potente que desprendió polvo del techo.