7. El Cumpleaños de Muerte.

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Capítulo 7, El Cumpleaños de Muerte.

Anteriormente:

"Luego de unos minutos sin poder dormir sentí algo extraño, era un susurro ilegible, abrí los ojos pero el sonido se había ido. Usé una de las almohadas para taparme los oídos y finalmente conseguí dormir."     

En la actualidad:

Pov's Ivy:

Llegó Octubre y un frío húmedo se extendió por los campos y entró al castillo. Al parecer había una epidemia de catarro y la señora Pomfrey no daba a basto. Ginny estaba muy pálida y tenía mal aspecto, Percy le insistió para que fuera a ver a la señora Pomfrey. 

Gotas de lluvia del tamaño de una bala repicaron contra las ventanas del castillo durante días y días; el nivel del lago subió, los arriates de flores se transformaron en arroyos de agua sucia y las calabazas de Hagrid adquirieron el tamaño de cobertizos. El entusiasmado Oliver Wood, sin embargo, ni se enfrió, y por este motivo Harry, tuvo a última hora de una tormentosa tarde de sábado, cuando faltaban pocos días para Halloween, había vuelto a la Torre Gryffindor, y vino rápido en nuestra dirección, estábamos en la Sala Común, sentados junto a la chimenea estaban Ron y Hermione, yo, por el contrario, estaba sentada en uno de los huecos de la ventana, que estaban adaptados para servir de asiento, con mi cuaderno, en ocasiones levantaba la mirada y observaba las gotas de lluvia. 

Nos contó todo lo que le había pasado mientras venía aquí. A lo que los tres nos miramos confundidos. 

-Hermione- ¿Un cumpleaños de muerte? -Estaba entusiasmada.- Estoy segura de que hay muy poca gente que pueda presumir de haber estado en una fiesta como ésta. ¡Será fascinante!

-Ron- ¿Para qué quiere uno celebrar el día en que ha muerto? -Iba por la mitad de sus deberes de pociones y estaba de mal humor.- Me suena a aburrimiento mortal. 

La lluvia seguía azotando las ventanas, que se veían oscuras, aunque dentro todo parecía brillante y alegre. La luz de la chimenea iluminaba las butacas en la que nos sentábamos a leer, a hablar, a hacer los deberes o, en el caso de Fred y George, a intentar averiguar qué es lo que sucede si se le da de comer a una salamandra una bengala del Doctor Filibuster. Fred la había "rescatado" de una clase de Criaturas Mágicas y ahora ardía lentamente sobre una mesa, rodeado de un corro de curiosos. 

Harry estaba a punto de continuar con su anécdota, cuando de pronto la salamandra pasó por el aire zumbando, arrojando chispas y produciendo estallidos mientras daba vueltas por la sala. Para su suerte, cuando se detuvo y cayó, la pude atrapar antes de que cayera al suelo. Miré molesta a los gemelos, pero antes de poder ir a reprenderlos, ya había llegado Percy a reñirles, hasta quedar ronco. Dejé a la salamandra en el fuego de la chimenea, esperando que terminara de soltar chispas naranjas para devolverla a la clase de Criaturas Mágicas. 

{...}

 Cuando llegó Halloween, la escuela estaba siendo decorada como el año anterior, con murciélagos vivos, y las calabazas de Hagrid, que eran tan grandes como para que tres o cuatro alumnos se sentaran dentro. Se extendió un rumor sobre que Dumbledore planeaba contratar a un grupo de esqueletos bailarines para el espectáculo de este año. Harry estaba arrepentido de haberle prometido ir a su fiesta a Nick casi decapitado. 

-Hermione- Lo prometido es deuda, y tu le prometiste ir a su fiesta de cumpleaños de muerte. 

- Punto para Hermione.

Ron sacó un papiro arrugado donde estaban nuestros nombres y el número de cada curso en Hogwarts, anotó un tanto para Hermione, en el recuadro de segundo año. El año anterior ganó ella y Ron quería ganar en esta ocasión. 

Hogwarts no se espera lo que está por llegar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora