Hogwarts no se espera lo que está por llegar.

20. Empieza la Segunda Guerra.

Capítulo 20,  Empieza la Segunda Guerra.

Anteriormente:

"Hermione: ¡Dadle recuerdos de nuestra parte! ¡Y pregúntadle qué ha sido de su amigo!"

En la actualidad:

Pov's Ivy:

El castillo estaba muy tranquilo. Todo el mundo estaba en los jardines disfrutando de que habían acabado los exámenes y con la perspectiva de unos pocos días más de curso libres de repasos y deberes.

Recorrimos despacio el pasillo echando vistazos por las ventanas; vimos a unos cuantos estudiantes que volaban sobre el estadio de Quidditch y a un par de ellos nadando en el lago, acompañados por el calamar gigante.

Harry no quería estar con nadie, pero cuando estaba solo parecía encontrarse peor, así que yo no le dejaba mucho tiempo solo. Y conseguí convencerlo de ir a visitar a Hagrid.

Acabábamos de bajar el último escalón de la escalera del vestíbulo cuando Malfoy, Crabbe y Goyle salieron por una puerta. Harry se paró en seco; lo mismo hicieron Malfoy y los otros. Lo único que se oía eran los gritos, las risas y los chapoteos provenientes de los jardines. Malfoy echó un vistazo a su alrededor, miraba si había algún profesor cerca y luego nos miró otra vez y habló en voz baja:

-Draco- Estás muerto, Potter.

-Harry- Tiene gracia. No sabía que los muertos pudieran caminar.

Jamás habíamos visto a Malfoy tan furioso, su rostro se puso pálido.

-Draco- Me las pagarás. -Contestó en un susurro.- Vas a pagar muy caro lo que le has hecho a mi padre.

-Harry- Mira cómo tiemblo. -Agarré el brazo de Harry por precaución.- Supongo que lo de Lord Voldemort no fue más que un ensayo comparado con lo que me tenéis preparado vosotros tres. ¿Qué pasa? -Añadió, Malfoy, Crabbe y Goyle se habían encogido al oírle.- Es amigo de tu padre, ¿no? No le tendrás miedo, ¿verdad?

-Draco- Te crees muy hombre, Potter. -Avanzó hacia nosotros. Crabbe y Goyle lo flanqueaban.- Espera y verás. Ya te atraparé. No puedes enviar a mi padre a la prisión y...

-Harry- Eso es precisamente lo que he hecho.

-Draco- Los Dementores se han marchado de Azkaban. Mi padre y los demás no tardarán en salir de allí.

-Harry- Si, no me extrañaría. Pero al menos ahora todo el mundo sabe que son unos cerdos.

Malfoy se dispuso a coger su varita, pero Harry se le adelantó: había sacado la suya antes de que Draco hubiera metido siquiera los dedos en el bolsillo de su túnica.

-???- ¡Potter! -Se oyó por el vestíbulo.-

El profesor Snape había aparecido por la escalera, sentí como Harry se tensaba y lo agarré más fuerte.

-Prof. Snape- ¿Qué haces, Potter? ¿Hunter?

-Harry- Intento decidir qué maldición emplear contra Malfoy, señor. -Tiré de su brazo para pararlo.- 

-Prof. Snape- Guarda inmediatamente esa varita. Diez puntos menos para Gryff- -Empezó a decir mirando hacia los relojes de arena que había en las paredes, y esbozó una sonrisa burlona.- ¡Ah, veo que ya no queda ningún punto que quitar en el reloj de Gryffindor! En ese caso, Potter, tendremos que...

-???- ¿Añadir unos cuantos?

La profesora McGonagall acababa de subir la escalera de la entrada del castillo; llevaba un maletín de cuadros escoceses en una mano y con la otra se apoyaba en un bastón, pero por lo demás tenía buen aspecto.