16. El Huevo y el Ojo.

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Capítulo 16, El Huevo y el Ojo.

Anteriormente:

"Por la tarde volvimos al castillo, incapaces de desvanecer la imagen de la expresión de contento en la cara de Hagrid cuando se lo había imaginado ganando el Torneo."

En la actualidad:

Pov's Ivy:

-Hermione- ¡DIJISTE que ya habías descifrado el enigma! 

-Harry- ¡Baja la voz! Sólo me falta... afinar un poco, ¿de acuerdo?

Ocupábamos unas mesas al final del aula de Encantamientos. Aquel día teníamos que practicar lo contrario del encantamiento convocador: el encantamiento repulsor. 

Debido a la posibilidad de que ocurrieran desagradables percances cuando los objetos cruzaban el aula por los aires, el profesor Flitwick había entregado a cada estudiante una pila de cojines con los que practicar, suponiendo que éstos no le harían daño a nadie aunque erraran su diana. No era una idea desacertada, pero no acababa de funcionar. La puntería de Neville, sin ir más lejos, era tan mala que no paraba de lanzar por el aula cosas mucho más pesadas: como, por ejemplo, al propio profesor Flitwick.

-Harry- Olvidaos por un minuto del huevo ese, ¿queréis? -Susurró.- Lo que quiero es hablaros de Snape y Moody...

Esta clase era ideal para contar secretos, porque la gente se divertía demasiado para prestar atención a las conversaciones de otros. Durante la última media hora, en episodios susurrados, Harry nos contó su aventura de la noche anterior.

-Ron- ¿Snape dijo que Moody también había registrado su despacho? -Preguntó con interés, mientras repelía un cojín.- Esto... ¿crees que Moody ha venido a vigilar a Snape además de a Karkarov?

-Harry- Bueno, no sé si eso es lo que Dumbledore le pidió hacer, pero desde luego es lo que está haciendo. -Movió la varita sin prestar atención, así que el cojín cayó al suelo.- Moody dijo que si Dumbledore permitía a Snape quedarse aquí era por darle una segunda oportunidad...

-Ron- ¿Qué? -Su segundo almohadón salía por el aire rotando, rebotó en la lámpara del techo y cayó pesadamente sobre la mesa de Flitwick.- Harry... ¡a lo mejor Moody cree que fue Snape el que puso tu nombre en el cáliz de fuego!

-Hermione- Vamos, Ron, ya creímos en cierta ocasión que Snape intentaba matar a Harry, y resultó que le estaba salvando la vida, ¿recuerdas?

Mientras hablaba, repelió un cojín, que se fue volando por el aula y aterrizó en la caja a la que se suponía que estábamos apuntando. Snape le había salvado la vida a Harry en una ocasión, pero lo odia, lo odiaba tal como a su padre cuando estudiaban juntos.

-Hermione- Me da igual lo que diga Moody. Dumbledore no es tonto. No se equivocó al confiar en Hagrid y en el profesor Lupin, aunque hay muchos que no les habrían dado trabajo; así que ¿por qué no va a tener razón también con Snape, aunque sea un poco...

-Ron- ... diabólico? Vamos, Hermione, a ver, ¿por qué le registran el despacho todos esos buscadores de magos tenebrosos?

-Hermione- ¿Y por qué se hace el enfermo el señor Crouch? Es un poco raro que no pueda venir al baile de Navidad pero que, cuando le apetece, se meta en el castillo en medio de la noche.

-Ron- Lo que pasa es que le tienes manía a Crouch por lo de esa elfina, Winky.

-Hermione- Y tú sólo quieres creer que Snape trama algo.

Hogwarts no se espera lo que está por llegar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora