18. La Locura de Barty Crouch.

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Capítulo 18, La Locura de Barty Crouch.

Anteriormente:

"Sirius: Será mejor que volváis al colegio. Ahora escuchad. No quiero que os escapéis del colegio para venir a verme, ¿de acuerdo? Conformaos con enviarme notas. Sigo queriendo conocer cualquier cosa rara que ocurra."

En la actualidad:

Pov's Ivy:

El domingo después de desayunar, fuimos a la Lechucería para enviar una carta a Percy, preguntándole, como Sirius había sugerido, si había visto a Crouch recientemente. Utilizamos a Hedwig, que hacía tiempo que no salía. Después de observarla perderse de vista, bajamos a las cocinas para entregar a Dobby sus calcetines nuevos.

Los elfos domésticos nos dispensaron una cálida acogida, haciendo reverencias  y  apresurándose a preparar un té. Dobby se emocionó con el regalo.

-Dobby- ¡Harry Potter es demasiado bueno con Dobby!

-Harry- Me salvaste la vida con esas branquialgas, Dobby, de verdad.

-Ron- ¿No hay más pastelitos de nata y chocolate? -Paseaba la vista por los elfos domésticos, que no paraban de sonreír ni de hacer reverencias.-

-Hermione- ¡Acabas de desayunar! -Estaba enfadada, pero entre cuatro elfos ya le habían llevado una enorme bandeja de plata llena de pastelitos.-

-Harry- Deberíamos pedir algo de comida para mandarle a Padfoot. -Murmuró.-

-Ron- Buena idea. Hay que darle a Pig un poco de trabajo. ¿No podríais proporcionarnos algo de comida? -Preguntó a los elfos que había alrededor, y ellos se inclinaron encantados y se apresuraron a traer más.-

-Hermione- ¿Dónde está Winky, Dobby?

-Dobby- Winky está junto al fuego, señorita. -Bajó un poco las orejas.-

-Hermione- ¡Dios mío!

Winky estaba sentada en un taburete, pero se hallaba tan sucia que se confundía con los ladrillos ennegrecidos que tenía detrás. La ropa que llevaba puesta estaba andrajosa y sin lavar. Sostenía en las manos una botella de cerveza de mantequilla y se balanceaba ligeramente sobre el taburete, contemplando el fuego. Mientras la mirábamos, hipó muy fuerte.

-Dobby- Winky se toma ahora seis botellas al día. -Nos susurró.-

-Harry- Bueno, no es una bebida muy fuerte.

Pero Dobby negó con la cabeza.

-Dobby- Para una elfina doméstica sí que lo es, señor.

Ella volvió a hipar. Los elfos que nos habían llevado los pastelitos le dirigieron miradas reprobatorias mientras volvían al trabajo.

-Dobby- Winky está triste, Harry Potter. Quiere volver a su casa. Piensa que el señor Crouch sigue siendo su amo, señor, y nada de lo que Dobby le diga conseguirá persuadirla de que ahora su amo es Dumbledore. 

-Harry- Eh, Winky, ¿tienes alguna idea de lo que le pasa al señor Crouch? Porque ha dejado de asistir al Torneo de los tres magos.

Winky parpadeó y clavó en Harry sus enormes ojos. Volvió a balancearse ligeramente y luego dijo:

-Winky- ¿El... el amo ha... dejado... ¡hip!... de asistir?

-Harry- Sí, no lo hemos vuelto a ver desde la primera prueba. "El Profeta" dice que está enfermo.

Hogwarts no se espera lo que está por llegar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora