Capítulo 2, El Dementor.
Anteriormente:
"Di un golpe en la pared, harta de todo el ruido de los dos Weasley discutiendo, si Harry estaba en peligro, tendríamos que cuidar de él y estaba segura de que vigilarían cada uno de sus movimientos hasta que hubiera pasado el peligro."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
A la mañana siguiente ya estábamos todos despiertos, faltaban los gemelos, Harry y Ron para desayunar, el último bajó molesto las escaleras. El señor Weasley, leía la primera página de "El Profeta" con el entrecejo fruncido, y a la señora Weasley, que nos hablaba a Ginny, Hermione y a mi de un filtro amoroso que había hecho de joven. Nos reíamos con risa floja.
-Ron- ¿Qué me ibas a contar? -Le preguntó a Harry cuando se sentaron, los miré.-
-Harry- Más tarde. -Murmuró, al mismo tiempo que Percy irrumpía en el Comedor.-
Todos estábamos muy ocupados bajando los baúles por la estrecha escalera del Caldero Chorreante y apilándolos en la puerta, con Hedwig y Hermes, la lechuza de Percy, encaramadas en sus jaulas. Hypo estaba a su lado cubierto por una tela, y junto a los baúles había un cesto de mimbre que bufaba ruidosamente.
-Hermione- Vale, Crookshanks, te dejaré salir en el tren.
-Ron- No lo harás. ¿Y la pobre Scabbers?
Se señaló el bolsillo del pecho, donde un bulto revelaba que Scabbers estaba allí acurrucada.
- Al fuego con ella.
-Ambos- ¡Ivy!
El señor Weasley, que había aguardado fuera a los coches del Ministerio, se asomó al interior, avisándonos de que ya habían llegado. Condujo a Harry a través del corto trecho de acera hasta el primero de los dos coches antiguos de color verde oscuro, los dos conducidos por brujos de mirada furtiva con uniforme de terciopelo verde esmeralda.
-Sr. Weasley- Sube, Harry.
Harry subió a la parte trasera del coche, y enseguida nos reunimos con él, por suerte para Ron me colé delante de Percy.
El viaje hasta King's Cross fue muy tranquilo. Los coches del Ministerio de Magia parecían bastante normales, aunque podían deslizarse por huecos que no podría haber traspasado un coche muggle. Llegamos a King's Cross con veinte minutos de adelanto; los conductores del Ministerio nos consiguieron carritos, descargaron los baúles, saludaron al señor Weasley y se alejaron, poniéndose, sin que se supiera cómo, en cabeza de una hilera de coches parados en el semáforo. El señor Weasley se mantuvo muy pegado a Harry durante todo el camino de la estación.
-Sr. Weasley- Bien, pues. Como somos muchos, vamos a entrar de dos en dos. Yo pasaré primero con Harry.
El señor Weasley fue hacia la barrera que había entre los andenes nueve y diez, empujando el carrito de Harry, un instante después habían atravesado la barrera. Los siguientes fueron Percy y Ginny. Luego los gemelos, Hermione y Ron, y por último la señora Weasley y yo. Después reunirnos todos, pasamos en fila ante vagones repletos, hasta que llegamos a un vagón que estaba casi vació. Subimos los baúles, pusimos a nuestras mascotas en la rejilla portaequipajes, y volvimos a salir para despedirnos de los padres de Ron. La señora Weasley besó a todos sus hijos, luego a Hermione, a mí, y por último a Harry.
-Sra. Weasley- Cuídate, Harry. ¿Lo harás? -De la nada abrió su bolso.- He preparado bocadillos para todos. Aquí los tenéis, Ron... no, no son de conserva de buey... Fred... ¿Dónde está Fred? ¡Ah, estás ahí, cariño...!
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanfictionUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?