20. El Hombre de Dos Caras.

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Capítulo 20, El Hombre de las Dos Caras.

Anteriormente:

"Vamos a ver de que es capaz una Hunter con dos horas de sueño y mal humor." 

En la actualidad:

Pov's Ivy:

Tuve el tiempo justo para rodar por el suelo esquivando una de las piedras que se estaba dedicando a lanzar. Me levanté y me escondí detrás de una de las columnas que había en la habitación. 

- Demonios... Es más violento de lo que suelen ser.

Escuché como gruñía y rompía cosas a su paso.

- Pero sigue siendo igual de idiota. 

Me escabullí detrás de otra columna, seguí pensando en alguna forma de calmarlo o de inmovilizarlo. Dudo que un simple "Petrificus Totalus" pueda paralo, pero otro golpe en la cabeza tampoco será de ayuda. El trol metió su mano entre las columnas, buscando alguna manera de atraparme. Me pegué a la pared más alejada, así evitando que me atrapara. 

Luego de unos minutos se dio por vencido y se sentó mientras gruñía y se dedicaba a romper piedras por diversión. Algo que no diferenciaba a este del anterior, son su estupidez y el ser tan violento. 

Para sentirme más liberada, me quité la túnica y la corbata. Sostuve con fuerza mi varita, pero antes de salir tomé el collar de mi madre entre mis manos buscando fuerzas. Lo metí por dentro de mi camisa, até con fuerza mi pelo y salí silenciosamente. 

{...}

Luego de unos minutos realizando el mismo hechizo y preparando mi trampa, agarré un trozo de las piedras destrozadas y se la lancé a la cabeza, acertando justo en su herida.

- ¡Eh, tu ven a por mi si te atreves! 

En efecto, se levantó enfadado y se dirigió hacia mi lo más rápido que pudo. Esperé paciente, hasta que estuvo a menos de un metro de mí. Entonces deshice el "Wingardium Leviosa" que había estado lanzando con anterioridad. Y un montón de rocas cayeron sobre él. Mientras las rocas caían la criatura trató de atacarme como último recurso. Falló por poco, tuve que cubrirme con los brazos para que ninguna piedra me lastimara. 

{...}

Mis brazos escocían como el mismísimo demonio, tenía varios cortes por los proyectiles de las piedras al chocar entre sí. Luego de unos quince minutos exactamente Hermione apareció. Vino corriendo hacia mi, mientras yo recogía mi túnica y mi corbata.

-Hermione- ¡Ivy! ¿Y el trol? -Me abrazó con preocupación, por la sangre en las mangas de mi camisa.-

- Ahí debajo. -Señalé con la cabeza el montón de piedras mientras nos separábamos.- 

-Hermione- ¿Cómo?

- "Wingardium Leviosa."

-Hermione- Impresionante... -Se sobresaltó.- Debemos irnos, hay que ir con Ron y salir de aquí, debemos avisar a Dumbledore cuanto antes.

Rompí mi túnica y até una tira sobre cada uno de mis brazos, para detener el sangrado durante un tiempo. Salimos corriendo hacia la puerta de la sala de ajedrez, mientras Hermione me contaba lo que había pasado antes de que se separara de Harry. Llegamos junto a Ron, estaba despierto, pero no se levantaba del suelo. 

-Hermione- ¡Ron!

-Ron- ¿Por qué estáis aquí? ¿Dónde está Harry?

- Primero hay que levantarte del suelo. 

Hogwarts no se espera lo que está por llegar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora