17. El Departamento de Misterios.

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Capítulo 17, El Departamento de Misterios.

Anteriormente:

"Seis o siete Thestral avanzaban entre los árboles, con las alas plegadas y los ojos brillando."

En la actualidad:

Pov's Ivy:

Harry fue el primero en montar sobre uno de los Thestral, luego subí yo, y vimos Neville subir al lomo de otro Thestral, intentando pasar una pierna por encima. Luna ya se había montado de lado, y se estaba arreglando la túnica. Ron, Hermione y Ginny, en cambio, seguían de pie y sin moverse, boquiabiertos y mirándonos.

-Harry- ¿Qué pasa?

-Ron- ¿Cómo quieres que los montemos? Si nosotros no podemos ver a esos bichos...

-Luna- ¡Ah, es muy fácil! -Se bajó de su Thestral y fue hacia donde estaban.- Venid aquí...

Los guio hacia donde se hallaban los otros Thestral y, uno a uno, los fue ayudando a montar. Los tres parecían muy nerviosos mientras Luna les enredaba una mano en la crin; luego Luna volvió a montar.

-Ron- Esto es una locura. Es una locura... Si al menos pudiera verlo...

-Harry- Yo en tu lugar no me quejaría de que siga siendo invisible. ¿Estáis preparados? -Todos asentimos.- A ver... Bueno, pues... -Se dirigió hacia su Thestral.- Ministerio de Magia, entrada para visitas, Londres. No sé si... sabrás...

Al principio el Thestral no se movió, pero poco después desplegó las alas, se agachó un poco e inmediatamente salió disparado hacia arriba.

- ¡Vamos, que no nos deje atrás! -Le susurré a mi Thestral.- Ministerio de Magia, entrada para visitas, Londres. 

Mi Thestral sacudió la cabeza y segundos después salió volando a toda velocidad detrás del Thestral de Harry. Pasamos como una centella por encima del castillo, alcanzamos a Harry. Dejamos atrás los terrenos de Hogwarts y sobrevolamos Hogsmeade.

{...}

Se puso el sol, y al poco rato las luces de las ciudades de muggles eran lo único que daba una idea de lo lejos que estaba el suelo. Seguimos volando por un cielo cada vez más oscuro. El ruido del viento en los oídos nos ensordecía, y el frío aire nocturno nos helaba. Ya no sabía qué distancia habíamos recorrido. De pronto la cabeza del Thestral apuntó hacia abajo, habían empezado a descender. 

En esos momentos, unas brillantes luces de color naranja se hacían cada vez más grandes por todas partes; los tejados de los edificios, hileras de faros, y rectángulos de luz amarilla que proyectaban las ventanas. Nos dirigíamos al suelo a gran velocidad; se posaron delicadamente en el suelo, como una sombra, y todos nos bajamos de sus lomos. Alrededor había un contenedor y la cabina telefónica destrozada.

-Ron- Nunca más. -Murmuró poniéndose en pie, luego de haber caído de su Thestral.- Nunca más... Ha sido el peor...

-Luna- ¿Y ahora qué hacemos? 

Yo me acerqué a los Thestral y les acaricié.

-Harry- Por aquí. -Nos guio hasta la desvencijada cabina telefónica y abrió la puerta.- ¡Vamos!

Todos entramos a la cabina apretujándonos. Los Thestral, se habían puesto a hurgar entre la basura del contenedor.

-Harry- ¡El que esté más cerca del teléfono, que marque seis, dos, cuatro, cuatro, dos!

El que estaba más cerca era Ron, así que levantó un brazo y lo inclinó con un gesto forzado para llegar hasta el disco del teléfono. Cuando el disco recuperó la posición inicial, una fría voz femenina resonó dentro de la cabina.

Hogwarts no se espera lo que está por llegar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora