Capítulo 8, Ojoloco Moody.
Anteriormente:
"Luego de terminar de organizar nuestras cosas nos fuimos a la cama, la tormenta aún se escuchaba en el exterior."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
A la mañana siguiente la tormenta se había ido a otra parte, aunque el techo del Gran Comedor seguía teniendo un aspecto muy triste. Durante el desayuno, unas nubes enormes del color gris del peltre se arremolinaban sobre nuestras cabezas, mientras examinábamos los nuevos horarios. Unos asientos más allá, Fred, George y Lee discutían métodos mágicos de envejecerse y engañar al juez para poder participar en el Torneo.
-Ron- Hoy no está mal: fuera toda la mañana. Herbología con los Hufflepuff y Cuidado de Criaturas Mágicas... ¡Maldita sea!, seguimos teniéndola con los Slytherin...
-Harry- Y esta tarde dos horas de Adivinación.
La profesora Trelawney siempre estaba prediciendo la muerte de Harry, cosa que a él no le hacía ni pizca de gracia.
-Hermione- Tendríais que haber abandonado esa asignatura como hice yo. De esa manera estudiaríais algo sensato como Aritmancia.
-Ron- Estás volviendo a comer, según veo. -Se burló de ella.-
-Hermione- He llegado a la conclusión de que hay mejores medios de hacer campaña por los derechos de los elfos.
-Ron- Sí... y además tenías hambre.
- Agh, cállate Ron.
De repente sobre nosotros hubo un batir de alas, y un centenar de lechuzas entraron volando a través de los ventanales abiertos. Llevaban el correo matutino. Las lechuzas volaron alrededor de las mesas, buscando a las personas a las que iban dirigidas las cartas y paquetes que transportaban. Un cárabo grande se acercó a Neville y dejó caer un paquete sobre su regazo. A Neville casi siempre se le olvidaba algo.
Al otro lado del Gran Comedor, el búho de Draco se posó sobre su hombro, llevándole lo que parecía su acostumbrado suplemento de dulces y pasteles procedentes de su casa. Hypo me dejó una carta de parte de Penny, ella también había estado muy preocupada por mi. Escribí una respuesta rápida y terminamos de desayunar, fuimos a través del embarrado camino que llevaba al Invernadero 3; una vez en él, la profesora Sprout nos mostró las plantas más feas que habíamos visto nunca. Desde luego, no parecían plantas eran gruesas y negras babosas gigantes que salían verticalmente de la tierra. Todas estaban algo retorcidas, y tenían una serie de bultos grandes y brillantes que parecían llenos de líquido.
-Prof. Sprout- Son bubotubérculos. Hay que exprimirlas, para recoger el pus...
-Seamus- ¿El qué?
-Prof. Sprout- El pus, Finnigan, el pus. Es extremadamente útil, así que espero que no se pierda nada. Como decía, recogeréis el pus en estas botellas. Tenéis que poneros los guantes de piel de dragón, porque el pus de un bubotubérculo puede tener efectos bastante molestos en la piel cuando no está diluido.
Exprimir los bubotubérculos resultaba desagradable, pero curiosamente satisfactorio. Cada vez que se reventaba uno de los bultos, salía de golpe un líquido espeso de color amarillo verdoso que olía intensamente a petróleo. Lo fuimos introduciendo en las botellas, tal como nos había indicado la profesora Sprout, y al final de la clase habíamos recogido varios litros.
-Prof. Sprout- La señora Pomfrey se pondrá muy contenta. El pus de bubotubérculo es un remedio excelente para las formas más persistentes de acné. Les evitaría a los estudiantes tener que recurrir a ciertas medidas desesperadas para librarse de los granos.
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanfictionUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?