Capítulo 9, Beauxbatons y Durmstrang.
Anteriormente:
"Subí hasta mi dormitorio y me eché en la cama. Ni siquiera me quité el uniforme, estaba muy cansada."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
No vimos a Harry por ninguna parte hasta la hora del desayuno, donde nos contó lo que había hecho temprano aquella mañana.
-Hermione- Le has dicho una mentira, Harry. No te imaginaste que la cicatriz te doliera, y lo sabes.
-Harry- ¿Y qué? No quiero que vuelva a Azkaban por culpa mía.
-Ron- Déjalo. -Le dijo a Hermione bruscamente, cuando ella abrió la boca para argumentar contra Harry. Y, por una vez, le hizo caso y se quedó callada.-
{...}
Durante las dos semanas siguientes, Harry intentó no preocuparse por Sirius. Pero la verdad era que cada mañana, cuando llegaban las lechuzas, no podía dejar de mirar muy nervioso en busca de Hedwig. Las clases se estaban haciendo más difíciles y duras que nunca, en especial la de DCAO. Moody anunció que nos echaría la maldición "Imperius" por turno, tanto para mostrar su poder como para ver si podíamos resistirnos a sus efectos.
-Hermione- Pero... pero usted dijo que eso estaba prohibido, profesor. -Moody apartaba las mesas con un movimiento de la varita, dejando un amplio espacio en el medio del aula.- Usted dijo que usarlo contra otro ser humano estaba...
-Ojoloco- Dumbledore quiere que os enseñe cómo es. Si alguno de vosotros prefiere aprenderlo del modo más duro, cuando alguien le eche la maldición para controlarlo completamente, por mí de acuerdo. Puede salir del aula.
Señaló la puerta con un dedo nudoso. Hermione se puso muy colorada, y murmuró algo de que no había querido decir que deseara irse. Moody empezó a llamar por señas a los alumnos y a echarles la maldición "Imperius". Nuestros compañeros de clase, uno tras otro, hacían las cosas más extrañas bajo su influencia: Dean dio tres vueltas al aula a la pata coja cantando el himno nacional, Lavender imitó una ardilla y Neville ejecutó una serie de movimientos gimnásticos muy sorprendentes, de los que hubiera sido completamente incapaz en estado normal. Ninguno de ellos parecía capaz de oponer ninguna resistencia a la maldición, y se recobraban sólo cuando Moody la anulaba.
-Ojoloco- Potter, ahora te toca a ti. -Harry se adelantó hasta el centro del aula, en el espacio despejado de mesas. Moody levantó la varita mágica, lo apuntó con ella.- ¡"Imperio"!
Harry parecía extrañamente tranquilo, todos lo miraban. Harry parecía que iba a saltar la mesa pero parecía resistirse. De un momento a otro se había pegado de cabeza contra la mesa, que se volcó.
-Ojoloco- Bien, ¡por ahí va la cosa! ¡Mirad esto, todos vosotros... Potter se ha resistido! Se ha resistido, ¡y el condenado casi lo logra! Lo volveremos a intentar, Potter, y todos los demás prestad atención. Miradlo a los ojos, ahí es donde podéis verlo. ¡Muy bien, Potter, de verdad que muy bien! ¡No les resultará fácil controlarte!
{...}
-Harry- Por la manera en que habla. -Murmuró una hora más tarde, cuando salíamos del aula de DCAO. Moody se había empeñado en hacerle repetir cuatro veces la experiencia, hasta que logró resistirse completamente a la maldición.- Se diría que estamos a punto de ser atacados de un momento a otro.
-Ron- Sí, es verdad. Hablando de paranoias... No me extraña que en el Ministerio estuvieran tan contentos de librarse de él: ¿no le oíste contarle a Seamus lo que le hizo a la bruja que le gritó «¡bu!» por detrás el día de los inocentes? ¿Y cuándo se supone que vamos a ponernos al tanto de la m}aldición con todas las otras cosas que tenemos que hacer?
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanfictionUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?