Capítulo 10, El Mapa del Merodeador.
Anteriormente:
"Me agaché para tomar la bolsa, le di la vuelta y puse sobre la cama una docena de astillas de madera y ramitas, lo que quedaba de la fiel y finalmente abatida escoba de Harry."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
La señora Pomfrey insistió en que Harry se quedara el fin de semana. Lo visitó gente sin parar, todos con la intención de infundirle ánimos. Hagrid le envió unas flores llenas de tijeretas y que parecían coles amarillas, y Ginny, sonrojada, le dio una tarjeta de saludo que ella misma había hecho.
El equipo de Gryffindor volvió a visitarlo el domingo por la mañana, esta vez con Wood. Nosotros no nos íbamos hasta que llegaba la noche. Pero nada de cuanto dijera o hiciese nadie podía aliviar a Harry.
El domingo, cuando estuvimos a punto de irnos me pidió que me quedara un segundo. Me contó lo que había visto en las gradas y lo que había escuchado y sentido. No se lo había dicho a nadie más, sabía que Ron se asustaría y Hermione se burlaría. El hecho era, que el Grim se le había aparecido dos veces y había habido accidentes casi fatales. La primera casi lo había atropellado el autobús noctámbulo. La segunda había caído de veinte metros de altura. Y luego estaban los Dementores. Harry sabía ya de quién era aquella voz que gritaba. Era su madre, los últimos momentos de su madre.
Estuvimos hablando un rato del Grim y de los Dementores, pero no había ya nada que yo le pudiera contar que no le hubieran contado el resto de profesores y estudiantes.
{...}
El lunes pudo volver al bullicio del colegio. Malfoy no cabía en sí de gozo por la derrota de Gryffindor. Por fin se había quitado las vendas y lo había celebrado parodiando la caída de Harry. La mayor parte de la siguiente clase de Pociones la pasó Malfoy imitando por toda la mazmorra a los Dementores. Snape ni siquiera me miraba, no porque ahora me tuviera respeto o miedo, que va, yo solo era basura a sus ojos, como el resto de estudiantes no Slytherin, pero ahora más por mi numerito en DCAO.
Llegó un momento en que Ron no pudo soportarlo más y le arrojó un corazón de cocodrilo grande y viscoso a Malfoy. Le dio en la cara y consiguió que Snape le quitara cincuenta puntos a Gryffindor.
-Ron- Si Snape vuelve a dar la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, me pondré enfermo. A no ser que vuelvas a intervenir como lo hiciste, Ivy.
- Ni en broma, me descontrolé. Pero no más, por un tiempo, al menos.
-Harry- Mira a ver quién está, Hermione.
-Hermione- ¡Estupendo! -Dijo luego de haberse asomado.-
El profesor Lupin había vuelto al aula. Ciertamente, tenía aspecto de convaleciente. Las túnicas de siempre le quedaban grandes y tenía ojeras. Sin embargo, nos sonrió mientras nos sentábamos, y ellos prorrumpieron inmediatamente en quejas sobre el comportamiento de Snape durante su enfermedad y la respuesta que yo le di.
-Dean- No es justo. Sólo estaba haciendo una sustitución. ¿Por qué tenía que mandarnos trabajo?
-Lavender- No sabemos nada sobre los hombres lobo...
-Seamus- ¡... dos pergaminos!
-Prof. Lupin- ¿Le dijisteis al profesor Snape que todavía no habíamos llegado ahí?
Volvió a producirse un barullo.
-Neville- Sí, pero dijo que íbamos muy atrasados...
-Parvati- ... no nos escuchó...
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanfictionUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?