Capítulo 12, La Primera Prueba.
Anteriormente:
"A zancadas, cruzó la sala hacia la escalera, y subió a su dormitorio. Me giré a ver a Ron, estaba en shock, pero esto era mejor, debía darse cuenta de que él tampoco estaba en lo correcto al ignorar a su amigo. Le di unas palmadas en el hombro y subí a mi dormitorio, me tiré en la cama sin más, estaba cansada de correr y esconderme."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
El domingo por la mañana, las chicas y yo bajamos al Gran Comedor para desayunar. Cinco minutos después vinieron Hermione y Ginny, se sentaron a mi lado, y como veinte minutos más tarde apareció Harry corriendo, nos estaba buscando. Esperó a que termináramos de desayunar para llevarnos fuera a dar otro paseo.
En los terrenos del colegio, mientras bordeábamos el lago, Harry le contó todo lo de los dragones y lo que nos había dicho Sirius. Aunque muy asustada por las advertencias de Sirius sobre Karkarov, Hermione pensó que el problema más acuciante eran los dragones.
-Hermione- Primero vamos a intentar que el martes por la tarde sigas vivo, y luego ya nos preocuparemos por Karkarov. Ivy, ¿qué propones?
Dimos tres vueltas al lago, pensando cuál sería el encantamiento o forma correcta de someter a un dragón. Fuimos a la biblioteca para obtener más información.
{...}
Harry trajo a la mesa una alta pila de libros y se pusieron a leer, yo buscaba en mi cuaderno entradas y anotaciones sobre dragones.
-Harry- "Embrujos para cortarles las uñas... Cómo curar la podredumbre de las escamas..." Esto no nos sirve: es para chiflados como Hagrid que lo que quieren es cuidarlos...
-Hermione- "Es extremadamente difícil matar a un dragón debido a la antigua magia que imbuye su gruesa piel, que nada excepto los encantamientos más fuertes puede penetrar..." ¡Pero Sirius dijo que había uno sencillo que valdría!
-Harry- Busquemos pues en los libros de encantamientos sencillos... -Se levantó y fue por una hilera de libros.-
Volvió a la mesa con una pila de libros de hechizos y comenzó a hojearlos uno tras otro. A su lado, Hermione cuchicheaba sin parar.
-Hermione- Bueno, están los encantamientos permutadores... pero ¿para qué cambiarlos? A menos que le cambiaras los colmillos en gominolas o algo así, porque eso lo haría menos peligroso... El problema es que, como decía el otro libro, no es fácil penetrar la piel del dragón. Lo mejor sería transformarlo, pero, algo tan grande, me temo que no tienes ninguna posibilidad: dudo incluso que la profesora McGonagall fuera capaz... Pero tal vez podrías encantarte tú mismo. Tal vez para adquirir más poderes. Claro que no son hechizos sencillos, y no los hemos visto en clase; sólo los conozco por haber hecho algunos ejercicios preparatorios para el TIMO...
-Harry- Hermione, ¿quieres tranquilizarte un momento, por favor? Trato de concentrarme.
Harry parecía nervioso mientras releía la misma página, yo seguí buscando en mi cuaderno, sé que tenía notas e información sobre ellos.
-Hermione- ¡Oh, no!, aquí vuelve. ¿Por qué no puede leer en su barquito? -Krum entró, nos dirigió una hosca mirada y se sentó en un rincón con una pila de libros.- Vamos, chicos, volvamos a la Sala Común... El club de fans llegará dentro de un momento y no pararán de cotorrear...
Y, efectivamente, en el momento en que salíamos de la biblioteca, entraba de puntillas un ruidoso grupo de chicas, una de ellas con una bufanda de Bulgaria atada a la cintura.
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanfictionUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?