Capítulo 19, El Heredero de Slytherin.
Anteriormente:
"Las serpientes se separaron al abrirse el muro. Las dos mitades de éste se deslizaron a los lados hasta quedar ocultas, Harry estaba temblando de la cabeza a los pies, y yo estaba tensa, con las manos temblando, nos miramos en un silencio que nos hacía sentirnos peor y entramos silenciosamente."
En la actualidad:
Pov's Ivy:
Al entrar, estábamos en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada. Altísimas columnas de piedra talladas con serpientes se elevaban para sostener un techo, proyectando largas sombras. Escuchamos aquel silencio de ultratumba. El basilisco dejó de preocuparme, y solo podía pensar en una cosa, "¿Dónde estaría Ginny?".
Sacamos las varitas y avanzamos por el camino de las columnas decoradas con serpientes. Nuestros pasos resonaban en los muros sombríos. Estábamos con los ojos entornados, dispuestos a cerrarlos completamente al menor indicio de movimiento. Parecía que las serpientes de piedra nos vigilaban desde las cuencas vacías de sus ojos.
Al llegar al último par de columnas, vimos una estatua, adosada al muro del fondo. Frente a ella había mucha agua por el suelo y vimos una pequeña figura con túnica negra y el cabello de un rojo encendido.
-Harry- ¡Ginny! -Susurró, corriendo hacia ella e hincándose de rodillas.- ¡Ginny! ¡No estés muerta! ¡Por favor, no estés muerta! -Dejó la varita a un lado, agarró a Ginny por los hombros y le dio la vuelta.-
Yo me había quedado en mi sitio, observando todo en silencio y desde la oscuridad. Quería ir donde Ginny y Harry, pero si el basilisco aparecía al menos uno de los dos tenía que estar en guardia.
-Harry- Ginny, por favor, despierta. -La agitó suavemente, pero ella no respondía.-
-Voz- No despertará.
Harry se enderezó de un salto. Un muchacho alto, de pelo negro, estaba apoyado contra la columna más cercana, mirándole. Lentamente me oculté en las sombras, no me había visto y podía ser una ventaja si teníamos que enfrentarnos a él. Harry, pareció entender mi ausencia, no me llamó o me delató, pero lo que también parecía saber era, de quien se trataba ese chico.
-Harry- Tom... ¿Tom Riddle? -Riddle asintió con la cabeza, sin apartar los ojos del rostro de Harry.- ¿Qué quieres decir? ¿Por qué no despertará? ¿Ella no está... no está...?
-Tom- Todavía está viva, pero por muy poco tiempo.
Era imposible, Tom Riddle había estudiado en Hogwarts hacía cincuenta años, y sin embargo allí, bajo aquella luz rara, neblinosa y brillante, aparentaba tener dieciséis años.
-Harry- ¿Eres un fantasma?
-Tom- Soy un recuerdo guardado en un diario durante cincuenta años.
Riddle señaló hacia los gigantescos dedos de los pies de la estatua. Allí se encontraba, abierto, el pequeño diario negro que habíamos hallado en los aseos de Myrtle.
-Harry- Tienes que ayudarme, Tom. Tenemos que sacarla de aquí. Hay un basilisco... No sé dónde está, pero podría llegar en cualquier momento. Por favor, ayúdame...
Sentí que esas palabras también estaban dirigidas a mi, pero todavía no era un buen momento para salir, no sabíamos donde estaba el basilisco y era peligroso bajar la guardia. Riddle no se movió. Harry, logró levantar a medias a Ginny del suelo, y se inclinó por algo.
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Hogwarts no se espera lo que está por llegar.
FanfictionUn curso académico en el lugar más seguro del mundo, ¿qué podría salir mal?