Capítulo 2

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Sky

Tomé el jugo entre mis manos y lo observé por unos segundos, Chrissy se dio cuenta y se acercó a mi.

— ¿Qué haces?, ¿No vas a comer? — me miraba esperando una respuesta.

— Steve se quedó limpiando el salón de clases, ¿Crees que sea buena idea llevarle este jugo? — volteé a verla y ella me dio una gran sonrisa.

— Tal vez esté sediento — comenzó a animarme para que fuera a llevárselo. Ella siempre ha sido mi cómplice, siempre apoyándome en todo lo que quiero y hago.

Me levanté de mi asiento y corrí hacía el salón de clases y cuando llegué solo estaba Munson, parece que Steve ya se había ido, la decepción se reflejaba en mi rostro.

— ¿Viniste a disculparte? — Munson comenzó a acercarse a mi y me arrebató el jugo que tenía entre las manos.

— Te perdono solo porque estoy sediento — abrió el jugo y comenzó a tomárselo enfrente de mi.

— Ese jugo no es para ti — le dije bastante molesta y sentí la presencia de alguien justo detrás de mí.

— Que lindo gesto Sky, ojalá alguien hiciera lo mismo por mi — dijo Steve sonriéndome y volviendo a entrar al salón para acomodar los asientos.

— Pero... — Munson me interrumpió y me dio la botella del jugo vacío en mis manos.

— Gracias, ahora hazme un favor, tíralo a la basura, cariño — me dio un apretón en la mejilla sonriendo, se dio media vuelta y eso me hizo molestar más de lo que pensaba.

— ¡Ve y tíralo tú! — le grité demasiado molesta y le aventé la botella del jugo en la cabeza, salí del salón muy molesta, cerré la puerta detrás de mi y me quedé ahí parada.

— ¡Dios! Que molesta que es — escuché la voz de Munson.

— Pero es bastante linda, te trajo un jugo, además de que tiene buena puntería — dijo Steve riéndose.

— Es una odiosa — dijo Munson y yo volví a la cafetería.

Cuando llegué me volví a sentar al lado de mi hermana y ella notó mi cara de decepción y a la vez tristeza.

— ¿Qué pasó? — me miró fijamente.

— El idiota de Munson se tomó el jugo — me desplomé en la silla cruzando mis brazos y haciendo un poco de pucheros.

Le expliqué lo que había pasado y trató de tranquilizarme, incluso de animarme a llevar otro jugo pero la verdad mientras Munson esté cerca de él volvería a pasar lo mismo.

Terminé de comer mis alimentos y la hora del almuerzo pasó, volví a clases y esta vez tocaba matemáticas, por suerte ahí no teníamos que sentarnos como en biología.

Me senté en una de las mesas de en medio, la clase comenzó y después de unos minutos la clase fue interrumpida por Steve y Munson.

— Perdón profesor, nos tocó hacer el aseo en el salón de biología — dijo Steve, el profesor era un poco más relajado y los dejó pasar sin problemas.

— Bien, tomen asiento jóvenes — hizo una seña para que entraran.

Para mi desgracia el asiento de al lado mío estaba vacío, Munson se sentó justo ahí y atrás de mi había otro asiento donde Steve se sentó.

¡Genial! De nuevo con este idiota, ¿No pudo sentarse detrás de mí?, Era la oportunidad perfecta para que Steve estuviera conmigo, ¡Ah, lo odio!.

— Chicos, van a formar equipos de cuatro personas para resolver los siguientes ejercicios — el profesor comenzaba a escribir en el pizarrón los ejercicios y todos empezaban a formar sus equipos.

— Bien Munson, necesitamos otras dos personas, ¿Sky, quieres unirte? — Steve dijo detrás de mí y yo volteé a verlo.

— Claro, me gustaría — le sonreí y Munson volvió a rodar sus ojos en modo de fastidio.

— Más vale que seas buena en esta materia Cunningham — Munson parecía amenazarme.

— Déjala en paz, amigo — Steve cruzaba sus brazos mirándome con una sonrisa.

Al final nadie más se nos unió, solo éramos nosotros tres, Steve entendía un poco, pero Munson era un desastre y solo esperaba a que termináramos para copiar las respuestas.

— Creo que estás mal en esta ecuación — dije comparando el ejercicio de Steve con el mío.

— Oh, ¿En serio? — comenzó a observar nuestros resultados.

— Si, mira — tomé mi lápiz y empecé a explicarle el ejercicio, poco a poco nos fuimos acercando, cada vez más sin darnos cuenta y cuando terminé de resolverle el ejercicio ambos volteamos a vernos.

Nos quedamos mirándonos por unos segundos, tenía los ojos más lindos que había visto en toda mi vida, estaba tan solo a unos centímetros de mi y en eso Munson interrumpió.

— ¿Terminaron? — puso su libreta entre medio de los dos haciéndonos alejar para no ser golpeados por su libreta.

— Si Munson, empieza a copiar las respuestas — dijo Steve algo molesto.

— Tal vez para la siguiente, deberíamos dejarlo afuera, no es que aporte mucho — lo miré bastante molesta mientras empezaba a copiar las respuestas.

— No, para la siguiente, nos hará todo el trabajo — le hizo una advertencia a Munson.

— Yo solo superviso que todo salga bien — nos guiñó un ojo.

Después de entregar los ejercicios, el profesor nos felicitó por hacer un gran equipo, ¡Si, claro! Munson no hizo nada.

Era la hora de salida, normalmente me iba con mi hermana y su novio Jason, el capitán del equipo de baloncesto, pero hoy tenían una comida con los padres de Jason, por lo cual hoy tenía que regresarme sola a mi casa.

— ¡Hola Sky! ¿Qué tal las clases? — dijo Robin mientras se acercaba a mi.

— Hola Robin, la verdad estuvieron bien, excepto por el friki Munson — dejé escapar un suspiro.

— ¿En serio? Cuéntame, ¿Qué pasó? — ella me sonrió esperando que le contara toda mi historia, era bastante buena escuchando y dando algunos consejos.

— Hola Robin, ¿Quieres que te lleve a casa? — apareció Steve a un lado de Robin.

— ¡Oh! Hola Sky, ¿Quieres que te lleve a ti también? — se dirigió a mi.

— No quiero ser una molestia — pasé mi mano por mi cabello algo tímida.

— Creo que la molestia seré yo, no quiero hacer mal trío así que me iré a casa con otra amiga, Sky después me cuentas tu historia de hoy — Robin se despidió de nosotros y se fue corriendo con otra de sus amigas.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora