Amor Cristalino

Capítulo 8

Sky

Munson se levantó de su lugar y caminó hacía la puerta para irse de la fiesta.

— ¿A dónde vas, friki? — preguntó la animadora algo enojada.

— No quiero ser parte de tu jueguito estúpido — respondió sin mirar atrás.

— ¿Qué? — lucía tan confundida como todos los presentes.

— Todos aquí sabemos que estás molesta o celosa porque aquél chico — señaló a Andy.

— Dijo que la princesita era la más hermosa de la preparatoria Hawkins — se recargó en el marco de la puerta.

— Y yo jamás andaría con una chica tan alzada como ella — me señaló.

— Así que deja de inventar cosas, que me dan ganas de vomitar — le miré algo molesta, me acababa de insultar.

— Ahora si de exhibir la vida de los demás se trata este juego, entonces deberíamos contarles que la chica que se estaba divirtiendo conmigo en los vestidores eras tú — sonrió bastante orgulloso y la animadora quedó en ridículo frente a todos.

Dió media vuelta y salió del lugar, nadie lo detuvo, todos nos quedamos sin saber que hacer, la chica se fue corriendo de la fiesta demasiado avergonzada y el ambiente estaba algo incómodo, había arruinado completamente la fiesta, hasta que Chrissy tomó la botella.

— Bueno, la fiesta no tiene que terminar aquí — giró la botella y Nancy se levantó.

— Creo que yo también me retiro, mis padres pueden preocuparse, sigan divirtiéndose — ella sonrió amablemente y se fue a casa.

Después de que Nancy se fuera, Steve se sentó a mi lado, la botella seguía girando pero lentamente, hasta que se detuvo con Steve.

— ¿Verdad o reto? — Chrissy le preguntó a Steve.

— Reto — sonrió y Chrissy me volteó a ver.

— Te reto a que beses a la chica que te parezca más linda de toda la fiesta — Chrissy parecía tramar algo o saber algo que yo no sabía.

— Eso es fácil — Steve volteó a verme, puso sus manos sobre mis hombros y me giró para poder besarme.

Cerré mis ojos correspondiendo el beso de Steve, realmente sentía una emoción inexplicable, era como si el mundo se hubiera detenido o el tiempo pasará demasiado lento.

Cuando Steve se separó del beso, mi cara estaba totalmente sonrojada y él solo sonrió. Los presentes comenzaron a hacernos burla excepto Andy, parecía tener cara de disgusto.

El juego siguió como por otras cinco rondas más, hasta que todos decidimos terminar la fiesta, mañana teníamos escuela y ya era demasiado tarde.

Cuando salí del lugar estaba bastante fresco y alguien puso su chamarra sobre mis hombros, cubriendo todo mi torso.

— Parece que tienes frío — era la voz de Steve.

— Gracias, es un lindo gesto de tu parte — sonreí.

— Te queda mejor a ti que a mí — dijo mientras me veía puesta su chamarra del equipo de baloncesto.

— ¿Quieres que te lleve a casa? — preguntó amablemente.

— No quiero ser una molestia — seguí caminando sin tener un rumbo fijo.

— Deja de decir eso, no eres ninguna molestia — él caminó a mi lado.

— Steve — me detuve.

— ¿Si? — él hizo lo mismo para mirarme y poner toda su atención en mi.

— Sobre lo del frik... Munson, debo decir que es un malentendido — le tengo que decir la verdad antes de que creé ideas en su mente.

— ¿En serio?, Desde que los sentaron juntos en biología parecen más cercanos, luego con lo que dijo Chloe, me parece que se gustan — puso su mano en su cuello algo decepcionado.

— Para nada, de hecho nos caemos mal, lo de los vestidores, yo había entrado a arreglar mi cabello cuando escuché unos ruidos en el último cubículo, cuando me acerqué salió una animadora con su mano cubriendo su rostro que resultó ser Chloe y luego Munson con los labios llenos de labial — Steve prestaba atención a cada una de mis palabras.

— ¿Así que eso fue lo que pasó? — Steve dio un suspiro aliviado.

— Sky, la verdad es que pensé que Munson te gustaba y me iba a mantener un poco distante, ahora que me aclaras que todo es un malentendido quiero decirte algo — dio una pausa, parecía que estaba algo nervioso, pero me tomó de las manos.

— Me gustas — lucía un poco avergonzado.

¿Escuché bien? ¿Dijo que le gustaba? ¿Esto de verdad está pasando? Es ahora o nunca, tengo que armarme de valor y decirle que él también me gusta.

— Steve, tú también me gustas — mis mejillas se sonrojaron.

— Entonces ¿Quieres salir conmigo? — mis ojos se iluminaron después de esas palabras.

— ¡Si! — dije bastante emocionada.

Mi corazón estaba a punto de estallar, no cabía más felicidad en mi ser, por fin el chico que tanto me gustaba, me estaba invitando a salir.

— Mañana podemos ir a mi casa a ver una película, tú puedes escogerla — decía mientras me abría la puerta de su auto.

— Claro, me encantaría — sonreía mientras me subía a su auto.

Durante el camino estuvimos hablando sobre la tarea de mañana y sobre algunas cosas que nos gustan.

— Bien, llegamos — Steve estacionó su auto frente a mi casa.

— Gracias Steve, la pasé muy bien hoy — le di un beso en la mejilla como despedida y luego salí de su auto.

Nos despedimos agitando nuestra mano y luego entré a mi casa, parecía que no había nadie, la casa siempre está bastante vacía sin mis padres.

Llegué a mi habitación sin poder creer que Steve me dijo que le gustaba, todo este tiempo había querido escuchar eso y hoy por fin fue ese día, me siento en las nubes, mañana estaré en su casa así que tal vez me ponga alguna ropa interior linda, solo por si algo pasa.

Aunque siento que aún es muy pronto, yo nunca he estado con un chico pero aún así prefiero estar preparada.

Me recosté en mi cama y terminé durmiéndome. Al día siguiente me levanté con un tremendo dolor de cabeza, creo que son los estragos por haber bebido un poco de alcohol.

Me di una ducha, me puse el uniforme de las porristas, tomé mi mochila y salí de mi casa, era bastante tarde pero para mí sorpresa Steve estaba recargado sobre su auto esperándome.

— Llegó su chofer, señorita — dijo con una amplia sonrisa.

— Déjame ayudarte — se acercó lo bastante rápido a mi para tomar mi mochila y luego abrirme la puerta de su auto.

— Gracias — mi corazón cada vez se derretía más por las atenciones que Steve tenía conmigo.