Capítulo 94

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Eddie

Pasaban ya de las 5:00 de la tarde, aún no había comido, no había hecho nada productivo en la casa, simplemente me la pasé todo el día en la cama, no tenía ganas de hacer nada, ¿Cómo puedo hacer algo cuando mi mente seguía en aquel lugar donde me encontré con mi "padre"?, por tanto tiempo quise evitarlo, me hervía la sangre de solo pensar en él, de volver a sacar a relucir mis traumas de la niñez, sentía un gran peso sobre mis hombros y mi ansiedad volvía a apoderarse de todo mi cuerpo, ayer hablé con mi tío y trató de calmarme, sus palabras siempre me inspiraban confianza, desearía que el fuera mi padre... Él siempre ha sido el mejor psicólogo para mi, me ayudó bastante a sobrellevar toda esta mierda que me hunde, y no quiero caer de nuevo en ese abismo que difícilmente he logrado escapar...

Obligué a mi perezoso ser a tomar una ducha caliente, supuse que un baño se llevaría todo lo malo que no me deja estar en paz, el agua caliente que caía sobre mi cuerpo desnudo se llevaba los restos de shampoo y mis malos pensamientos por el desagüe, ojalá no vuelva a verlo más, a medida que pasaba el tiempo me sentía más tranquilo, envolví mi cintura con una toalla y tomé otra para secarme el cabello, al abrir la puerta del baño salió una inmensa nube de vapor, estaba por irme a mi habitación para ponerme algo de ropa cuando llamaron a la puerta.
¿Quién podría ser?, tal vez se le olvidó algo a mi tío.

— ¿Cuántas veces tengo que recordarte sobre cargar tus propias llaves? — dije de manera burlona apenas abrí la puerta, mierda me olvidé que tenía que hacer el  proyecto de literatura con Wheeler.

— ¿Intentas seducirme, Munson? — habló levantando una ceja, observándome de pies a cabeza de manera lenta.

— No te creas tan importante Wheeler, pasa, me olvidé por completo que venías para terminar el trabajo, iré a ponerme algo de ropa — mencioné restándole importancia a sus palabras.

La deje pasar e hice una caminata rápida hacía mi habitación para ponerme algo de ropa, me puse los pantalones que eran de mi pijama y una camiseta holgada y sin mangas de color negro, dejé mis pies descalzos y me apresuré en llegar a la sala para acabar el estúpido trabajo de una vez. Tomé asiento en el sofá y dejé que ella me explicara lo que íbamos a hacer, comencé a investigar en los libros que trajo algún tipo de información que pudiera ayudarnos, mi cabello aun seguía mojado y sentía las gotas deslizarse por mi pecho...

— ¿Por qué no fuiste a la escuela, hoy? — ella preguntó tratando de que el ambiente no fuera algo incómodo, pero para mí ya lo era con solo tener su presencia en mi casa, decidí seguir con mi investigación, no tenía ganas de responderle y mucho menos pretender ser su amigo.

— Por que no quise — comenté fríamente.

— Parece que alguien no tiene ánimos de hablar — dijo acercando su cuerpo al mío, mi vista aún seguía en aquel libro que tenia en mis manos.

— Wheeler no tenemos porque hacerlo, no somos amigos, solo somos compañeros de clase — traté de no ser grosero con ella.

— Podemos ser amigos o tal vez... — puso su mano sobre mi muslo y acercó su rostro junto al mío, ¿Qué mierda le pasa ahora?, trate de alejarme pero me tomo de la mejilla con la guardia baja y sentí como sus labios se pegaban a los míos.

Sky

Llegué a la casa de Eddie, tenía tanta emoción de confesarle lo que había pasado, por fin podía entregarme del todo a él, no cabía más felicidad en mi, llevaba unos libros y libretas cargando para pasarle algunos apuntes importantes ya que al regresar de vacaciones nos iban a aplicar varios exámenes.

— Hola, Sky, ¿Vienes a ver a Eddie? — su tío me saludó cordialmente y acto seguido me dio un cálido abrazo que correspondí con gusto.

— Si, ¿Está en casa? — pregunté una vez que me separé del abrazo.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora