Capítulo 93

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Sky

A la mañana siguiente nos habíamos levantado temprano para ir a casa, la carretera estaba solitaria, el estéreo sonaba de fondo la canción de Nothing else matters de Metallica. pero ninguno de los dos decíamos algo o cantábamos, un silencio nos invadió pero ahora lo sentía un poco incómodo o tal vez era mi imaginación, el aire fresco que entraba por la ventanilla despeinaba mi cabello que iba sujetado en una coleta, algunos mechones me estorbaban para admirar el paisaje, mi vista volvió a mi acompañante, se veía cansado, sus ojos estaban hinchados y parecía un ser sin vida o me daba la ilusión de verlo de esa manera, miraba la carretera sin mucho interés.

Never opened myself this way.
(nunca me sinceré de esta manera.)

Life is ours, we live it our way.
(La vida es nuestra, la vivimos a nuestra manera.)

— ¿Estás bien? — pregunté, aunque sentía que me iba a ignorar, él solo asintió con su cabeza, pero no me miró ni me habló.

— Acércate, Sky — dijo con una voz ronca mientras apagaba el estéreo.

Me quité el cinturón de seguridad para tener más libertad y poder acercarme a él, pegué mi cabeza sobre su hombro, el silencio cada vez era más notorio y eso hacía que pudiera escuchar el ruido de nuestros corazones latiendo.

— ¿Escuchas como late? — preguntó con una leve sonrisa.

— Si — respondí cerrando mis ojos y concentrándome más en los latidos de su corazón, se estaba volviendo mi sonido favorito, me hacía saber que la persona que más quiero en este mundo está viva...

— Mi corazón late solo por ti, cada latido que doy es un "me gustas", vivo solo para hacerte sonreír, para protegerte y para caminar a tu lado si las cosas se complican — dejó de mirar la carretera para centrar sus ojos en los míos, besó mi frente con tanta ternura.

— Eddie... — apreté muy fuerte mis ojos, mis lágrimas se hicieron presentes, ¿Cómo puede ser tan bello después de todo lo que ha vivido?, Simplemente no  lo merezco... Me siento poca cosa comparada con él, tiene el corazón más puro que he conocido en toda mi vida.

— Estaré aquí siempre que lo necesites, recuérdalo — fue lo último que dijo antes de volver a centrar toda su atención en aquella autopista.

Durante el viaje me permitió estar sobre su hombro, incluso pegaba su cabeza a la mía, el trayecto se hizo corto, llegamos en menos tiempo del que creíamos, pero me alegra llegar más temprano de lo habitual, mis padres llegaban también ese día por la noche y si veían que no estaba y Chrissy si, me iban a querer matar por decirles una sarta de mentiras. El resto del día no hice muchas cosas, solo repasar unos apuntes de algunas materias y antes de ir a dormir, Eddie y yo hablamos por medio de la radio de cualquier cosa, el solo escuchar su voz me ponía de mejor humor, y lo necesitaba si quería soñar con él y el momento que pasamos en el fin de semana, mi corazón siempre latía muy fuerte por él y tenía miles de cosquilleos cuando lo veía.

Al día siguiente Henry se tomó la molestia de llevarme a clases, Eddie no se sentía todavía del todo bien, parece que ver a su padre le afecto más de lo que yo pensaba... Trataré de hacerle notas y apuntes de lo más importante para llevárselos una vez que salga de clases, por suerte hoy solo teníamos tres materias, matemáticas, historia y biología, pero en todas tenía que ver a Steve, hoy sería el día en que por fin hablaría con él para terminar de una vez por todas. Por suerte las clases pasaron rápido, estaba guardando mis cosas cuando unas manos se posaban en mi cintura.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora